Tanto la fiscalía, los querellantes como los mismos acusados podrán apelar los fallos que dieron bajas penas a dos de los responsables de aquella masacre.
Lunes 19 de diciembre de 2016
El Tribunal Oral Federal 6 dio a conocer los fundamentos de los fallos del 23 de mayo pasado en donde se condenó a cuatro años y nueve meses de prisión al ex secretario de Seguridad Enrique Mathov, cuatro años para el ex jefe de la Policía Federal Rubén Santos y hasta seis años para otros policías acusados, mientras se dictaron absoluciones para otros acusados.
"Mathov comunicó a Santos que la PFA debía evitar la protesta social el 20 de diciembre de 2001 es decir, un día que desde la madrugada se presentaba como uno de los momentos más complejos en términos de crisis económica, social y política. De hecho ocurrió lo que muchos reclamaban la noche anterior: la renuncia del presidente de la República. Comparar cualquier clase de situación con ésta, como lo pretendió Mathov en diversos tramos de sus declaraciones al ejemplificar la relación funcional de la policía con el gobierno o con el poder judicial, es insostenible", afirma el fallo.
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El tribunal también sostuvo que "Mathov no debió dar la orden que le impartiera a Santos, en el sentido de desalojar la plaza y de no permitir allí la protesta social, máxime cuando no tenía soporte legal que lo avalara", y agregó que si esa orden "la recibió de sus superiores políticos, y aun soslayando sus especiales deberes legales, debió proveerse de un sistema de información para controlar y supervisar con detalle y detenimiento el operativo".
Por último aseveraron que "se puede concluir que la orden de realizar detenciones y desalojar la Plaza de Mayo -efectuada por Santos a instancias de Mathov- no tuvo más justificación que la propia voluntad del secretario de Seguridad, ya que no se estaban cometiendo delitos ni ninguna clase de disturbios por parte de la gente que allí se encontraba solamente demostrando su cuestionamiento en contra del gobierno".
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Con solo leer algunos párrafos de los fundamentos que da condenas irrisorias a varios de los principales responsables de más de 35 asesinatos en las jornadas revolucionarias que tiraron abajo el gobierno de De la Rua, e incluso absuelve a otros, se puede dar cuenta de qué lado se para la Justicia en este tipo de circunstancias donde tiene que juzgar a un gobierno y sus integrantes. Esa misma Justicia que también absolvió a De la Rua que fue quien era todavía presidente al momento de las represiones.