El altruismo filantrópico de Slim, aplaudido por AMLO, se desbarata cuando ponemos atención al total de su fortuna.

Yara Villaseñor Socióloga y latinoamericanista - Integrante del MTS - @konvulsa
Miércoles 25 de marzo de 2020
Carlos Slim (Grupo Carso), magnate multimillonario y el hombre más rico de México y Latinoamérica, donará equipo médico e insumos por valor de mil millones de pesos. Al igual que Salinas Pliego (de Grupo Salinas) y de Germán Larrea (de Grupo México), quienes le suceden en la lista de multimillonarios y también se “solidarizarán” frente a la crisis sanitaria, los magnates cuentan con el apoyo y respaldo de AMLO, quien aplaudió su filantropía.
Slim planteó que frente a la cuarentena venida con la pandemia del COVID19, sus empleados “conservarán su trabajo”, claro, sin garantizarles pago durante su ausencia o recorte de bonos y prestaciones; tampoco se pronunció contra los despidos en sus empresas, varias de las cuales tienen a millones de trabajadores trabajando en condiciones de precarización.
SI bien el protocolo de Grupo Carso contempla medidas especiales para mayores de 55 años, el problema central radica en mantener las actividades productivas y económicas de sectores no indispensables durante la cuarentena, tanto en México como en otros países.
La fortuna de SLIM equivale al 0.3% del PIB de EEUU; o el 6% del PIB total de México; o 6 millones de veces más que el ingreso promedio de una familia mexicana; con su fortuna podría comprar todo el oro y la plata de México, y superar el valor de marcas como Coca Cola y Nike juntas.
No podemos dejar de lado que su fortuna está basada en la precarización y explotación de millones de trabajadores de telecomunicaciones y servicios, como los restaurantes Sanborns, que vienen enfrentando golpes a sus condiciones laborales y trabajan en la más alta precaridad.
Contra su altruismo, desde La Izquierda Diario proponemos que se implementen impuestos progresivos y extraordinarios a los magnates multimillonarios como Slim y sus fortunas, para que con esos recursos pueda financiarse de conjunto un sistema de salud público, gratuito y universal que centralice la salud pública y privada, acabe con la salud de primera y de segunda, y tenga una cobertura efectiva para la población y todas sus necesidades médicas y sanitarias, así como para basificar y garantizar condiciones laborales plenas para quienes trabajan en el sector salud durante la pandemia.
Sólo así podremos financiar test masivos para toda la población con o sin síntomas de COVID19, y sentar las bases para revertir el desmantelamiento sistemático del sector salud tras las políticas neoliberales de la que empresarios como Slim se beneficiaron para profundizar la explotación y aumentar sus ganancias.