El ex sargento de la Bonaerense Justo López, condenado a perpetua por torturar hasta la muerte a Miguel Bru, podrá gozar de la libertad condicional gracias al Tribunal de Casación de la Provincia que revocó la resolución dictada por la camarista penal de La Plata, María Silvia Oyhamburu. Con esta medida se amplían los beneficios con los que ya contaba, salidas transitorias cada 48hs.
Miércoles 22 de octubre de 2014
Miguel Bru, estudiante de periodismo en la UNLP fue detenido, torturado y asesinado en agosto de 1993 por policías de la Comisaría Novena de La Plata. Su cuerpo jamás se encontró. Su desaparición es uno de los tantos casos que nos muestran cómo actúa la maldita policía y cómo le responde la justicia.
Seis años después de su desaparición se llega a juicio oral. Con la aparición de nuevos testigos la causa recién comienza a avanzar y así empieza a salir a la luz la red de encubrimientos y complicidad de la justicia. El juez que llevaba la causa, Amílcar Vara, fue destituido por complicidad. Luis Suazo y Alberto Mauro Martínez estaban detenidos en la comisaría Novena cuando mataron a Miguel. Celia, la hermana de Suazo, fue una testigo clave en el juicio “mi hermano me dijo que a Miguel le habían dado bolsa (submarino seco) y se les había quedado. Él nombró a López. También me dijo que los vio meter el cuerpo en un auto, y que llevaban bidones. Su hermano murió poco después de que Celia declarara en 1994, en un supuesto enfrentamiento. Alberto Mauro Martínez al declarar como testigo protegido dijo “Primero nos quemaron la casa, después nos fabricaron causas. ¿Sabe lo que me pueden hacer en el penal de Olmos por un paquete de pastillas?”. Vio cómo lo entraron y cómo lo llevaban a la sala donde se torturaba, “la sala de radio, le decíamos así porque ponían la radio fuerte para tapar los gritos”. “Lo tiraron ahí. Con otro preso lo pusimos en una cama de una celda del fondo, y lo mojamos un poco, qué se yo. Estaba inconsciente. Después nos encerraron, se lo llevaron y no lo volvimos a ver.”. El también fue asesinado en un presunto enfrentamiento policial.
En 1999 los policías Justo José López y Walter Abrigo fueron condenados a prisión perpetua. El comisario Luis Ojeda y el suboficial Ramón Ceressetto por fraguar el libro de guardia fueron condenados a dos años de prisión de cumplimiento efectivo. Ceressetto y Ojeda están libres. Justo López lo estará también en poco tiempo.
Miguel Bru, Walter Bulacio, Sebastián Bordón, Luciano Arruga y la lista de jóvenes víctimas de la violencia policial sigue.