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Red Internacional
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Merkel saluda las reformas de Valls y pide más austeridad

Este lunes se produjo el primer encuentro entre la canciller alemana Angela Merkel y el primer ministro francés, Manuel Valls. Tras la reunión, Merkel dijo que estaba impresionada por el número de reformas lanzadas por París, pero ante el pedido de Francia de flexibilizar el recorte del déficit público señaló que debía remitirse a Bruselas.

Martes 23 de septiembre de 2014

El encuentro entre Valls y Merkel había generado alguna expectativa en los medios de prensa. Periodistas de Reuters hablaban del “choque” que podría producirse entre “visiones divergentes sobre cómo arreglar la economía de Europa”.

Sin embargo, en conferencia de prensa, Valls mostró su compromiso con las reformas austeritarias: “Este viaje tiene un significado especial. He venido para decir al pueblo alemán que entiendo vuestras dudas. Pero Francia pondrá en marcha sus reformas”. Y agregó que "Francia ya no es el niño enfermo de Europa".

Merkel respondió aprobando el camino de las reformas y recortes realizados por Francia:
"Manuel Valls acaba de presentar su agenda reformista y creo que Francia está llevando a cabo un número impresionante de medidas", dijo Merkel. "Veo grandes esfuerzos y la evolución de los mismos dependerá de la Comisión Europea", añadió.
El encuentro se produce en un momento en que Europa no logra superar la crisis económica y financiera, sumida en un largo estancamiento, con aumento de la desocupación en muchos países.

Según declaraciones a Reuters, un funcionario alemán que pidió no identificarse aseguró que "No tenemos interés en humillar a los franceses". Sin embargo, añadió, " nos gustaría sacar algo de ellos –incluida una acción real y verificable de reforma estructural– a cambio de dejarlos en paz", dijo.

"El problema será encontrar un compromiso aceptable políticamente tanto para los franceses como para los alemanes", dijo.
Francia ha asegurado este mes que no reducirá su déficit hasta el límite que marca la UE hasta 2017. Inicialmente había prometido hacerlo para 2013, antes de lograr una prórroga hasta 2015.

"Conceder a Francia otros dos años sobre el déficit creará problemas en otros miembros de la zona euro", dijo Daniela Schwarzer, del Fondo Marshall en Berlín.
"Países como Portugal, que estuvo forzado a tomar unas duras medidas, verán un doble rasero. Otros intentarán lograr la misma flexibilidad que Francia. Los alemanes son muy conscientes de esto", dijo.

La agenda de Valls en Alemania incluye un discurso ante empresarios alemanes este martes. Luego viajará a la sede de Hamburgo del fabricante de aviones francoalemán Airbus y a Stuttgart, el corazón del poderío industrial alemán.

Valls logró pasar favorablemente el voto de confianza de la Asamblea Nacional francesa tras un cambio de su Gobierno la pasada semana, pero no obtuvo mayoría absoluta -lo que implica que los futuros intentos de controlar el gasto público o realizar reformas pueden verse cuestionador “por izquierda” por sectores de su propio partido.
Pero también está presionado por derecha, sobre todo por Marine Le Pen y su Frente Nacional.

"El argumento central de Valls será: no hemos cambiado nuestras metas pero hay menos crecimiento en Europa, menos crecimiento en Francia y menos inflación. El contexto ha cambiado, no la voluntad de reforma", dijo Claire Demesmay, del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores (DGAP).

Si Merkel acepta estos argumentos no está claro todavía.

Ella también tiene importantes presiones por derecha, con la emergencia electoral de Alternativa para Alemania (AfD), un partido euroescéptico que pone nerviosos a los democratacristianos de su partido, CDU.