Por cuarta semana consecutiva fracasó el anuncio del ejecutivo municipal de retomar el servicio. Seis trabajadores no cobran sus salarios ni aguinaldo desde julio. Miserias de una patronal adicta a los subsidios y la necesidad de pelear por más que el salario.
Miércoles 26 de agosto de 2020 10:26
Los seis trabajadores de la empresa Mi Bus en Villa La Angostura ven como su fuente de trabajo se esfuma en medio de la pandemia. Con el servicio suspendido desde fines de junio y casi dos meses de atraso en sus haberes la empresa tira la pelota al Municipio, el Municipio al Concejo Deliberante y este a los subsidios de Nación que no llegarían.
Andrés es trabajador de la empresa hace un año. Nos cuenta que su recibo de sueldo dice que son contratados con categoría de conductores, pero deben hacerse cargo de la limpieza de las unidades al final del turno y hasta de los arreglos mecánicos por un sueldo de bolsillo de $40.000 mensuales, fuera de convenio, sin el adicional de zona fría, sin representación gremial y desde mayo sin que la empresa realice los aportes patronales y de obra social correspondientes.
En verano la situación es aún peor, con mayores frecuencias y recorridos añadidos por la temporada los seis choferes se reparten los turnos. Sin franqueros ni personal adicional, terminan realizando doble turno desde las 6 hasta las 22 horas. El galpón donde se dejan las unidades al final del día ni siquiera posee un baño.
Por ello Andrés y un compañero decidieron asesorarse y enviar una carta documento a la empresa intimándo a que cumpla con el pago de haberes. “El municipio no se hace cargo, la empresa dice que espera el subsidio y no sé qué. Pero ellos ya cobraron, tienen las cuentas al día y somos nosotros los que tenemos que esperar. No tenemos novedad de si hemos sido despedidos suspendidos, ni nada de nada”.
Otro chofer comenta “Yo no puedo hacer cagar de hambre a mi familia, mire la fecha que estamos y todavía no sé nada de mis haberes”. Con alquileres que rondan los $20.000, y precios “de temporada” todo el año, la situación es acuciante.
Breve historia del despojo
En noviembre de 2018 el boleto en Villa La Angostura era el segundo más caro del país a $24. En enero de 2019, con un acumulado de 57% de aumento del boleto desde noviembre de 2018, la empresa pidió un nuevo aumento de las tarifas para compensar la suspensión del subsidio al gasoil dispuesto por el Ministerio de Transporte de Nación, con lo cual el boleto se disparó a $50 y $29 con tarjeta.
Hoy el valor del boleto mínimo es de $97 y $55 con tarjeta, la más cara del país sin ninguna duda.
Una patronal parásita
Incluso con estos valores, la empresa no dejó nunca de demandar subsidios. Hoy con la caída de la recaudación producto de las restricciones sanitarias y de la caída de la actividad económica en el marco de la pandemia, continúa presionando por mayores subsidios. Ignacio Gigena, abogado de la empresa Mi Bus, dijo a mediados de julio que la única solución para pagar salarios era un adelanto de subsidios a cargo del municipio, como por esos días hiciera el municipio de Bariloche ne favor de la misma empresa. A principios de junio anunciaron que rescindirían el contrato en octubre. Gigena era también abogado de la anterior empresa, LINSA SRL, que abandonó el servicio en abril de 2017 dejando el lugar a Mi Bus, empresa del grupo SEMISA a través de Transportes Amancay SRL. LINSA, a su vez, había reemplazado a Transportes 15 de mayo un año antes. Todos los contratos estaban estipulados por 10 años pero acusando problemas de costos y falta de subsidios fueron rescindidos antes de término.
Por si fuera poco, las unidades que Mi Bus destinó a Villa La Angostura, fueron sacadas del plantel que la empresa posee en Bariloche. En febrero…
