Menéndez obtuvo la intendencia tras derrotar en las paso del FpV a Raúl Othacehé, “señor feudal” del distrito los últimos 24 años. Ahora sonríe en las fotos junto a la gobernadora Vidal.
Viernes 15 de enero de 2016
El actual intendente de Merlo llegó al poder a través de la interna en el FpV, con su agrupación Grande Merlo. En las filas de Menéndez también encontramos dirigentes de Nuevo Encuentro y La Cámpora. Un dato no menor es que, en el balotaje, dentro del distrito Scioli obtuvo casi el 65 % los votos.
Con esos antecedentes, podría suponerse que, junto a La Matanza, sería uno de los distritos en donde se podría hacer visible la “resistencia K” al gobierno nacional y a la administración de María Eugenia Vidal en la provincia.
Pero resulta imposible no poner en duda la fidelidad del "Tano" que, imitando las maniobras de su antecesor, fue candidato del Frente Renovador y, antes de convertirse en un ferviente kichnnerista, coqueteó con el PRO. En ese entonces era avalado nada más y nada menos que por su gran amigo Ramiro Tagliaferro, esposo de la gobernadora Vidal y actual intendente de Morón.
Por ahora se están viendo algunos gestos que hacen valedera la duda. Menéndez asistió a la asunción de Vidal e hizo gala de ello. Además declaró "voy a trabajar con Vidal codo a codo" y que “como oposición será totalmente constructivo”.
En los últimos días, además de ser uno de los que estuvo en primera fila en la cumbre de intendentes que pedían la aprobación del presupuesto provincial propuesto por la macrista, Menéndez se mostró con Vidal en un acto, del que también participaron Insaurralde y el massista De la Torre.
Como bien sintetiza Fernando Rosso en su nota Gobierno de Macri: CEOcracia y decretismo: “Dentro de ese movimiento/partido existen tres corrientes que se encuentran en un “empate catastrófico”: el kirchnerismo-cristinismo que mantiene una oposición discursiva más abierta al Gobierno (Daniel Scioli se mantiene como el ala dialoguista en ese lugar) y tiene cierta capacidad de movilización que se expresa en el movimiento de las plazas; los “renovadores” más proclives a la colaboración con el nuevo oficialismo; y los peronistas no kirchneristas (muchos de ellos con poder territorial) que oscilan entre ambas tendencias.”
La pregunta entonces es ¿cómo se va a terminar posicionando Menéndez? Aun está todo por verse. Por ahora no para de hacerle guiños a “Maru” Vidal. Mientras piensa si puede jugar un papel en la reconstrucción del peronismo, sin descartar que lo haga alineado junto al massismo; con quien por lo bajo tienen abierto el diálogo. Esta fuerza tiene como primera prueba las elecciones legislativas del 2017. Lo cierto es que a Menéndez no se lo ve “resistiendo con mucho aguante”.
Una resistencia verdadera al macrismo no se desarrollará en la interna del PJ ni en lo que ha sido denominado como “la resistencia en las plazas”. Solo será real si implica una lucha concreta contra el ajuste y por la defensa de conquistas, una lucha que reúna en las calles a los trabajadores, sectores populares que confluyan con la única una alternativa política independiente: el Frente de Izquierda y de los trabajadores y con los sectores que vienen resistiendo el ajuste como los trabajadores estatales o los del Grupo 23.