Un equipo de trabajadores, jóvenes y profesionales del PTS elaboraron una plataforma política para la campaña electoral del Frente de Izquierda que encabezan Lautaro Jimenez y Noelia Barbeito en Mendoza. Esta plataforma abarca distintas áreas y en este apartado presentamos las propuestas sobre la defensa del agua y el ambiente.
Miércoles 20 de septiembre de 2023 00:00
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Plataforma de gobierno PTS Frente de Izquierda Unidad - Agua y Ambiente
El agua es un recurso de vital importancia, especialmente en Mendoza, por estar localizada en una zona árida. Aquí, la reproducción de la vida depende del acceso al agua de los ríos que provienen de la fusión de las nieves y glaciares ubicados en la Cordillera de los Andes. Actualmente, Mendoza vive la crisis hídrica más acentuada de los últimos 30 años. La oferta de agua es un 30% inferior al promedio histórico.
Los sucesivos períodos de escasez han generado que el gobierno provincial declare repetidamente el estado de “emergencia hídrica” y realice campañas sobre el cuidado del agua por parte de la población. Sin embargo, el gobierno hace hincapié en las causas naturales del problema -como la merma en las nevadas-, pero excluye otros aspectos que también explican la escasez del agua. Este problema suele presentarse como una problemática general y homogénea de todo el pueblo mendocino, sin embargo, esto oculta que existan asimetrías según los distintos usos del agua, los actores sociales involucrados en la apropiación y el manejo del agua.
Impacto del cambio climático en la sequía
El Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) viene advirtiendo desde fines de los 80 sobre el calentamiento global. Ya en el último informe del IPCC nos advertían que el período de 1983-2012 fue el más cálido de los últimos 1400 años debido a los gases de “efecto invernadero” (dióxido de carbono, metano y óxido nitroso). Esto agrava los fenómenos como el aumento de temperaturas extremas, la elevación del nivel del mar, mayores precipitaciones en diversas regiones, olas de calor, sequías, inundaciones, incendios, etc.
Los impactos de los recientes fenómenos extremos conexos al clima ponen de relieve una importante vulnerabilidad y exposición de algunos ecosistemas y muchos sistemas humanos a la actual variabilidad climática. El cambio climático agravará los riesgos existentes y creará nuevos riesgos para los sistemas naturales y humanos. Los riesgos se distribuyen de forma dispar y son generalmente mayores para las personas y comunidades desfavorecidas.
Pero ¿quiénes son los responsables de esas emisiones de gases de efecto invernadero? Un centenar de empresas han sido las responsables de más del 70 % de las emisiones entre 1988 y 2015, entre ellas Coal de China aporta el 14,3%, las estadounidenses Exxon (2%) y Chevron (1,3%), la mexicana Pemex (1,9%) y la holandesa Shell (1,7%). El cambio climático está íntimamente relacionado al modo de producción capitalista que busca mayores ganancias a expensas de explotar a las trabajadoras, los trabajadores y los recursos naturales. Un sistema sostenido y fomentado por los organismos de créditos como el FMI.
Los efectos del cambio climático cobran mayor importancia en una provincia árida como Mendoza y que viene sufriendo sequías desde hace décadas. En los últimos años, los problemas de restricción hídrica y acceso desigual al agua se han agudizado como consecuencia de los procesos de cambio climático. Además de las causas naturales, la crisis hídrica que vive nuestra provincia está originada en gran parte por años de desinversión y falta de obra pública orientada hacia las necesidades de la comunidad. Los cortes de agua son una constante en los barrios populares, mientras que empresarios contaminan, derrochan o se apropian de cursos de agua.
Otro aspecto importante es la infiltración de agua que se produce principalmente en la zona de piedemonte y recarga los acuíferos. En el caso de Mendoza los acuíferos se extienden por debajo del 50 % de la superficie provincial y representan un volumen estimado de 700.000 Hm3, de los cuales solo 21.300 Hm3 son económicamente explotables. La importancia de estos acuíferos se ve claramente al tomar en cuenta el volumen total de agua almacenada en todos los embalses mendocinos, que llega a los 1.800 Hm3. Existen cerca de 22.000 pozos construidos para la extracción de agua subterránea, de los cuales cerca del 90% son destinados para uso agrícola. En los últimos años, el aumento de los costos de la energía eléctrica ha hecho que muchos de esos pozos dejen de ser económicamente viables, con lo cual empeora la situación ya crítica por el uso del recurso. Resulta crucial cuidar los acuíferos y preservar su calidad evitando su contaminación.
Humedales y Glaciares
Los humedales son ecosistemas estratégicos para la adaptación al cambio climático y la mitigación de la desertificación. Sin embargo, la degradación y pérdida de muchos de ellos está ocurriendo a un ritmo más acelerado que en otros ecosistemas, lo que reduce aún más su capacidad de mitigación y adaptación a los problemas. En el siglo XX, la extensión mundial de los humedales se redujo entre un 64 y un 71%, y su defensa y degradación continúa en todo el mundo. Los humedales de la provincia de Mendoza, son importantes entre otras cosas por beneficios como el rol que tienen en la regulación del régimen hídrico. Sin embargo, están siendo amenazados por la alta susceptibilidad que presentan debido a su dependencia de las condiciones hidrológicas y a los regímenes técnicos e hídricos. Además, los sistemas de humedales son los ecosistemas más afectados por los cambios de uso y cobertura de la tierra, y son los más vulnerables frente al cambio climático global.
Según la Convención de Ramsar, Mendoza cuenta con 3 sitios Ramsar designados como humedales de importancia internacional, con una superficie aproximada de 740 mil hectáreas, el cual representa el 5% de la superficie total de la provincia: Llancanelo en Malargüe; las lagunas de Guanacache, Desaguadero y del Bebedero compartido con San Luis y San Juan; y la Reserva Natural Villavicencio, área protegida propiedad de la empresa Danone. Además existen otros humedales que aunque no han sido declarados como sitios Ramsar, son de igual importancia para Mendoza. La defensa y preservación de los humedales es fundamental como reservorios de agua dulce, como hábitat de distintas especies de flora y fauna que aportan biodiversidad al ecosistema y para la reducción de los impactos del cambio climático.
Respecto a los glaciares, estos son fundamentales como fuente de agua dulce, ya que del solo 3% del agua dulce del planeta los glaciares representan el 75% de dichas reservas. En la provincia revisten una importancia aún mayor porque de allí provienen los caudales de los ríos. El cuidado y protección de los glaciares es urgente porque su retroceso es generalizado pero en particular en los andes centrales donde se incluye Mendoza, el proceso es más marcado. Los registros meteorológicos llevan unos 100 años en la cordillera y, si bien hubo años específicos como 1968, que fue un año muy seco, una sequía de tantos años como la de ahora no tiene antecedentes en el registro histórico.
Es necesario tener en cuenta que los glaciares no siempre están a la vista y no por ello dejan de ser importantes fuentes de agua dulce, de hecho, existen glaciares descubiertos, que son cuerpos de hielo permanente que se forman en la superficie terrestre a partir de la compactación y cristalización de hielo y nieve. Luego, están los glaciares cubiertos, que poseen las mismas características que los descubiertos, pero están ocultos bajo una capa de sedimento rocoso, lo que dificulta su detección y por último los glaciares de escombros, cuerpos con hielo subterráneo o con el hielo proveniente de glaciares descubiertos y cubiertos. En nuestra provincia, contamos con 573 kilómetros cuadrados de glaciares. Según el informe del IANIGLA (Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales), el 45% de esta superficie (249.38 km2) está ocupado por glaciares descubiertos, mientras que el 56% restante lo ocupan los glaciares cubiertos, incluyendo los glaciares de escombros, por ello la importancia de que estos últimos estén incluidos en el inventario nacional y se preserven.
Irrigación, cuencas hídricas (ríos y napas subterráneas) y uso del agua. y regiones: uso del suelo (piedemonte, cinturón verde y tipos de ciudad)
En Mendoza, el uso principal del agua está destinado al riego agrícola, representando aproximadamente el 93,75% de su consumo total. La viticultura, en particular, es el cultivo agrícola más significativo que demanda riego, con alrededor de 150,000 hectáreas plantadas, lo que equivale al 50% de la superficie total cultivada en la provincia.
En los últimos años, hemos observado un aumento en la demanda de agua potable, que ha crecido en aproximadamente un 5,45%. Además, el uso industrial representa alrededor del 1% del consumo total de agua y 27% del suministro de agua potable en Mendoza proviene de fuentes de agua subterránea. Esto subraya la necesidad de una gestión responsable de nuestras fuentes de agua y la necesidad de una optimización del uso ya que la producción de la provincia necesita sustentarse de un sistema de irrigación eficiente, reduciendo al máximo las pérdidas hídricas, evitando el mal uso del agua de la cordillera pero al mismo tiempo con un plan que sea de alcance masivo para que todos los productores tengan acceso. La presurización duplicaría la eficiencia del sistema de riego provincial, permitiendo, por ejemplo, que el agua de la cordillera vuelva a fluir en ríos que hoy están secos, y abastecer humedales que se están secando, recuperando áreas naturales de enorme importancia para la naturaleza de nuestra región.
Acceso al agua en barrios
En Mendoza, un 36,2% de las viviendas enfrenta problemas en el suministro de agua, que incluyen baja presión, turbidez y cortes recurrentes, según datos de la DEIE en 2021. Esta problemática afecta principalmente a las villas y asentamientos ubicados en el piedemonte al oeste de la ciudad.
Según el Observatorio del Renabap, en Mendoza existen 317 barrios populares habitados por 24,408 familias. En cuanto a los servicios básicos, el 72% de estos barrios tiene acceso al agua mediante conexiones irregulares a la red pública, lo que resulta en una calidad y cantidad de agua insuficientes, además de cortes frecuentes en el servicio. En el caso de los hogares más alejados (9%), el municipio o un proveedor privado suministra agua a través de camiones cisterna solo una vez a la semana, lo que no satisface las necesidades de la comunidad.
La mayoría de estos asentamientos se encuentran al oeste de la zona urbana, específicamente en los departamentos de Capital y Godoy Cruz, en el piedemonte, en terrenos que carecen de servicios básicos, según datos de 2022.El discurso oficial sobre la escasez de agua a menudo contribuye a ocultar las desigualdades al presentarla como un problema uniforme y generalizado. Cuando se aborda la escasez hídrica y la conservación del agua, se tiende a mostrarla como un desafío que afecta a todos por igual, sin reconocer que existen sectores y comunidades que enfrentan problemas significativos en cuanto a la cantidad y calidad del agua, mientras que otros pueden darse el lujo de regar jardines y llenar piscinas.
Las políticas implementadas suelen centrarse en reducir la demanda a través de campañas de concienciación o estableciendo horarios para el riego doméstico. Además, se presenta la escasez como un problema ambiental cuyas causas son principalmente naturales y sobre las cuales no podemos hacer mucho. Sin embargo, aunque la sequía pueda tener causas naturales, sus impactos recaen de manera desigual en diferentes barrios y grupos económicos, lo que demuestra que también tiene raíces sociales.Esto significa que mientras ciertos sectores acumulan capital y recursos hídricos, otros enfrentan la escasez.
Por otro lado en el Departamento de Lavalle, se identifica en varios estudios, áreas con niveles elevados de arsénico. Las concentraciones más significativas se observaron en las muestras de agua de pozos ubicados en El Retamo, dentro del distrito de San Miguel de los Sauces.
Megaminería, Fracking y extractivismo. Defensa del agua y la protección del medio ambiente
Bajo el pretexto de discusión de matriz productiva, se quiere reactivar la minería de manos de empresarios privados nacionales y extranjeros, lo que significa el saqueo y contaminación de nuestros recursos.
Desde el gobierno nacional de Alberto y la gestión de Suárez, han definido como una tarea estratégica destrabar el avance de la megaminería en nuestra provincia. Tanto la UCR como el PJ tienen entre sus filas a claros defensores de la derogación o modificación de la 7722, la “ley del pueblo”. En el extractivismo no hay grieta. Desde su promulgación en 2007 han habido muchos intentos de derogarla. En el último intento bajo el pacto Suarez-Sagasti en diciembre de 2019, la población demostró su rechazo con 10 días de movilizaciones ininterrumpidas, una caravana de miles desde el Valle de Uco, donde con policía desató una represión y cacería por todo el centro de la Ciudad de Mendoza. Esa misma noche más de 20 mil personas se movilizaron en la capital mendocina y diferentes departamentos, obligando al gobierno a retroceder. Finalmente el día lunes 30 de diciembre de 2019, en una sesión extraordinaria, senadores y diputados votaron a favor de derogar la ley 9.209. Esto dejó sin efecto las modificaciones aprobadas anteriormente, y se restableció la vigencia de la ley 7722.
Es falsa la discusión de “minería sí” o “minería no”. No estamos en contra de la minería en general. Sino de un tipo particular de minería, la llamada “megaminería”, que es la que se produce a gran escala por grandes empresas capitalistas, que utiliza químicos contaminantes y que remueve grandes volúmenes de roca a cielo abierto generando un gran impacto en el ambiente. La megaminería es la que está en manos de la especulación capitalista, y es una forma completamente irracional de explotación, regida únicamente por la sed de ganancia de las multinacionales. A las comunidades sólo les queda el saqueo de sus recursos naturales (o bienes comunes) y aguas contaminadas, como los derrames en Jáchal donde la Barrick Golda envenenó a comunidades enteras.
Tampoco puede ser una excusa para avasallar a las comunidades originarias de la nación Mapuche y los puesteros que han vivido por generaciones en esas tierras: éstos deben ser consultados y dar su licencia social para que el proyecto avance, sin imposiciones de ningún tipo. Sus derechos deben ser plenamente reconocidos, y estas comunidades deben ser integradas tanto al trazado del proyecto como a su posterior control.
La construcción de estas obras no puede ser un botín para la "patria contratista", que vive de los sobreprecios, la corrupción estructural y la fuga de sus ganancias hacia los paraísos fiscales, desangrando la economía nacional. Es el Estado el que tiene que llevar adelante esta obra, dando empleo genuino y seguro, destinado en primer lugar al pueblo trabajador de Malargüe castigado por los despidos de las petroleras, mineras y constructoras que han descargado la crisis capitalista sobre ellos.
Cambio de la matriz energética
Según el Informe del Estado del Ambiente 2021, la matriz energética de Argentina es heterogénea, pero con una alta dependencia de los combustibles fósiles. Las fuentes más importantes son el gas natural y el petróleo, que en el año 2021 representaron el 83 % de la oferta interna primaria. En cuanto a la generación eléctrica existe una preponderancia de las centrales térmicas a partir del uso de gas natural, principalmente.
Evolución de la producción y reservas de gas. Mendoza. Años 2010-2020
Fuente: DEIE, en base a datos obtenidos de la Secretaría de Energía de la Nación
La dependencia energética del petróleo y el gas hacen más urgente una transición para avanzar hacia una matriz energética sustentable y diversificada, prohibiendo el fracking de gas y petróleo y otras técnicas extractivistas, reduciendo drásticamente las emisiones de dióxido de carbono y destinando los fondos que se van en el pago de la deuda fraudulenta al desarrollo de energías renovables y de bajo impacto ambiental en consulta con las comunidades locales. Pero necesitamos una transición justa, que no recaiga sobre las mayorías sino sobre los grandes capitalistas; por ejemplo, generando nuevos puestos de trabajos con plenos derechos en esa nuevas energías y reduciendo los precios abusivos de la electricidad.
Desde el Frente de Izquierda proponemos:
- El agua de Mendoza no se negocia: Defensa de la Ley 7722. No al avance de la megaminería contaminante, el saqueo y la desertificación. Fuera Mekorot! No a la privatización del agua! No al Fracking!
- Aprobación de la Ley Provincial de Humedales para la preservación, identificación, conservación, protección, restauración ecológica y uso racional y sustentable de los humedales por parte del Estado provincial como único titular de los mismos y único garante de ello con el fin de preservar su identidad, las especies que habitan en ellos y los recursos y contribuciones que estos brindan a la humanidad, así como su valor inherente, en todo el territorio de Mendoza. Incluyendo la totalidad los humedales de la provincia que se distribuyen en la Región de Humedales del Monte Central y la Subregión de Humedales Altoandinos.
- Aprobación de la Ley de Protección de Áreas de Acumulación de Nieve la identificación, preservación, conservación, protección, restauración ecológica y uso racional y sustentable de las Áreas de Acumulación de Nieve en la cordillera de los Andes con el objeto de preservarlas como reservas estratégicas de recursos hídricos para el consumo humano; para la agricultura y como proveedores de agua para la recarga de cuencas hidrográficas; para la protección de la biodiversidad; como fuente de información científica y como atractivo turístico. Las áreas de acumulación de nieve de la cordillera constituyen bienes de carácter público.
- Defensa de los bosques nativos y prohibición de los desmontes. Cumplimiento de la ley y del presupuesto para la protección de bosques nativos. No a las fumigaciones aéreas en Mendoza. Inversión en infraestructura y medidas de defensa para el Plan provincial de manejo del fuego contra los incencios forestales.
- Defender el cumplimiento de la ley de glaciares con el inventario que incluye a los glaciares de escombro.
- Avanzar hacia una transición energética que dependa cada vez menos de los hidrocarburos y recursos naturales no renovables, en pos de energías limpias y una matriz sustentable y diversificada. Nacionalización integral de los bienes comunes del país bajo control y gestión de los trabajadores y comunidades involucradas, para avanzar en las mejores formas de producción para cuidado del ambiente. Planificación científica y amigable con el ambiente del uso de los territorios e industrias, poniéndolos al servicio de las necesidades sociales, y en el marco de una transición energética no dirigida por el gran capital.
- Apoyo al reclamo de las comunidades indígenas y asambleas ambientales en defensa del agua y sus territorios. Cumplimiento de su derecho a la Consulta Previa, Libre e Informada. Asambleas vinculantes de pobladores, ambientalistas y académicos previas a todo tipo de obra que afecte los ecosistemas.
- Plan de presurización provincial del sistema de riego, en etapas y con préstamos y subsidios a pequeños productores, a 20 años, para que la producción de la provincia se sustente en un sistema de irrigación eficiente. Por una vitivinicultura en armonía con el ambiente y las necesidades de la comunidad.
- Programa provincial de obras públicas para la provisión de conexión a la red de Agua potable y saneamiento a todos los barrios de Mendoza. Control público de Aguas mendocinas y gestión por parte de sus trabajadores y usuarios. Tratamiento y remediación ambiental de las napas de agua contaminadas y de la provisión de agua con arsénico que padecen algunas zonas de la provincia como el departamento de Lavalle.