Fue este miércoles por la noche, en el Yacht Club Puerto Madero, un lugar exclusivísimo. El presidente habló sobre Aerolíneas, sobre la arbitraria condena a Cristina Kirchner y volvió a celebrar la victoria de Trump.
Jueves 14 de noviembre de 2024 10:05
"Esto no es solamente una batalla política, no es solamente una batalla económica, porque esos son logros circunstanciales. Lo relevante, lo que le va a dar perdurabilidad en el tiempo a esto, es la batalla cultural". Javier Milei volvió sobre un tópico que le permite darle sustento a su armado político al mismo tiempo que se prepara hacia el 2025. Como todo en el discurso de los liberales-libertarios, su larga intervención estuvo llena de falsificaciones y omisiones.
Este miércoles por la noche, en el más que selecto Yacht Club Puerto Madero, Javier Milei lanzó la Fundación Faro. La misma funcionaría como una suerte de “think tank” liberal-libertario, mirando esencialmente hacia la campaña de 2025. Estará presidida por el ultraderechista Agustín Laje, ideólogo de discursos reaccionarios contra la izquierda y los derechos de las mujeres y la comunidad LGTBI.
El lugar elegido para el evento se encuentra ubicado en el Dique IV y, “es el club privado más prestigioso de la ciudad de Buenos Aires”, según refieren en su página web, y fue construido en el año 1997 a 150 metros del centro financiero y comercial de la ciudad.
El espacio se llenó y Milei habló por más de una hora. Aunque no fue confirmado oficialmente, se estima que el cubierto para participar tuvo un valor de USD 25.000. Además, trascendió que se apuntó a que las empresas nacionales compraran mesas a U$S 200.000.-, para ocho comensales. Desde la entidad informaron a los medios que “Muchos de los principales empresarios y empresas del país están aportando a la Fundación Faro, independientemente de la cena lanzamiento, pero por razones de seguridad y para preservar su privacidad preferimos no dar nombres propios ni hablar de montos”.
Entre los invitados estaban los grandes capitalistas que vienen bancando al Gobierno de Milei. La lista incluía a empresarios como Paolo Rocca, Eduardo Elsztain o Miguel Galuccio. Al único que se vio públicamente fue a Elsztain, titular de IRSA y dueño del hotel Libertador, en el que Milei estuvo alojado por semanas durante la campaña electoral.
En su discurso Milei repitió los tópicos comunes acerca de las privatizaciones; el carácter de “benefactores" a los empresarios; la arbitraria condena a Cristina Kirchner, entre otros temas.
Afirmó, además, que “defendemos la vida, la libertad y la propiedad privada, esto es a rajatabla y contra viento y marea, no importa quién se ponga enfrente. Tenemos la vocación de abrirle las puertas del partido a cualquiera que comparta estas ideas y estos valores, no importa de dónde venga, como también expulsaremos a quienes los transgreda como ya hemos hecho".
La realidad es que, salvo la salida de la ex canciller Diana Mondino, nadie sabe porque dejaron cargos y puestos muchísimos de los funcionarios que se fueron del gobierno de La Libertad Avanza.
En la justificación de la “batalla cultural” que pretende librar, Milei afirmó que “los empresarios no pueden ser indiferentes en esta disputa, tienen que tomar partido de forma activa. Ya hemos aprendido que el costo de no involucrarse es demasiado alto”.
El “llamado a los empresarios” tiene mucho de mangazo. El Gobierno viene insistiendo hacia los grandes capitalistas con el pedido de que hagan inversiones para sostener un modelo que los beneficia abiertamente a medida que se ajusta al pueblo trabajador. Sin embargo, el gran capital aun desconfía de la estabilidad de la gestión liberal.
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Si bien Javier Milei y su sequito de aliados, insisten en que terminarán con la casta “chorra e inútil”, se pasea junto a ellos en salones de primer nivel y en terrazas exclusivas, rodeado de veleros, a la que las grandes mayorías no pueden acceder.
Mientras que la mínima de los jubilados y jubiladas no llega a los $300.000, con índices de indigencia del 18%, el gobierno organiza un evento para recaudar fondos para su fundación haciendo un uso obsceno de recursos económicos, mientras 7 de cada 10 niños, niñas y adolescentes es pobre.
La distancia entre lo que dice y lo que hace el Gobierno no puede sostenerse por mucho tiempo. El descontento social empieza a sentirse y las y los trabajadores de diferentes sectores, el movimiento estudiantil y los jubilados y jubiladas, vienen mostrando como se enfrenta el brutal ajuste con medidas que muestren toda la fuerza de la pelea que hay por delante para derrotar el plan ajustador.