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Red Internacional
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Dolor y bronca. Mas de mil colectiveros despidieron los restos de César Roldán y exigieron respuestas de las autoridades con un paro contundente

Los restos del chofer asesinado por sicarios fueron despedidos por sus compañeros esta mañana en una enorme caravana. En medio del dolor y la bronca exigieron respuestas a las autoridades lanzando un paro de 48 horas.

Martes 5 de diciembre de 2023 01:55

César Roldán tenía 44 años y era padre de dos hijos. En la tarde del sábado, mientras cumplía servicio en la línea 116 fue abordado por dos sicarios que se hicieron pasar por pasajeros y sin mediar palabra le efectuaron siete disparos que le provocaron la muerte. En mañana del lunes sus compañeros acudieron masivamente a despedir sus restos en una caravana impresionante, acompañando a la familia y también mostrando una sensibilidad a contra mano de la salida individual que quieren mostrar como única salida.

Su muerte fue utilizada cobardemente por las mafias que operan en la ciudad a la sombra y al amparo del estado para dar un mensaje. Los colectiveros en medio del dolor, la bronca y la impotencia de haber perdido un compañero dieron nuevamente un mensaje mucho más honorable y aguerrido: "Somos muchos, estamos unidos y queremos justicia por César". Así como en como en 2020 y 2021, que tuvieron que defender el salario y la integridad de los compañeros en momentos difíciles, salieron a bancar la parada con un paro de 48 hs que se extendió hasta hasta las primeras horas del martes.

"Hay mucha solidaridad, muchas ganas de estar de los compañeros. Mucha bronca y mucha tristeza. Esta es una primera medida de acompañamiento, para acompañarnos entre nosotros. Las medidas tendrían que seguir porque da la sensación que esto puede volver a pasar" decía un chofer de la empresa Rosario Bus apenas terminada la caravana. Tanto los colectivos azules a los que pertenecía César, como los amarillos donde tenía conocidos y muchos sin conocerlo personalmente, se encolumnaron en una interminable fila que partió desde la casa de sepelio en el centro rosarino hasta el cementerio de Baigorria.

Otro compañero de la empresa Movi relata como se vivió las ultimas horas: "Ayer (sábado) apenas nos enteramos, salió la medida de fuerza y nos apostamos en los galpones, la primera reacción fue un grupo hacer un corte ahí y otro grupo ir al lugar del hecho. Después decidimos ir todos para allá y como estábamos casi todos se armó una asamblea, el secretario general comunicó que la medida continuaba hasta después del entierro del compañero. Estuvimos todo ese tiempo movilizados hasta la caravana que se hizo hasta el cementerio. El debate de cómo seguir se sigue en los grupos de cada línea y hay distintas opiniones, pero lo que es seguro es que la fuerza está y hay que utilizarlas bien para llegar a una solución".

Los choferes de colectivos de Rosario supieron ser un ejemplo nacional, cuando en medio de la pandemia las empresas estuvieron más interesadas en mantener sus ganancias que resguardar la vida de sus empleados, protagonizando una de las luchas mas importantes de los ultimos años en la región. La pelea actual es mucho mas dolorosa porque parte de perder a un compañero que ya no va a volver. Tal como lo vienen haciendo hace tiempo los compañeros choferes de la linea 620 frente a la trágica muerte del compañero Daniel Barrientos con la exigencia de que las empresas inviertan en cabinas blindadas para poder trabajar. Por eso apoyar cada una de las medidas que impulsen es fundamental para fortalecer el pedido de justicia por César Roldán, y para buscar alternativas para que este hecho tan doloroso no vuelva a ocurrir.

¡César Roldán presente!