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Red Internacional
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Opinión. Mendoza: semana de aulas vacías y calles colmadas

Todos los 25 de julio es feriado en Mendoza, dice la tradición que se suspenden las actividades para que no tiemble. El temblor llegó después, el martes con movilización de educación y salud. Miércoles de reclamos municipales y estatales. Jueves marcha de los movimientos sociales. Y viernes vitivinícolas autoconvocados se concentraron en la puerta de su sindicato.

Cecilia Soria

Cecilia Soria @Ceci_Soria_

Lunes 1ro de agosto de 2022 10:13

En las escuelas, a pesar del receso invernal, se preparó un sacudón que dejó abrazados al marco de la puerta al gobierno y sus voceros. Fue una demostración de fuerzas enorme contra el disciplinamiento del Ítem Aula.

Una editorial de Diario Uno calificó la medida como "insensata" y funcionarios de la DGE la vieron con "poca razón de ser". Pero la sensatez de los trabajadores hizo que miles se movilizaran en las calles en respuesta a la inflación, al ajuste, los bajos salarios y una realidad cada día más insostenible en las escuelas.

Por abajo, el cansancio y hartazgo frente al maltrato y autoritarismo del gobierno sumado a la crisis y sus consecuencias, colmó las calles de guardapolvos. Como una gran marea marcharon a Casa de Gobierno. Provocaron una fuerte la repercusión, apareciendo en diarios nacionales y televisión.

Pero hubo más. La semana culminó con un novedoso y masivo faltazo de familias y estudiantes a las escuelas para apoyar a sus docentes. Los de arriba no pudieron festejar la normalidad en el inicio de clases.

Así terminó julio con sacudones en la política, en la economía y en las calles, cambios de gabinete, cierto entusiasmo empresarial y Mendoza otra vez noticia nacional por una movilización de masas.

No soy yo, son ellos

Rodolfo Suárez acusó recibo. Expresó su supuesta comprensión por la difícil situación salarial "de nuestros buenos docentes y trabajadores de la salud" , manifestó haber "instruido mantener abierto el diálogo de manera permanente y mejorar la propuesta económica". Además puso toda la responsabilidad en al gobierno nacional de Alberto y Cristina.

Pero el esfuerzo "sensible" terminó con un decreto que no responde al reclamo salarial. No hay ni recomposición ni indexación mensual por el índice de inflación. Pero si anunciaron que habrá descuento de los días de paro.

El malestar es enorme: enfermeras profesionales con salarios básicos de $40.000 pesos, docentes $47.500 y municipales $21.600. Todos por debajo de la línea de pobreza. En grupos de WhatsApp y redes sociales circularon sin parar bonos de sueldos millonarios de la casta política.

Suárez culpa al gobierno nacional, el peronismo local responsabiliza a Cambia Mendoza. Una provincia para pocos que se llevan las riquezas y mantienen bien pago a su personal político, no nació de la noche a la mañana. Es el resultado del cogobierno entre esas fuerzas durante más de 30 años. Ahora también con la bota del FMI encima.

La clase obrera tiene que intervenir con su propia voz y tomar el control

Lo vivido en Mendoza esta semana mostró los lazos dentro de la clase obrera: familias solidarizándose con la docencia, vitivinícolas que toman fuerza al ver la lucha docente. Lo que las disputas entre las direcciones sindicales burocráticas dividen, tiene uno y mil lazos para unificarse por abajo. Hace falta avanzar en este sentido.

Lo que para el Diario Uno resulta insensato, en realidad es invisible a sus ojos: todos y todas tienen familiares, amigos, conocidos trabajadores o trabajadoras de la educación, vitivinícolas, de la salud. Saben cuáles son sus salarios y sus esfuerzos.

Y también se ve que la realidad golpea de conjunto, menos para algunos privilegiados: la casta política y judicial, que actualiza permanentemente sus dietas. Cobran 7, 8 y hasta 10 veces más que una maestra.

El miércoles San Martín, los municipales contaron que la bronca estalló “luego de ver a un compañero que llevaba a sus hijos a un merendero”. El jueves marcharon los movimientos sociales de la Unidad Piquetera, que sostienen esos merenderos y exigen trabajo genuino.

El viernes en la acción frente a la sede del SOEVA Maipú un delegado decía "que se dejen de estar sentados", en alusión a la tregua que mantiene la burocracia en medio de esta crisis. Y exigieron asambleas, cómo hacen las maestras en las escuelas.

Las patronales de bodegas vienen envalentonadas intentando aplicar reformas laborales como en las bodegas del grupo Peñaflor y fueron frenadas por la organización de los vitivinícolas. Ahora muestran entusiasmo con los cambios en el Poder Ejecutivo nacional. Consideran que "Massa genera confianza", como expresó Eduardo Sancho, presidente de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas (Acovi). El pasado 27 de julio se reunieron con el superministro, también fue parte del encuentro el presidente de Coviar, José Alberto Zuccardi. Según Los Andes ahí les había adelantado la posibilidad de ser ministro.

En la misma sintonía, desde Wines of Argentina declararon que con Massa "hay esperanza" y desde la Federación Empresaria de Mendoza lo ven como "un hombre más del mercado, que tiene que ver más con el establishment". La simpatía y expectativa que su llegada al Ministerio de Economía, Producción y Agricultura genera entre las patronales y sectores de la casta política será tema a tratar en próximas notas.

Nada bueno puede venir de ellos y por eso hay que imponer una salida propia de la clase trabajadora.

Fuerzas hay para enfrentar los planes de los gobiernos, los empresarios y el FMI. Se hace necesario unir todas estas expresiones de bronca, lucha y solidaridad. Abrir un debate democrático. Unir ocupados, desocupados, efectivos y precarizados, estén sindicalizados o no. Hay que buscar las formas y levantar un plan propio y acciones en común por nuestras demandas y de salida a la crisis.

En lo inmediato, pelear por aumento de emergencia de salarios, jubilaciones y planes sociales con actualización mensual con la inflación. Las asambleas de las escuelas debatirán en la semana con qué medidas seguir la lucha. Esta es la propuesta que hacemos desde las asambleas abiertas del PTS y las agrupaciones clasistas, como la 9 de abril Lista Bordó del SUTE, que impulsamos junto a compañeras y compañeros independientes.

Trabajadoras y trabajadores podemos intervenir con nuestra propia voz, tomar el control y que la respuesta sea de otra clase.