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Red Internacional
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#HUELGAAMAZON. Miguel, trabajador de Amazon: “Me llevaron esposado en coche patrulla hasta el hospital”

Testimonio de un trabajador de Amazon que fue golpeado y detenido por la policía durante la huelga de 72 horas en San Fernando de Henares.

Josefina L. Martínez

Josefina L. Martínez @josefinamar14

Viernes 27 de julio de 2018

Foto: Izquierda Diario

Miguel trabaja en Amazon hace más de tres años. Los primeros nueve meses estuvo contratado por una empresa de trabajo temporal (ETT) y el resto como indefinido. Trabaja en el sector de Outbound (despacho de productos) y hace ‘picking’, es decir que camina varios kilómetros por día al interior del almacén de Amazon buscando cada uno de los productos que compran los clientes. Lo que nunca se hubiera imaginado es que iba a terminar herido, esposado y detenido en las puertas de Amazon, trasladado en coche policial al hospital y acusado de “atentado a la autoridad”. Tuvieron que darle siete puntos en la barbilla por la herida que le hicieron con un golpe de porra policial. Después de ser atendido en el hospital, lo llevaron esposado a la comisaría.

¿Todo por qué motivo? Por respaldar la huelga junto a sus compañeros y compañeras del Almacén Amazon de San Fernando de Henares, en Madrid.

Durante la segunda jornada de huelga, la policía había estado provocando desde la mañana, más desde que llegó un grupo de antidisturbios: no permitían que los piquetes informativos hicieran su labor, algo que el Comité de empresa denunció ante la Inspección de Trabajo. Ese día, Miguel se encontraba con sus compañeros en las puertas de Amazon, apoyando la huelga. Poco después, la imagen de su camiseta, totalmente ensangrentada, iba a multiplicarse por miles en las redes sociales: un símbolo gráfico de cómo trata Amazon a los trabajadores.

¿Miguel, cómo fue el momento en que la policía te detiene y te pega?

Estábamos protestando por un compañero que la policía había retenido, en ese momento yo estaba atrás, con los demás compañeros gritando. Entonces la policía cargó y a mi me enganchó la porra, me empujaron y me dieron un porrazo: me dio en la cara, en la barbilla. Después me tiraron al suelo, vino el revuelo y me quedé yo solo. Entonces los compañeros vieron la sangre; la policía me sacó y me llevó a la rotonda, ahí me dejaron detenido, ya no me dejaban irme.

La policía dijo que habían sido los trabajadores quienes habían “cargado” contra la policía. Pero en realidad, ¿cómo empezó todo?

En ningún momento atacamos a la policía, nosotros estábamos en la acera, informando pacíficamente. Entonces ellos se meten en nuestro espacio, empiezan a echarnos de donde estábamos informando a la gente, nos empiezan a quitar del sitio: ahí se armó el revuelo, porque ellos cargaron contra nosotros. En ningún momento nadie agredió a ningún policía, nosotros íbamos desarmados, no teníamos palos, ni piedras, en todo momento fuimos correctos.

La imagen de tu camiseta manchada de sangre recorrió el mundo, como símbolo que lo que está dispuesto a hacer Amazon contra sus trabajadores…

Si, corrió como la pólvora esa foto. Yo veía que sangraba mucho, y tenía la camiseta muy manchada, pero nadie me daba nada para ponerme en la barbilla y que parara la sangre. Entonces me quité la camiseta y cayó al piso, ahí una compañera le hizo una foto.

Después te tuvieron retenido un tiempo largo, sin atenderte la herida, y te llevaron esposado al hospital…

Primero me tuvieron más de una hora sin atenderme, porque la ambulancia no me podía llevar por ser un detenido. Me tenían allí en el estacionamiento de Amazon, y como Samur no me podía llevar por estar detenido, al final me llevó un coche de policía esposado hasta el hospital, hasta la sala donde me curaron. Luego otra vez detenido a la comisaria.

Frente a la comisaría hubo una concentración para pedir la libertad de los dos detenidos. ¿Sabíais adentro que estaba toda esa gente allí pidiendo por vuestra libertad?

Yo no me enteré de nada adentro, estaba abajo en los calabozos. Cuando salí me dijeron que había unos cuantos compañeros que me habían ido a ver. Y al salir… Yo no esperaba la repercusión que hubo y el apoyo que había allí, ¡tanta gente! Salí y me quedé un poco impresionado, dije unas palabras, enseguida abracé a mi familia, así lo viví.

No solo te golpearon, te dejaron una herida y te detuvieron… Además, te han puesto tres cargos judiciales…

Me han puesto tres cargos: atentado a la autoridad, desacato y desorden público. Pienso que está mal porque yo en ningún momento empujé a nadie, ni forcejee con nadie, ni incité a que ellos cargaran. En ningún momento ocurrieron los hechos que ellos dicen.

Esto se ve muy claro en todos los videos…

Si, eso está grabado, hay muchos videos desde distintitos ángulos, de mucha gente, fotos, hay muchos documentos.

Después de todo lo que ocurrió, ¿qué balance haces de la huelga que hicisteis?

La huelga está bien hecha. Era una huelga que servía para que se conozca la precariedad que tenemos en el trabajo, lo que quieren hacer con nosotros. Los piquetes eran informativos, para informar a los compañeros. Por eso creo que están mal los métodos que han usado…

La policía actuó defendiendo a la empresa y diciendo cosas que nosotros no habíamos hecho: que habíamos cortado el tráfico y otras cosas que se inventan.

¿Te sorprende la solidaridad de otros trabajadores y jóvenes con la lucha de Amazon?

Me parece una solidaridad muy buena, que no me esperaba. Es lo que hay que hacer, apoyarse unos a otros y estar unidos, porque es el único camino por el que podemos conseguir algo.

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Josefina L. Martínez

Nació en Buenos Aires, vive en Madrid. Es historiadora (UNR). Autora de No somos esclavas (2021). Coautora de Patriarcado y capitalismo (Akal, 2019), autora de Revolucionarias (Lengua de Trapo, 2018), coautora de Cien años de historia obrera en Argentina (Ediciones IPS). Escribe en Izquierda Diario.es, CTXT y otros medios.

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