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Red Internacional
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¿Dónde está Santiago? Más testimonios de la desaparición de Santiago: declararon mujeres mapuches

Este miércoles siguieron las declaraciones en la investigación por la desaparición forzada de Santiago Maldonado. Andrea y Ailinco declararon ante la fiscal Ávila.

Miércoles 20 de septiembre de 2017 20:54

En los últimos días se habían suspendido algunas de las audiencias donde debían dar testimonio miembros de la comunidad mapuche. Por eso, Sergio Maldonado había reclamado ante el juez y la fiscal que no podían dilatarse esos testimonios.

Hoy la fiscal Silvina Ávila recibió dos nuevos testimonios en la causa por la desaparición forzada de Santiago.

Por la mañana temprano fue el turno de Andrea Milañanco, que recordó las comunicaciones que tuvo durante ese día con quienes estaban en la Lof. Contó con detalles los horarios y comentarios que recibía desde la Lof. “Al mediodía me cuentan que Soraya había sido detenida en Leleque, que había ingreso Gendarmería y estaba reprimiendo. A la 13:20 me comunico con los que habían cruzado el río y me dicen que Gendarmería estaba quemando cosas y rompiendo todo. Tengo un llamado más en el que me dicen que falta la lamien y el compañero. Un llamado alrededor de las 15 donde me dicen que falta el compañero, y ahí pierden comunicación”. Andrea fue una de las encargadas de la búsqueda. “Cuando sigue sin aparecer, se lo empieza a buscar por todas las comisarías y gendarmerías que sabíamos que actuaron, y ninguna respondió que lo tenía”.

Cerca del mediodía declaró Ailinco Pilquiman. Ella fue una testigo privilegiada del avance de Gendarmería. De los efectivos que provocaban a sus compañeros que ya habían entrado a la Lof, por lo que el corte de ruta (el “delito”) ya había cesado; de la orden de “avancen” de quienes comandaban el operativo. Ella fue la que vio entrar a la casilla, donde estaba con otras mujeres y niños, a Santiago Maldonado. Él no quería dejar su mochila, donde tenía su celular y otras cosas. Y desde allí partió hacia el río con otros dos jóvenes.

Fue testigo privilegiada de como los gendarmes entraban por alambrados y tranqueras, hasta perseguir desde corta distancia a sus compañeros. Luego, los gritos y disparos que subían desde la vera del río, donde los gendarmes estuvieron más de media hora, mucho más tiempo del que marcan sus contradictorios testimonios. El ingreso de las camionetas y de los dos “Unimog”, uno de los cuáles se retiraría antes que el resto, un rato después de haber ingresado.

Y el recuerdo amargo del recorrido por escuadrones y comisarías, con las evasivas de los uniformados y la sensación de que algo había pasado con Santiago.

Así, con detalles claros, las mujeres mapuches contaron lo que pudieron conocer y presenciar ese día. Desde la decisión de la fuerza de ingresar al territorio y la cacería, el intento de huir de Santiago, la larga presencia de la Gendarmería en el lugar y el movimiento de móviles, hasta la búsqueda de Santiago en comisarías y escuadrones.