Privatizaciones. Milei negocia la entrega de la Hidrovía Paraná - Paraguay a una empresa propiedad de Black Rock

La hidrovía en números

La mal llamada hidrovía Paraná - Paraguay (dado que es un concepto que invisibiliza al río en su conjunto) es la principal salida de las exportaciones argentinas no sólo de commodities sino además de productos industriales. Con una longitud de 3400 km conecta el mundo con los puertos de Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay. Durante el año 2023 el volumen operado fue superior a los 100 millones de toneladas de carga representado por más de 4000 barcos que operan a lo largo de todo su lecho.

Te puede interesar: Ley Bases: ¿a qué hora empieza, cuánto va a durar, cómo van a votar los senadores?

Para el caso de la Argentina, la Vía Navegable Troncal conecta a 79 puertos de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Chaco, Formosa y Misiones. La zona del Gran Rosario es el tramo de mayor calado, actualmente en los 34 pies, tramo por el que salen alrededor de un 80% de nuestras exportaciones.

Te puede interesar: Más casta empresaria. Designaron a un ex director de Blaquier como interventor de la Hidrovía Paraná-Paraguay

Entre los principales puertos argentinos y los principales productos operados tenemos:

• Puerto Campana: hidrocarburos y derivados, fertilizantes, insumos de mineral de hierro, caños sin costura, productos embolsados y forestales
• Puerto de Zárate: carga general, big bags y azúcar
• Puerto de San Nicolás: fertilizantes, carbón, productos siderúrgicos, cargas varias
• Puerto Rosario: algunos minerales, rieles y durmientes, azúcar y fertilizantes
• Puerto San Martín: minerales y fertilizantes (Profertil, TFA y otras terminales) y de cobre proveniente de la Minera Alumbrera
• Puerto de Timbúes: Las cargas que podrían operar las dos centrales termoeléctricas (San Martín y Vuelta de Obligado)

Las primeras cuatro terminales portuarias operan además petróleo y sus derivados de empresas como Petrobras, YPF, Esso, Oil Combustibles y Shell.

La hidrovía opera principalmente como una vía de salida al mundo de las exportaciones de los países de la región, pero además es fundamental para el comercio interno entre estos países. Así según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario, el movimiento aguas abajo (norte - sur) desde Paraguay, Brasil y Bolivia estuvo compuesto por productos principalmente del complejo sojero (66%), y en menor medida por productos como el azúcar o el hierro. Este tramo que va hasta el Puerto de Santa Fe es operado sobre todo por barcazas dado que por el calado existente (aprox. de unos 10 pies) no es posible la circulación de barcos.

A partir de este punto hacia ultramar, el calado que va desde los 28 hasta los 36 pies, posibilita la navegación de grandes barcos graneleros. Argentina se constituye en el principal país exportador de granos y derivados, dado que Brasil lo hace a través de puertos propios como el de Rìo Grande o Santos, mientras que Uruguay lo hace a través del puerto de Nueva Palmira. Tanto Paraguay como Bolivia que no cuentan con puertos naturales propios, utilizan la hidrovía como principal salida de sus exportaciones. Es por ello que, dada la decisión tomada por Argentina en el año 2022 de cobrar para todo transporte fluvial que circule desde el Puerto de Santa Fe hasta Confluencia, fue precisamente el Gobierno de Paraguay el que reclamó internacionalmente por su eliminación.

Fuente: Renovarg

Te puede interesar: Entrevista Francisco Muzzo. Hidrovía Paraná-Paraguay: "El 30 % de lo que se produce se exporta en negro"

Presente y futuro en la cocesión

Durante 26 años estuvo operado por la empresa belga Jan De Nul, donde el Estado argentino tuvo nula participación lo que generó fuertes denuncias por adulteraciones en las diferentes facturaciones, falta de inversiones necesarias, narcotráfico, entre otras. Desde abril de 2021 hasta la actualidad el llamado a licitación está suspendido, aunque el actual Gobierno está llevando adelante negociaciones para entregarlo a firmas norteamericanas, a pesar de que es bien sabido que no cuentan con la capacidad operativa que sí tienen otras. Esto último está relacionado por la baja escala con la que operan estas empresas norteamericanas dado que casi no tienen presencia en otros países, a diferencia de las Big Four (Jan De Nul, DEME, Boskalis y Van Oord) que controlan el 80% de las operaciones de dragado en el mundo.

Te puede interesar: Injerencia imperialista. EEUU se mete en la hidrovía: un acuerdo habilita su presencia militar en el Paraná

En septiembre del año pasado se conoció la noticia del pedido de la Cámara de Comercio Paraguayo Americana ante el Departamento de Estado para que interviniera en favor de las empresas norteamericanas en Paraguay contra la imposiciòn por parte de la Argentina del cobro de un peaje por el paso de las barcazas. Se argumenta que este tipo de medidas va en contra de la firma de pactos y tratados preexistentes afectando gravemente intereses económicos y sociales del Paraguay.

Antecedentes de daño socioambiental

Ante semejante muestra de colonialismo, el Gobierno de Milei lejos de oponerse a este planteo ya se encuentra realizando gestiones para que empresas norteamericanas sean las que operen definitivamente la Hidrovía. Entre ellas a Great Lakes Dredge & Docks Company LLC, una firma que fue multada en un millón de dólares por la Justicia en los EE.UU. por haber realizado trabajos de dragado que dañaron oleoductos y generando un derrame de petróleo en las costas del Estado de Luisiana.

El daño fue generado en el 2016 pero la sentencia recién se conoció en el 2022, a través de la cual la Justicia sostiene que la empresa Great Lakes Dredge & Docks realizó maniobras fraudulentas con la intención de ocultar el daño generado a través de la constucciòn de un canal ilegal para luego rellenar con lodo para borrar toda evidencia. Tal como informa el portal houmatoday Esto generó además la imposición de un pago de más de tres millones de dólares en concepto de resarcimiento civil tanto a la compañía operadora del oleoducto como a la comunidad en general.

Te puede interesar: El Círculo Rojo. Ruta de salida de la riqueza del país: ¿Qué pasa con la Hidrovía?

Los buitres siguen acechando

A partir del año 2023, la sociedad de inversión multinacional también norteamericana, Black Rock, adquiere el 10% de las acciones de Great Lakes Dredge & Docks. Bien vale recordar en este caso la injerencia que Black Rock tiene sólo en empresas extractivistas en la Argentina: en Vaca Muerta a través de Pampa Energía, Chevron e YPF SA. En la minería, en el caso del litio por medio de NewCo y en oro, cobre y plata, siendo propietaria de Glencore PLC. En el caso de las exportaciones de granos y sus derivados, con la participación en Viterra Argentina SA, Black Rock impone condiciones a todo el sector agroalimentario del país.

Milei está buscando atraer capitales extranjero rifando los bienes comunes naturales, tal como se expresa en la propuesta del RIGI contenido en la Ley Bases. Para fomentar inversiones (que no esta garantizado que lleguen) este régimen prevé el otorgamiento de beneficios fiscales por décadas, el acceso irrestricto al mercado de cambio oficial (dólares), el saqueo de recursos sin control y la eliminación de cualquier normativa en materia socioambiental. Es el marco legal necesario para que el extractivismo siga avanzando en el país de la mano de los fondos buitres como Black Rock, ya que tener en sus manos la operatoria de la Hidrovía, no sólo es un negocio sumamente rentable sino que garantiza a estas empresas el control efectivo de una de las vías de comercio exterior más importante de Latinoamérica; en cambio para la Argentina, esto se traduce en pérdida de soberanía política y económica, imposibilidad de un control efectivo de su comercio exterior, más restricciones externas a las que ya existen y total dependencia de los intereses de uno de los grupos económicos más grandes del planeta.

Profundizar la entrega del manejo del comercio exterior en manos de grandes grupos económicos es una decisión que va en contra del interés del pueblo trabajador, más aún en un contexto signado por los vaivenes económicos globales y la escasez de divisas que se fugan por esa vía. La falta de dólares comienza a acentuar las contradicciones de la economía nacional, de la mano de desembolsos demorados porel FMI, y de una creciente crisis política. Es momento de cuestionar las vías de salida de dólares por parte de estos grupos concentrados.

El río Paraná es un bien común natural, cuyo aprovechamiento debería estar gestionada de manera democrática por el conjunto de los trabajadores, priorizando a todos los que viven y disfrutan de los recursos que el río provee. Es por ello que los eventuales acuerdos licitatorios de dragado y balizamiento de la hidrovía deberían cumplir los criterios de preservación socioambiental, siguiendo una planificación de la economía donde se contemple el interés de las mayorías y garantizando el sostenimiento del comercio exterior en función de la soberanía política y económica.

El monopolio estatal del comercio exterior gestionado por los trabajadores, permitiría definir cuáles son las prioridades del intercambio comercial, o qué importaciones se puede y conviene apostar a sustituir por producción local. Se podrían asegurar así recursos para incrementar la capacidad productiva y desarrollar las infraestructuras fundamentales, la construcción de viviendas, escuelas, hospitales, la modernización de los transportes, entre otras medidas.

Te puede interesar: El comercio exterior, un asunto demasiado serio para dejarlo en manos privadas