Ni la pandemia ni la militarización detienen el avance de miles de migrantes que, desde el sur del continente, emprenden el viaje hacia Estados Unidos en lo que son verdaderos éxodos de pobreza.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Miércoles 13 de enero de 2021
Este lunes se llevó a cabo en Corinto, Guatemala, una reunión entre autoridades de los países del llamado Triángulo Norte de Centroamérica, conformado por El Salvador, Guatemala y Honduras. Esta reunión, que también contó con la participación de México, estuvo encabezada por Nelly Jerez, vicecanciller para Asuntos Migratorios y Consulares de Honduras y tuvo como objetivo el "intercambio de información estratégica" respecto al flujo migratorio "irregular y masivo" expresado en las llamadas "caravanas migrantes".
Con la excusa del "combate a la trata y tráfico de personas hacia Estados Unidos", los cuatro países lanzaron un comunicado conjunto que, por la vía de los hechos, implica un pacto antiinmigrante, continuidad de las medidas implementadas bajo la administración de Donald Trump e impuestas desde la Casa Blanca con la cooperación de los distintos gobiernos.
📄México, El Salvador, Guatemala y Honduras presentan declaración conjunta sobre la gestión integral de los procesos migratorios en la región.https://t.co/MYnKeX9iqt pic.twitter.com/e4H5UJwQih
— Relaciones Exteriores (@SRE_mx) January 11, 2021
Esta reunión se llevó a cabo a unos días de que se anunciara la conformación de una nueva caravana integrada por entre cinco mil y ocho mil migrantes, principalmente hondureños, que busca cruzar fronteras estadounidenses una vez que haya asumido Joe Biden como nuevo presidente de Estados Unidos.
Se trata de una nueva convocatoria tras al menos dos intentos frustrados de cruzar las fronteras guatemaltecas y huir de la pobreza, la violencia y el desempleo, agudizados por la crisis sanitaria y las consecuencias catastróficas del deficiente manejo gubernamental ante el paso de fenómenos meteorológicos como Eta e Iota, que afectó gravemente la región. Tan sólo en Honduras, los daños tras estas tormentas ascienden a 1 mil 879 millones de dólares, según cifras de la Comisión Económica para América Latina (Cepal).
El gobierno de Guatemala advirtió, por su parte, que alista un plan en coordinación con el gobierno de Honduras para "contener, controlar" y brindar "atención humanitaria" a migrantes originarios de El Salvador, Nicaragua y Honduras. Este plan incluye la imposición de requisitos que se agregan a los estipulados en el Convenio Centroamericano de Libre Movilidad (CA-4), como la presentación de una prueba PCR o antígeno negativo de Covid-19, así como un pasaporte o documento de identidad vigente. Las pruebas, que tienen un costo promedio de 75 dólares,son impagables para migrantes que, de acuerdo con la información difundida por El Financiero, emprenderán el viaje sin el nuevo requisito y buscarán nuevas rutas.
Los llamados del gobierno de Guatemala a respetar los derechos humanos, sin embargo, se contradicen con la posición que han tomado ante las caravanas pues, en 2020, el presidente Alejandro Giammattei decretó un "estado de prevención" en distintas regiones, que incluyó llamados a denunciar a personas "sospechosas de ser migrantes" y estableció una auténtica cacería.
Mientras tanto, el gobierno de Honduras anunció medidas para garantizar un "retorno digno" por medio de la instalación de Centros de Aislamiento Temporal, en donde se hará cumplir a migrantes deportados una estancia de al menos 14 días para descartar casos de covid-19. Con este anuncio, Honduras se convierte en el primer gran muro de contención para miles de migrantes que buscan huir de un país cuya economía, según cifras del Banco Mundial, se contrajo en 2020 un 9.7%, el decrecimiento más fuerte entre los países de Centroamérica, sólo después de Belice y que implicó, entre otras cosas, la pérdida de miles de empleos.
Ambos gobiernos anunciaron que utilizarían a las fuerzas armadas con la orden de "desarticular" los contingentes migrantes. En el caso de Guatemala, el vocero de su Ejército, Rubén Téllez, adelantó que habría un despliegue de hasta 4 mil militares. Por medio de la instalación de centros de hidratación buscan dar un enfoque más "humanitario" a sus fronteras militarizadas.
En México, las cosas no son muy distintas para miles de migrantes que, como en Chiapas, enfrentan no sólo las adversas condiciones de violencia y discriminación, sino también la omisión institucional, que se niega a ofrecer visas humanitarias al conjunto de migrantes que la solicitan o impone trabas como la reanudación de citas por medio de internet, servicio al que claramente miles de migrantes no tienen acceso. Autoridades alegan saturación y retraso en los trámites de hasta seis meses, situación insostenible para miles de migrantes hacinados en albergues. Según reportó Telemundo, también hay denuncias de corrupción entre agentes fronterizos, que convierten la entrega de visas prácticamente en subastas al mejor postor.
Ninguno de los cuatro países involucrados en este pacto antiinmigrante, señalan activistas guatemaltecos citados por el medio local Prensa Libre, ha hecho nada por evitar la migración forzosa, por lo cual califican de "hipócritas" los llamados a una migración "ordenada, segura y regular". Mientras haya casas inundadas a dos meses de los huracanes, señalan, no vale ningún documento "políticamente correcto".
Autoridades estadounidenses, por su parte, como Mark Morgan, comisionado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, lanzó un mensaje a los migrantes que prevén viajar. En este mensaje, dejó clara la línea dura de Estados Unidos que considera que las caravanas "ponen en peligro las vidas y la salud de las personas en EU y otros países de la región". Con la excusa de la diseminación del covid-19, omiten que precisamente ese país encabeza las cifras de casos a nivel continental y difunden un discurso estigmatizante que justifica muros y militarización.
Asimismo, este mensaje dejó clara la relación de subordinación que Estados Unidos ha consolidado a través de México con países a los que llama "socios" en el "compromiso con el estado de derecho y la salud pública", como Belice y los integrantes del Triángulo Norte de Centroamérica. Donald Trump, por su parte, visitó Texas este martes y, además de insistir en la construcción del muro fronterizo, agradeció al gobierno de Andrés Manuel López Obrador por su cooperación en la contención del flujo migratorio.
Donald Trump agradecido con AMLO porque “ama a Estados Unidos”
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