El Gobierno oficializó aumentos mayores al 150% para usuarios de ingresos medios y bajos. Ya estabas en la lona, ahora te va a dejar arruinado. Se vienen facturas del doble o triple de lo que ya pagabas. Después de mandarse un error garrafal con el suministro de gas y pagar 10 veces más de lo que estaba previsto, te la cobran a vos. Salvo que le paremos la mano a la licuadora.
Miércoles 5 de junio de 2024 10:40
Este miércoles se publicó la Resolución 92/2024 de la Secretaría De Energía que reporta al ministro Luis Caputo. En la misma, aprueba “la Programación Estacional de Invierno Definitiva para el mercado eléctrico”. Pero la clave es que oficializa la quita de subsidios a las tarifas de energía que comenzará a regir en junio. ¿Qué significa? Que todos los usuarios pagarán más caro por la luz y el gas, cuestión que afectará sobre todo los residenciales de ingresos medios y bajos. Los aumentos pueden ser del 155%. Pero además tendrán nuevos topes de consumo subsidiado, que serán más bajos. Si te pasás, de eso, pagás tarifa plena.
En el caso de la electricidad, los aumentos del Precio Estacional de la Energía (PEST) quedarán en $71.411 por megawatt hora (MWh), hasta octubre.
Para tener una idea, el segmento N1 pasará de $24.710 a $30.355 (22,8%), el N3 pasará de $6.585 a $16.850 (155,9%) y el N2 pasará de $6.295 a $12.545 (99,3%). O sea que los aumentos para altos serán en los segmentos más bajos. Ajustando a “la casta”, ponele.
Además la Resolución 90/2024 ordena nuevos topes de consumo con subsidio. Los usuarios N2 y N3 que excedan esos límites pagarán más caro la electricidad. Por ejemplo en el N3 (ingresos medios), baja de 400 kWh/mes a 250. A partir de ahí te cobran tarifa plena.
La medida tiene un fundamento que muestra la matriz del gobierno. Asegura que está tomada “con el fin de establecer los mecanismos para la sanción de precios en condiciones de competencia y libre acceso, mantener en términos reales los niveles de ingresos y cubrir las necesidades de inversión, para garantizar la prestación continua de los servicios públicos de transporte y distribución de energía eléctrica y gas natural en condiciones técnicas y económicas adecuadas para los prestadores y los usuarios de todas las categorías”.
Bajo ese eufemismo en realidad esconde cuál es el objetivo del gobierno: favorecer los negocios de las grandes empresas energéticas, desde las eléctricas a las petroleras, a costa del bolsillo popular. Pero además pretende esconder que nos gobierna una manga de inútiles. Los mismos que por ahorrarse unos pesos en un gasoducto terminaron pagando 10 veces más por GLN traído en barcos desde Brasil. Una payasada de “economistas” de circo.
El ministro Caputo, con el secretario de Energía que fue empleado de empresas enérgéticas, te van a meter la mano en el bolsillo otra vez. Terminan los primeros 6 meses de gobierno y vos estás cada vez peor.