La Izquierda Diario entrevistó a Camilo Jiménez, integrante del grupo que, hace pocos días, conmemoró cuatro décadas de existencia.
Martes 13 de octubre de 2015
LID: ¿qué se siente cumplir 40 años haciendo música?
Camilo: 40 años haciendo música es una enorme satisfacción, porqué de alguna manera tiene que ver con la plenitud que uno ha vivido esos años. Hacer arte es algo pleno, y es un lenguaje que a nosotros nos permite no solo comunicarnos con la gente, sino que nos permite también explayarnos hacia adentro, ir hurgando dentro de uno mismo, una necesidad de descubrir sensaciones que les dan sentido a la vida.
Eso es lo que nosotros hemos valorado en estos 40 años. Nos sentimos muy bien haciendo música. No podemos reemplazar ese lenguaje. Es algo que uno lo puede hacer en solitario o colectivamente. Es exactamente la misma sensación. Sobre todo cuando uno está en estado de creación, que eso es algo que a nosotros nos caracteriza.
LID: en la conmoración de los 40 años, vos decías que más de 100 músicos habían pasado por Amauta. ¿Eso implica producción colectiva, no?
Camilo: Amauta es un grupo que ha tenido mucha incidencia. No ha sido un grupo que haya sido famoso, no exitoso en la cuestión comercial. Si es un grupo que ha tenido mucha incidencia a nivel cultura, porque han pasado muchos músicos. Pero no solo músicos, sino actores, gente amiga que ha estado vinculada al grupo. De alguna manera uno se ha ido retroalimentado y la gente ha ido tomando cosas. Es como que la ha abierto la cabeza.
Nosotros nunca hemos sido exigentes con nadie. Cada uno aporta lo suyo y el que tiene onda entra al grupo. Basta tener onda. Eso implica que en el grupo se ha formado gente. Eso a nosotros nos ha aportado mucho. Gente que viene del rock, del jazz, de la música clásica, gente que viene del folclore. Todo eso la ha ido dando una impronta a Amauta que es más particular.
LID: Si tuvieras que definir musicalmente un estilo ¿qué dirías?
Camilo: Es bastante complicado. El mismo término música andina es complejo. Cuando uno dice música andina, la gente común cree que se trata del huaino del norte. Pero la música andina es todo lo que se hace dentro de los Andes, con todos los matices y su influencia. No te olvides que los Andes han sido, en primer lugar poblados por los pueblos originarios y ahí una cuestión que tiene que ver con lo precolombino. Nosotros pensamos un lenguaje que tiene que ver con eso. Intentamos, de alguna manera, reflejar lo que fue antes o lo que pudo haber sido antes.
Después tenés todo lo que es la influencia africana. Incluso celta, oriental. América fue muy misteriosa en ese sentido. No se sabe cómo fue realmente la cuestión de las corrientes culturales que fueron llegando a América. Hay una influencia muy fuerte europea, española, pero también una fuerte influencia africana, y después una serie de otras cosas que coinciden. No es que hayan venido sino que hay un paralelismo cultural en el que determinados pueblos, en determinados lugares, estaban haciendo lo mismo, inventando los mismos instrumentos, los mismos estilos de música.
De repente, hay una afinidad entre lo que es la música andina pura y lo que es la música celta o la griega, o la hindú. Hay como una cosa así que nos familiariza con esas corrientes. Entonces uno puede darle rienda suelta a ese tipo de influencia. Cuando los pueblos originarios recibieron la influencia europea, las hicieron propias.
Nosotros partimos además de una cosa muy profunda, que es la investigación. A partir de esa investigación es que nos damos cuenta de que todo lo que llegó a América, los pueblos le dieron su propia impronta.
Nosotros tenemos todo el derecho a tomar en la actualidad una guitarra, un teclado, un instrumento moderno, incorporarlo y hacerlo propio. Hay sonidos que nosotros imaginamos y que solo podemos transmitirlos a través del sonido de un teclado, que a nosotros nos emparentan con lo andino, con la mitología andina, con la leyenda andina.
Es creación nuestra. A partir de esa influencias intentamos tomar lo más puro de lo andino, pero abierto a otras influencias. Por eso la obra que hicimos se llama “Los secretos del viento”. El viento no tiene fronteras. Fue, llevó y trajo sonidos. A partir de ahí jugamos con todas las corrientes que nosotros consideramos que tienen algo que ver con nosotros.
Para nosotros y para todo aquel que pudo escucharlo, les pareció excelente este trabajo. Y nosotros tenemos esa costumbre de hacer obras musicales. Hacemos pocos temas, pero hacemos obras. Antes hicimos lo que se llamó “Flor y Canto”. Tomamos un poemario tolteca del año 1490 y lo musicalizamos. Dura más o menos una hora. Siempre nos copó eso de hacer obras.
AMAUTA es uno de los grupos de música andina más antiguos de Mendoza, formado en el año 1975. Ha desplegado un ininterrumpido trabajo en el quehacer cultural del país y fuera de él, siendo un pilar fundamental en el movimiento musical mendocino.
Integrantes del Grupo AMAUTA:
Camilo Jiménez, Roberto Tristán, Daniel Isuani y Eduardo Salvatierra.
Discografía:
1999: "Mensajeros del agua clara"
2001: "Flor y Canto"
2003: "Madre Tierra"
2009: "Mensajeros"