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Red Internacional
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Chile. Masiva movilización estudiantil en Chile

90 mil manifestantes, de acuerdo a la CONFECH, participaron de la primera marcha estudiantil del año en Santiago de Chile. Además, miles más se movilizaron en otras regiones del país, de norte a sur.

Martes 11 de abril de 2017

Los estudiantes irrumpen en las calles

Tras las movilizaciones del 8 de Marzo en el Día Internacional de la Mujer Trabajadora y la masiva movilización del 26 de Marzo NO+AFP, es la primera marcha que puede señalar una nueva entrada del movimiento estudiantil como actor en la situación política nacional, en un año marcado por las elecciones presidenciales y parlamentarias, y de diversos movimientos en las calles. Secundarios, universitarios, profesores y trabajadores salieron con sus lienzos, bazucadas, cánticos, gritos y denuncias por la Alameda.

A la marcha adhirieron la Asamblea de Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES), el Colegio de Profesores, el Movimiento Ni Una Menos y la Coordinación Nacional de Trabajadores NO+AFP, mostrando el sentimiento de unidad que impera en amplios sectores.

La movilización casi no ha sido cubierta por los grandes medios de comunicación, ya que buscan sacar a las “calles” de la agenda política. Más aún, desde temprano se vivió un intento represivo por parte del alcalde de Santiago, el derechista Felipe Alessandri, que instaló 333 cámaras de vigilancia (con un gasto de 650 millones de pesos chilenos) y cientos de policías. En connivencia con el Intendente Nueva Mayoría, el DC Claudio Orrego, la policía buscó provocar a manifestantes e incluso cortar la movilización y hasta reprimir el escenario.

La potencia del movimiento estudiantil

La masiva marcha de este martes muestra un potencial de movilización, que unido desde la base con los trabajadores y los diversos movimientos con un plan de lucha nacional, puede abrir una vía de ascenso de movilizaciones, conquistando la unidad obrero-estudiantil y las calles para la juventud, las mujeres y los trabajadores.

Sin embargo, aún no está definido qué impacto tendrá esta marcha en la rearticulación de los estudiantes. Tras décadas de lucha y un 2011 que fue un verdadero terremoto en todo el país, el régimen y sus partidos, Chile Vamos y Nueva Mayoría, han buscado desviar al movimiento estudiantil a las “reformas” parlamentarias, que terminan todas en la “cocina” de los empresarios, no sin ayuda de viejos dirigentes estudiantiles (como Camila Vallejo o Giorgio Jackson) que buscaron “incidir” en un gobierno que ha favorecido a los empresarios y tomado cada demanda en las calles para desgastarla en el parlamento de los corruptos.

Así ha pasado también con la reforma educativa: por un lado, con una “beca de gratuidad” condicionada a cerca de 250.000 estudiantes; por el otro, aumentando los subsidios a las universidades-empresa y a los colegios particulares subvencionados, mientras mantienen el CAE (con cerca de 1 millón de endeudados), permiten a los rectores y sostenedores profundizar el autoritarismo en colegios y universidades; y mantienen el millonario negocio educativo con un 80% de la educación a manos de grandes grupos económicos. Es, como denuncia Bárbara Brito, vicepresidenta FECH, “una reforma estructuralmente neoliberal”.

3 posturas frente a la reforma: ¿apoyar, incidir, o rechazar?

Por un lado, el Gobierno y la Nueva Mayoría buscan aprobar la reforma educativa, que con ciertas concesiones parciales, mantienen el negocio de la educación neoliberal. En este marco, las Juventudes Comunistas con su campaña #El11xlaReforma, buscaron hacer de esta marcha un “apoyo” al gobierno y su reforma neoliberal.

Otro sector, mayoritario en la CONFECH y compuesto por diversos grupos del Frente Amplio, han llamado al “rechazo”, pero en el camino de presionar por “indicaciones” a la reforma neoliberal, pues “la reforma está en disputa”. Con esto, continúan con el camino del desgaste parlamentario y de marchas de presión hacia un régimen que no tocará los pilares básicos del negocio empresarial. Este camino, del “pantano” parlamentario, ha sido el camino de varios años del movimiento estudiantil que lo han desgastado y desviado a los salones de palacio.

Un tercer sector se empieza a hacer oír son las organizaciones de izquierda, que rechazan de plano la reforma por neoliberal. No confían en ninguna “incidencia” en el parlamento empresarial (¿no ha quedado ya demostrado en años de lucha?) y llaman a articular desde las bases, con asambleas y en unidad con trabajadores y mujeres, un plan de lucha y movilización nacional contra esta reforma y para reponer las demandas históricas del movimiento estudiantil: la gratuidad universal, el fin a los millonarios subsidios a empresarios de la educación, el co-gobierno triestamental que democratice las escuelas y universidades, y avanzar a una educación al servicio de los trabajadores y el pueblo. Bárbara Brito, vicepresidenta FECH, vocera del movimiento Ni Una Menos y dirigenta de la agrupación estudiantil Vencer de la U. de Chile, llama a impulsar este bloque.

¿Hacia dónde irá el movimiento estudiantil? El escenario está en disputa. Es momento de articular un bloque de izquierda y la construcción de una agrupación estudiantil anticapitalista, que rechace la reforma neoliberal, y llame a impulsar desde las bases la lucha por las demandas históricas, sin ningún coqueteo con la “incidencia” parlamentaria, confiando sólo en la fuerza de la auto-organización y la movilización en unidad con trabajadores y mujeres, para terminar con toda la herencia de la dictadura.