El ranking letal lo encabeza EE.UU., con 160,290 muertes, le sigue Brasil con 96,096 y tercero México, con 49,698, según cifras oficiales.

La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Miércoles 5 de agosto de 2020
En esta conferencia las autoridades de la Secretaría de Salud informaron que hay 456,100 casos confirmados, mientras los casos sospechosos ascienden a 85,845 y los casos estimados activos a 44,636.
A su vez, dieron a conocer que se estudiaron a 1,041,860 personas, de las cuales 499,915 dieron negativo y el índice de positividad - porcentaje de pruebas positivas sobre el total que se realizan- se ubica en 51%. Una explicación posible de este dato es que se realizan pocas pruebas en proporción a la población de México, que ronda los 127 millones de habitantes.
Según López-Gatell, aunque admite que la pandemia sigue activa, 14 entidades federativas presentan un patrón de descenso, ya habrían pasado el pico de contagios. Unas 11 están estables, no hay cambios en el número de casos diarios y siete estados están en fase de ascenso. Estos últimos son Baja California Sur, Colima, Zacatecas, Hidalgo, Guanajuato, Nayarit y Yucatán.
Detalló que es necesario cumplir las medidas de seguridad sanitaria: la sana distancia, lavado continuo de manos con agua y jabón, proteger el estornudo con el ángulo interno del codo, si se presentan síntomas de covid, quedarse en casa durante 14 días y, por último, el uso del cubrebocas, en lugares cerrados, como el transporte público es uno de los espacios de mayor interés.
El gran ausente de las medidas sanitarias es la aplicación de pruebas masivas y periódicas, en particular para el sector salud y el conjunto de los sectores esenciales. Con pruebas insuficientes, y sin control ni seguimiento de los contactos de las personas que enfermaron, el virus se expande.
La política del gobierno de AMLO no puede ser más perversa: deja toda la responsabilidad en la población, a la que compele a volver al trabajo cuando los contagios siguen con números muy altos. Esto mientras permite los despidos y los recortes salariales, y ha dejado librados a su suerte a quienes laboran en el sector informal, ya que no cuentan con una ayuda o subsidio de cuarentena que cubra al menos el costo de la canasta básica y les permita sobrevivir. Ha privilegiado los intereses de trasnacionales y empresarios por encima del bien común de las mayorías.
Cuando aún no hay vacuna, y tampoco se sabe si cuando haya habrá suministro suficiente para la población, es necesario enfrentar esta política sanitaria criminal. Urge que las direcciones de los sindicatos que se reivindican democráticos rompan la tregua con AMLO, y junto con trabajadoras y trabajadores de todos los sectores exijan con la lucha y la movilización pruebas masivas y periódicas, así como equipo de protección personal adecuado, para todos los sectores esenciales.
Que se basifique inmediatamente a todas y todos los trabajadores del sector salud y que se aumente el presupuesto para el rubro a partir del no pago de la deuda externa, impuestos especiales a los magnates como Slim y Salinas Pliego, y reasignando el presupuesto del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional al sector salud. Todo esto como parte de un programa obrero de emergencia ante la crisis.