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Red Internacional
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UNLU San Miguel. Maternar y estudiar, la pelea por un espacio de cuidado para las niñeces en la Universidad

En medio de la pelea por la defensa de la educación pública frente al ataque del gobierno estudiantes se organizan por un espacio para sus hijos o infancias que están a su cuidado. La responsabilidad no puede ser individual, también es una responsabilidad del Estado.

Sábado 26 de octubre 12:05

La Universidad Nacional de Luján, en la sede San Miguel, junto a otras Universidades del país están llevando a cabo una serie de acciones de protesta, que incluyen asambleas, cortes de calle de las avenidas principales y tomas de edificios. Se extiende por todas las universidades argentinas una lucha que no se veía desde hace años, impulsada por el veto de Javier Milei a la Ley de Financiamiento Universitario, con su objetivo de ahogar la educación pública superior. Este ataque puso sobre la mesa el debate sobre ¿Quiénes van a poder ingresar a la Universidad?.

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Estudiar una carrera universitaria también tiene que ser un derecho para quienes maternan, paternan y/o están al cuidado de niñeces en su hogar. Por eso pensar en la existencia de espacios educativos, pero también de contención y acompañamiento de la crianza de los niños y niñas, en el contexto actual se convierten en un motor necesario y un sostén para que mientras se cursa una carrera o asisten a los diferentes puestos laborales que conviven dentro de las universidades.

Si pensamos en algunos datos sobre la situación de las mujeres y los niños, niñas y adolescentes, en la octava encuesta a hogares con niñas, niños y adolescentes de UNICEF, abordan las dificultades que atraviesan los hogares con jefatura femenina y monomarentales para hacer frente a los gastos corrientes y acceder a un empleo formal. Los resultados de la encuesta reflejan una situación que también se evidencia al analizar los datos oficiales: los niveles de pobreza infantil en hogares con jefatura femenina (65%) y en los monomarentales (67%) son más altos que en los liderados por varones (53%). La pobreza en la niñez y adolescencia en Argentina es un problema estructural: nunca bajó del 30% en los últimos 40 años.

Así, frente a la necesidad de las madres de generar mayores ingresos para atender a las necesidades de las niñas y los niños, éstos se ven expuestos a situaciones de cuidado inadecuado: en hogares con jefatura femenina, las chicas y los chicos son dejados solos en el 14% de los casos o al cuidado de una hermana o hermano menor de 18 (8%); y en los monomarentales, en el primer caso asciende al 19% y en el segundo, al 9%. Muchas de estas mujeres pensaron en estudios terciarios o universitarios para pensar en un futuro mejor para sus hijos.

Desde La Izquierda Diario hablamos con Estudiantes de la UNLU que se encuentran organizando por conquistar estos espacios en la facultad:

Ludmila estudia la carrera de Trabajo Social y es mamá de Auca que tiene 4 años, ella nos cuenta porqué es importante contar con un espacio así en la facultad: “ Una escuela infantil en la universidad responde a las necesidades de organización de quienes tenemos infancias a nuestro cargo, todos los estudiantes, docentes y no docentes que daríamos uso del espacio y a la coordinación entre la vida, el trabajo y estudio ya que les estudiantes con hijes o infancias a cargo podríamos continuar nuestros estudios sin preocupaciones por el cuidado de ellos, o lo económico a la hora de buscar donde dejarlos, tener un espacio para las infancias ayudaría a que no resignemos materias o la misma carrera por no tener donde dejar a nuestros hijos.

Por último agrega: “Cómo estudiante de trabajo social y habiendo carreras como educación en la misma, las estudiantes podríamos participar en programas de investigación y prácticas en la escuela infantil que aporten al desarrollo de nuestras carreras y que fortalezcan el espacio para los niños y niñas que asistan”.

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Evelyn Medina, es estudiante de trabajo social y militante de la agrupación de Mujeres Pan y Rosas, viene de viajar a Jujuy junto con otras compañeras donde participó del 37° Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries. Ella tiene muchas compañeras que son madres o tienen niños a su cuidado y sabe que las tareas de cuidado es algo que recae principalmente sobre las mujeres, por eso acompaña la lucha de quien necesita contar con un espacio para sus hijos, hermanos/as menores en la Universidad:

“En la asamblea interclaustro que nos votamos la toma de la UNLU como medida de lucha después que Milei vete el presupuesto universitario se votaron diferentes comisiones para garantizar la toma de la Universidad, una de ellas fue la Comisión Cuidados y niñeces, pensando un espacio lúdico y seguro donde las infancias puedan tener un lugar mientras la comunidad educativa y todes lo que venían a solidarizarse en defensa de la universidad pública puedan participar de la toma y de las diferentes actividades que se realizan.
Esta comisión es la expresión de una demanda muy sentida por los que habitamos la Universidad, que venimos levantando desde hace tiempo desde la Secretaría de Extensión Universitaria con Pan y Rosas y compañeros independientes, impulsamos juntadas de firmas para llevar la necesidad por la escuelita infantil a las gestiones de la universidad, relevamientos que muestren cuántos estudiantes, docentes y no docentes necesitan de un espacio para las infancias.” Finalizó.

La falta de espacios de cuidado en las universidades y otros centros educativos es un problema estructural que afecta principalmente a las mujeres, quienes suelen ser las principales responsables de las tareas de cuidado. Esto no solo limita su acceso a la educación, sino que también perpetúa desigualdades de género al no ofrecer soluciones colectivas para el cuidado de las niñeces. Es inevitable que nos preguntemos : ¿Cuántas serían las madres o padres que sí contaban con un espacio de cuidado para sus hijos hubieran seguido estudiando?