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Red Internacional
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Migrantes. Michoacán, Jalisco y Guanajuato reciben 29% de las remesas

En el primer semestre de 2018, las remesas enviadas a México ascienden a 16,244.5 millones de dólares. Así apoyan los migrantes a sus familias, aun bajo persecución y amenaza por parte de la administración Trump.

Miércoles 1ro de agosto de 2018

De acuerdo con datos del Banco de México (Banxico), el monto total de este primer semestre creció 11.6% respecto al mismo periodo de 2017, lo que representa 1,684.6 millones de dólares más. Encabezan el ranking de estados receptores de estos fondos Michoacán (10.1%), Jalisco (10.0%) y Guanajuato (9.0%). Le siguen el Estado de México (5.7%), Oaxaca (5.2%), Puebla (5.2%), Guerrero (4.9%), Ciudad de México (4.2%), Veracruz (4.2%) y San Luis Potosí (3.6%).

Aun en el contexto de miedo e incertidumbre que genera la administración Trump con sus políticas antimigrantes y la renegociación del TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte), Estados Unidos es el principal origen de las remesas que recibe México, con 90%, y de ese porcentaje 30% proviene de California.

Entre los 10 principales estados receptores de remesas se cuentan cinco de los que eligieron nuevo gobernador en las elecciones de julio pasado. Se trata de Jalisco (10.0%), Guanajuato (9.0%), Puebla (5.2%), Ciudad de México (4.2%) y Veracruz (4.1 por ciento). En cuanto al sur-sureste del país (Tabasco, Chiapas y Yucatán), aunque no alcanzan niveles altos de remesas, contribuyeron conjuntamente 3.5% al total. Morelos recibió el 2.0%.

¿Quiénes reciben las remesas? Familias de sectores populares principalmente de zonas rurales o semiurbanas que las ocupan para sobrevivir la miseria y precarización generalizada que impera en el país. Según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera casi 70% de los envíos de dinero se usan para consumo ordinario como compra de alimentos, salud o gastos escolares.

Cabe destacar que parte del dinero que se envía –y que se gana con condiciones de superexplotación– se lo apropian instituciones financieras que sacan provecho de la necesidad de mandar dinero de las familias trabajadoras. Así, se cobran muy altas comisiones en los envíos que llegan a costar hasta 16 dólares por cada 200 dólares de envío. Además, la utilidad por el tipo de cambio hace un gran negocio para el capital financiero.