El presidente de México López Obrador quiere estrenar pista en la escena política internacional. Insiste en su propuesta de arbitrar entre el presidente Nicolás Maduro y el autoproclamado interino Juan Guaidó.

Bárbara Funes México D.F | @BrbaraFunes3
Viernes 1ro de febrero de 2019 13:13
El ministro de comunicación de Venezuela, Jorge Rodríguez, uno de los funcionarios más cercanos a Maduro, se reunió en México con representantes del gobierno de López Obrador el pasado martes 29 de enero, según dio a conocer El País. Fue el día previo a la visita oficial de Pedro Sánchez, jefe de gobierno del Estado Español.
Rodríguez se entrevistó con el subsecretario de Relaciones Exteriores para América Latina, Maximiliano Reyes, lugarteniente del canciller Marcelo Ebrard.
De acuerdo con el periódico citado, Rodríguez manifestó a Reyes que el gobierno de Maduro busca un diálogo y prometió que no se excluiría ningún tema si se lograra que las partes en pugna de Venezuela se sentaran a negociar.
Esta misma oferta se habría planteado al gobierno de Uruguay. Apenas el pasado miércoles 30 de enero, México y Uruguay anunciaron una conferencia para tratar la crisis venezolana para el próximo 7 de febrero a llevarse a cabo en Montevideo. Se prevé la participación de organismos internacionales y de más de 10 países.
El gobierno de Maduro busca que el presidente de México actúe como mediador ante distintos países, como el caso del Estado Español, que en recientemente endureció su postura respecto a Venezuela y sostiene como ultimátum, el reconocimiento de Juan Guaidó como presidente el lunes 4 de febrero, dado que el plazo para realizar la convocatoria a elecciones vence este domingo 3 de febrero.
Parece ser que la entrevista privada entre Sánchez y López Obrador flexibilizó la postura. El jefe del gobierno del Estado español sugirió un “diálogo entre las dos partes”, aunque mantiene su ultimátum y difiere del presidente mexicano, dado que este último rechaza reconocer a Juan Guaidó.
El gobierno de Maduro especula que López Obrador puede dialogar con la administración Trump, en particular debido a su constante intercambio por la cuestión migratoria.
Es Reyes quien desde la secretaría de Relaciones Exteriores de México, sostiene la comunicación con la derecha venezolana encabezada por Guaidó, con la expectativa de pláticas firmes con miras a comenzar un diálogo con Maduro y el chavismo.
Mientras tanto, de acuerdo con la agencia Associated Press, un funcionario de la administración Trump está en contra del apoyo diplomático de México, Uruguay y El Vaticano en la crisis venezolana. La ofensiva imperialista de la mano de la derecha venezolana mantiene su curso.
López Obrador mantiene una postura que lo diferencia del imperialismo estadounidense en la cuestión puntual de la injerencia política de poner y sacar gobiernos a su antojo.
El objetivo del presidente de México es buscar una salida negociada a la crisis venezolana, que será a espaldas de la clase trabajadora y los sectores populares y buscando una estabilización de Venezuela que resguarde los negocios de los grandes empresarios y las trasnacionales imperialistas.
El mandatario mexicano se juega a convertirse en árbitro en la arena internacional, pero está por verse si Trump lo permite y qué costo tiene esa diferenciación política tan necesaria en la arena doméstica, donde la lucha de los trabajadores de la maquila en Matamoros, del magisterio en Michoacán y Oaxaca y la resistencia de los trabajadores estatales a los despidos que vienen de la mano de la “austeridad”.
Las más de 30 millones de personas que votaron a López Obrador en julio de 2018 no votaron mantener la continuidad de la militarización a través de la creación de la Guardia nacional ni seguir las órdenes de Washington en materia migratoria. Ser mediador en la crisis de Venezuela es una forma de distanciarse relativamente del imperialismo estadounidense.
Pero más allá de los juegos de poder, ni el gobierno de Nicolás Maduro ni el de Juan Guaidó, nombrado desde Washington, van a dar una salida a la catástrofe económica que sufre el pueblo trabajador venezolano.
Sólo la clase trabajadora y los sectores populares de Venezuela pueden dar una salida de fondo ante la crisis en curso, movilizándose por sus propias demandas, de forma independiente de las distintas variantes burguesas y de los intereses del gran capital y el imperialismo.
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