Según el Institute for Business Value México es una una de las ciudades más difíciles para transportarse. El medio de mayor transporte es el metro. Cuesta 5 pesos: pero son 5 millones diarios de usuarios. A ciertas horas el metro es un verdadero infierno.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Miércoles 24 de enero de 2018
Aunque ciertamente no importa la hora para abordar el metro. Miles de personas van de vagón en vagón y de transbordo en transbordo. Viajar en el metro se convierte en una odisea, más parecido a un calvario.
Vivir en el Estado de México obliga a pasar un promedio de 4 horas diarias en el subsuelo. Dos horas de regreso y dos horas de viaje. Para las mujeres es peor: la violencia sexual sucede todos los días.
Para los que viven en las afueras de la ciudad deben llegar a Indios Verdes o Cuatro Caminos pasan dos tres transbordos, donde los asaltos esperan a millones de trabajadores que van y vuelven de sus centros de trabajo.
Según un diario nacional “En estaciones de las líneas 1, 2, 3, B y 12, es donde se concentra el mayor número de usuarios y viajes, los trenes tienen una frecuencias de paso promedio de un minuto y 50 segundos”.
El metro de la Ciudad de México no funciona bien. Siempre se retarda, no alcanza para quienes subimos en cada estación; se satura, siempre hay empujones. Falla en los momentos menos esperados.
Por otro lado, el dirigente del sindicato Martín Espino Arévalo, que ha sido simpatizante de Delfina Gómez ex candidata por el Estado de México por el partido MORENA y antes diputado en cinco ocasiones –por el PRI, Verde y hasta Nueva Alianza–, también tiene una fuerte responsabilidad.
Como señala Nélida Reyes, trabajadora democrática del metro:
La Administración del Sistema de Transporte Colectivo ha estado en manos de funcionarios priistas o de extracción priista. Incluso, con la llegada de la “izquierda” al Gobierno del Distrito Federal en 1997, Cuauhtémoc Cárdenas nombró como Director a un priista, Raúl González Apaulaza, quien mantuvo una estrecha cercanía con el cacique sindical Fernando Espino Arévalo y mantuvo sus privilegios intactos.
De acuerdo a investigaciones “Espino Arévalo recibió más de 610 millones de pesos provenientes del erario del Distrito Federal, que junto con las cuotas sindicales ingresadas hace más de 20 años, suman alrededor de 700 millones de pesos, los cuales han sido manejados al criterio y antojo de un solo hombre: el líder del sindicato.”Nada de ese dinero se invirtió a la resolución del sistema de transporte.
El gobierno de la Ciudad de México es el principal responsable. Aumentó la tarifa del metro en 2014 el sentido de que aumentaría la calidad el viaje, se ampliarían los vagones y crecería la cantidad de unidades disponibles. Pero la realidad es que todo está peor.
Los estudiantes, trabajadores y usuarios debemos pelear por el acceso gratuito al sistema de transporte colectivo metro y exigir mejores condiciones de transporte: esto posible con la gestión de trabajadores y usuarios sin autoridades del gobierno de la Ciudad de México y sin charros sindicales.
Sulem Estrada, precandidata anticapitalista en el distrito 32 de Coyoacán al Congreso de la Ciudad de México, propone establecer “el boleto gratuito del transporte público para estudiantes, maestros y trabajadores, en un transporte público eficiente, seguro y estatal.”
Según Sulem Estrada, maestra de secundaria, la estatización del transporte de la Ciudad de México y bajo control de sus trabajadores es la salida a la crisis de transporte, incluidos los servicios privados subrogados a empresas privadas en el metrobús y el metro para ser administrado junto a sus usuarios.