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Red Internacional
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Proceso electoral 2024. Máynez y su propuesta para la educación superior

En la carrera presidencial las candidatas y el candidato hacen toda una serie de promesas sobre el cómo mejorar la educación superior. En esta entrega, analizaremos brevemente las propuestas del candidato de Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez respecto al tema.

Viernes 19 de abril de 2024

Dando continuidad a una serie de notas, en esta entrega analizaremos la propuesta sobre educación superior de Jorge Álvarez Máynez, candidato de Movimiento Ciudadano (MC) para la presidencia de la república.

Durante la visita a la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, el emecista propuso retomar el esfuerzo de fortalecer las universidades técnicas y politécnicas de todo el país para mejorar la calidad educativa en México, así como hacer convenios con la iniciativa privada que fomente el desarrollo tecnológico. También aseguro que es necesario no solamente ampliar la oferta para alumnos universitarios, sino también subsidiar a las y los investigadores de universidades públicas y privadas para que puedan realizar sus proyectos.

El candidato declaró explícitamente que:

“Diversos centros de investigación pública, casi todos, han visto reducido su presupuesto, como la CONABIO, y están siendo ahogados presupuestalmente por el gobierno federal porque se inventaron este asunto de las ciencias humanistas y dicen que las ciencias neoliberales no ayudan”

¿Qué hay detrás de estas declaraciones?

En primer lugar, debemos tener presente que Álvarez Máynez se formó y fue parte de las filas del PRI hasta el 2013. En ese tiempo el tricolor impulsó toda una serie de reformas de corte neoliberal que atacó a la enseñanza superior, principalmente con el congelamiento de la inversión pública en el sector. Por lo que es altamente contradictorio que el abanderado de MC ahora se presente como un defensor del presupuesto de las universidades públicas.

Asimismo, el resaltar solo la enseñanza técnica es cuestionable, no porque sea incorrecto promover este tipo de centros educativos, sino, porque el hecho de sólo impulsar este tipo de educación técnica tiene como principal objetivo formar mano de obrar altamente calificada y barata para el servicio de las grandes empresas privadas, que lejos de ser benefactoras, se aprovechan de la clase obrera mexicana para explotarla y obtener enormes ganancias.

En este sentido, el no dar el apoyo financiero requerido a las carreras de humanidades y ciencias sociales es una manera de cercenar la consciencia crítica de la sociedad mexicana, pues este tipo de carreras son las que pueden otorgar algunas de las herramientas necesarias para tener una perspectiva crítica y de cambio social. En resumen, Máynez propone una visión de universidad tecnificada, acrítica, neoliberal y al servicio de los grandes empresarios en lugar de que fuera para dar salidas a los grandes problemas del pueblo trabajador.

Igualmente, salieron a relucir críticas a la reciente reforma del ahora llamado Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt). Es bien sabido que el presupuesto del Conahcyt y por tanto el apoyo a la actividad científica mexicana se ha visto reducida por la austeridad republicana de la 4T.

Máynez, consciente de esta situación, golpeó al gobierno por ese flanco, sin embargo, si bien su propuesta es aumentar el presupuesto (lo cual suena muy coherente y “atractivo en campaña”) no aclaró el cómo distribuiría el dinero, pues como quedó documentado desde el sexenio de Peña Nieto, el recurso destinado a la ciencia muy comúnmente terminaba subsidiando a grandes transnacionales las cuales se apropiaron ilegítimamente del conocimiento creado con dinero público.

Otro dato que muestra los verdaderos puntos de vista de Maynez en cuanto a educación superior es que ayer se presentó en la Universidad Autónoma de Sinaloa, en Culiacán, desde donde exigió un alto a la supuesta persecución política en contra de ex funcionarios de dicha institución educativa que están siendo llevados a juicio por presuntos hechos de corrupción que ascienden a más de 700 millones de pesos, así como por actos de abuso de autoridad.

Máynez en Culiacán defendiendo al cacicazgo cuenista.
Máynez en Culiacán defendiendo al cacicazgo cuenista. Al fondo Robespierre Lizárraga Otero, exdiputado del Partido Sinaloense ─instituto político creado en 2012 mediante métodos gangsteriles y el uso clientelar de la UAS- y actual "encargado de la oficina de rectoría", puesto inventado tras la destitución del rector Jesús Madueña Molina, investigado por presuntos hechos de corrupción y abuso de autoridad.

La retórica de la supuesta "persecución política contra la UAS" ha sido utilizada durante los últimos meses por los principales cabecillas del cacicazgo universitario que desde hace casi 20 años domina a esta universidad ─cuyo líder es el exrector y empresario multimillonario Héctor Melesio Cuén Ojeda- para convencer a la opinión pública de su supuesta inocencia, es decir, para intentar ganar impunidad.

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Con ello Maynez cerró filas en defensa del que es tal vez el cacicazgo universitario más violento del país en la actualidad y, por ende, de las castas doradas de las universidades de México, que han colaborado en complejas redes de desvíos de recursos como "La Estafa Maestra" y ven en la educación media superior y superior asuntos a partir de los cuales pueden enriquecerse con recursos públicos.

Desde nuestro punto de vista, es fundamental impulsar la auto organización de estudiantes, profesores y trabajadores del CONAHCYT e instituciones de educación superior, para promover una lucha conjunta, con independencia política y organizativa del régimen y sus partidos, así como de los cacicazgos universitarios y las burocracias académicas, quienes son los que al final concentran los mayores beneficios, y de alguna manera terminan por ser cómplices de las medidas de recorte.

Porque al final, lo que buscamos es una ciencia y educación superior al servicio de las y los trabajadores y de las mayorías, que las investigaciones sirvan para mejorar la calidad de vida de la población laborante, construyendo infraestructura, mejorando la medicina, conociendo de forma más profunda a la sociedad y no para beneficiar a empresas, altos funcionarios o integrantes de las castas y cacicazgos universitarios y cúpulas de la política.

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