No queremos seguir trabajando bajo riesgo para engrosar sus beneficios. No queremos ERTE, sino licencias con el 100% del sueldo a cargo de Telepizza. Que las grandes empresas del sector sean intervenidas y nosotros, de forma democrática y autoorganizada, podremos dar solución a problemas sociales como este.

Asier Guerrero Zaragoza
Martes 17 de marzo de 2020
En el Estado español decenas de miles de niños y niñas se han quedado sin beca comedor, para muchos su principal comida del día. Además, dos millones de personas mayores viven solas, y 850.000 tienen más de 80 años. Muchas de ellas, por las limitaciones de la edad y las pensiones de miseria, van a comer a centros de día, casales o centros cívicos, que también están cerrados ¿Qué va a pasar con toda esta gente durante las semanas de confinamiento obligatorio que tenemos por delante?
El gobierno de la Comunidad de Madrid ha salido con la propuesta de contratar a nuestra empresa, Telepizza, para encargarse del reparto de catering para los menores beneficiarios de becas comedor. De los mayores ni se habla. Una solución que ni resuelve el problema social, ni respeta los derechos de los trabajadores y, sobre todo, va a suponer que esta multinacional pueda seguir llenando su hucha.
Ayuso le encarga resolver este problema a una empresa que está siendo denunciada por sus trabajadores y sus delegados por intentar aprovechar la actual crisis para seguir haciendo caja. Nos ha seguido obligando a ir a trabajar sin respetar las mínimas medidas de prevención. Ni la distancia de seguridad entre trabajadores, ni el cierre de la atención telefónica, ni mucho menos guantes, batas o mascarilla. Las y los trabajadores de Telepizza no queremos seguir trabajando arriesgando nuestra salud, la de los nuestros y la de los clientes para seguir engrosando la cuenta de beneficios de la empresa. Por eso venimos exigiendo el cierre de las tiendas si no hay medidas de prevención y seguridad.
Ante la acumulación de denuncias y la previsión de que habrá una caída significativa de la demanda, la empresa quiere presentar un ERTE y enviarnos a todos a casa. Una medida que nos manda a casa con unas condiciones que van a hacer muy difícil nuestra supervivencia, con un salario ya de por sí de miseria recortado en un 30%. Por no decir que, el coste de este parón, no recaerá en sus millonarios beneficios, si no en las arcas públicas, y por lo tanto abonando los futuros recortes que se nos querrán aplicar. Por eso venimos exigiendo que queremos irnos con licencias pagadas con el 100% del sueldo a costa de sus millonarios beneficios.
De la misma manera que los y las trabajadoras de la sanidad, la limpieza, los supermercados y tantos otros sectores, son los que están al pié del cañón, las y los trabajadoras de la hostelería, también podríamos contribuir bajo nuestra decisión y autoorganización
Ahora bien, de la misma manera que los y las trabajadoras de la sanidad, la limpieza, los supermercados y tantos otros sectores, son los que están al pié del cañón para atajar la grave crisis socio-sanitaria y lo fundamental para el mantenimiento de la vida de millones de familias, las y los trabajadoras de la hostelería, y en mi caso de Telepizza, también podríamos contribuir bajo nuestra decisión y autoorganización.
No como quiere Díaz Ayuso, trabajando bajo la tutela de la misma empresa que no ha puesto las mínimas condiciones de prevención en estos días, que produce una comida de bajísima calidad alimenticia y que solo piensa en la ganancia. Sino tomando en nuestras manos la resolución del problema de los cientos de miles que pueden empezar a pasar autenticas calamidades alimenticias en las próximas semanas.
Es hora de exigir que todas las grandes cadenas de la hostelería sean intervenidas sin indemnización y puestas bajo el control democrático de comités de salud laboral e higiene, formados por representantes de los trabajadores y el asesoramiento de dietistas profesionales. Que las condiciones de trabajo, seguridad, turnos, jornadas y demás aspectos organizativos se dirijan y coordinen por dichos comités. Que su miles de cocinas distribuidas por todo el territorio, vehículos, proveedores propios y el resto de recursos se ponga a disposición de producir exclusivamente comidas para atender a los sectores más vulnerables.
Estamos ante una crisis histórica. Para que la salida de la misma no sea a costa de la clase trabajadora y las mayorías sociales, como en la anterior, necesitamos medidas como estas. Que toquen el corazón de los beneficios e intereses de los grandes capitalistas para hacerle frente, y no los menguados bolsillos obreros. Y que nos tenga a nosotros, la clase trabajadora, como parte central de la solución, como los aplaudidos sanitarios están demostrando día tras día.

Asier Guerrero
Delegado sindical de CGT Telepizza y militante de CRT