No pasarán. Milei anunció que vetará la Ley de Financiamiento Universitario: seamos millones en las calles para enfrentarlo

El presidente Javier Milei anunció que vetará la ley de Financiamiento Universitario sancionada este jueves, luego de que usara el mismo recurso para vetar la reforma jubilatoria. Se trata de una medida que apunta a continuar ahogando al sector público y atacando los derechos básicos de la población, con el argumento de que "no hay plata", mientras se continúan destinando millones de dólares a pagar la deuda ilegal e ilegítima con el FMI.

Tras conocerse que Milei vetará la ley, el diputado nacional del PTS/Frente de Izquierda, Nicolás del Caño, dijo en X: "Ahora anuncia el veto total a la Ley de Financiamiento Universitario. Seamos millones en las calles de todo el país para voltear este veto a la educación pública y derrotar todo el plan de Milei y sus cómplices".

Ahora anuncia el veto total a la Ley de Financiamiento Universitario. Seamos millones en las calles de todo el país para voltear este veto a la educación pública y derrotar todo el plan de Milei y sus cómplices. https://t.co/m2800xgSyM

— Nicolas del Caño (@NicolasdelCano) September 13, 2024

La ley aprobada en el Senado significa una recomposición sobre un ajuste ya realizado al sector, que ya perdió un 30% en lo que va del año, respecto al mismo período del año pasado, según datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso. Sin ir más lejos, las becas Progresar se ajustaron un 65%. El proyecto sancionado en el Congreso implica un "blindaje" del presupuesto de universidades públicas frente a futuros intentos de licuación inflacionaria y su impacto en términos presupuestarios es sólo de 0,14% del PBI. 

Su aprobación en el Congreso significó una nueva derrota para el Gobierno y dejó en evidencia la fragilidad de su plan para ajustar al presupuesto universitario y el salario de los docentes y no docentes. La jornada parlamentaria estuvo enmarcada en una movilización importante en las afueras del Congresode gremios universitarios de todo el país, estudiantes y organizaciones que llevaron adelante una nueva jornada de paro, para exigir su aprobación por los senadores, luego de que la Cámara de Diputados la sancionara.

Ahora, tras el veto, según el artículo 83 de la Constitución nacional, debe regresar a la Cámara donde se inició el debate, en este caso, la de Diputados. Si allí se aprueba con una mayoría de dos tercios, el proyecto se envía a la Cámara revisora (en este cas, el Senado).

En estas votaciones, los legisladores deben pronunciarse de manera nominal, es decir, votan a favor o en contra. Si ambas Cámaras lo aprueban con la mayoría requerida, el proyecto se envía nuevamente al Poder Ejecutivo para su promulgación. Sin embargo, si las Cámaras no coinciden, el proyecto no podrá ser reconsiderado durante ese año legislativo. Cabe destacar que el Presidente no puede ejercer su poder de veto si el Congreso insiste en un proyecto que ya ha sido vetado previamente.

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Por eso, es fundamental que el día que se trate la ley en la Cámara de Diputados seamos miles en los alrededores del Congreso para dejar en claro que no vamos a permitir el ajuste sobre las universidades y la comunidad educativa. Como en la Marcha Universitaria del 23A tenemos que ser millones para evitar que el Poder Ejecutivo avance con el veto.

Milei dijo que vetará la Ley de Presupuesto Universitario. Le declaró la guerra a todo el movimiento estudiantil y la comunidad universitaria argentina.

Tendremos que elegir nuestros aliados: los jubilados, los trabajadores aeronáuticos, los despedidos.

— Luca Bonfante (@LucaBonfante98) September 13, 2024

No podemos confiar en los diputados de las fuerzas patronales, que luego del veto a la reforma de jubilaciones, dejaron en claro que no tienen ningún problema en borrar con el codo lo que escribieron con la mano. Recordemos que el veto fue posible gracias a los "87 héroes" que votaron en contra (con la colaboración directa del PRO, bloques afines como el de Zago, los 3 tucumanos ex Unión por la Patria y 5 diputados de la UCR) y las abstenciones, como las de Innovación Federal, y Lourdes Arrieta.

Por eso, es fundamental comenzar desde ahora una gran campaña en todas las universidades, escuelas, lugares de trabajo y barrios para exigir a las centrales sindicales que convoquen a un paro general y a un plan de lucha hasta derrotar este ataque.