El servicio de emergencia civil dice que decenas de muertos en ataques lanzados después de que el ejército israelí supuestamente emitiera órdenes de evacuación.
Lunes 8 de julio de 2024 11:51
Palestinos huyen de la zona oriental de la ciudad de Gaza tras recibir la orden del ejército israelí de evacuar la zona. Fotografía: Dawoud Abu Alkas/Reuters
Los habitantes de la ciudad de Gaza han denunciado uno de los ataques más duros de las fuerzas israelíes desde el 7 de octubre, obligando a miles de palestinos a huir de una zona ya devastada en las primeras semanas de la guerra que dura nueve meses.
La última incursión israelí en el sector oriental de la ciudad de Gaza se produjo mientras los partidos de extrema derecha de la coalición de Israel amenazaron nuevamente con detener las negociaciones en curso en Qatar para un alto el fuego, argumentando que detener los combates ahora sería un gran error.
La actividad militante esporádica ha obstaculizado los esfuerzos israelíes por mantener el control en Gaza. A pesar de haber reivindicado la autoridad sobre la zona de la ciudad de Gaza hace meses, Israel ha tenido que hacer frente a persistentes focos de resistencia, lo que le ha obligado a reevaluar su estrategia militar y a redistribuir sus fuerzas.
Antes de la reciente ofensiva, el ejército israelí dijo que había emitido órdenes de evacuación en la zona atacada.
El servicio de emergencia civil del territorio dijo a Reuters que creía que decenas de personas habían muerto en la ciudad de Gaza, pero que los equipos no podían llegar hasta ellas debido a las ofensivas en varias zonas.
Según fuentes locales, aviones de guerra israelíes bombardearon un apartamento residencial cerca de un centro industrial al sur de la ciudad de Gaza, matando a dos ciudadanos e hiriendo a otros cinco. Dijeron que una casa al sur de la ciudad de Gaza fue bombardeada, matando a una persona e hiriendo a otras siete.
“Testigos presenciales dijeron que miles de ciudadanos fueron desplazados desde zonas del suroeste de la ciudad hacia el noroeste y pasaron la noche en las calles sin refugio”, dijo una fuente.
Sayeda Abdel-Baki, que se refugiaba en la casa de sus familiares en el barrio de Daraj, en la ciudad de Gaza, dijo a Associated Press: “Huimos en la oscuridad en medio de fuertes ataques. Este es mi quinto desplazamiento”.
Los médicos del hospital árabe bautista al-Ahli en la ciudad de Gaza tuvieron que evacuar a los pacientes al hospital indonesio, ya de por sí abarrotado y mal equipado, en el norte de la Franja de Gaza, dijeron funcionarios sanitarios palestinos.
Según un comunicado militar israelí, las fuerzas israelíes estaban operando “siguiendo información de inteligencia que indicaba la presencia de infraestructura, operativos, armas y salas de investigación y detención de terroristas de Hamás y la Jihad Islámica, incluso en la sede de la UNRWA”.
Philippe Lazzarini, comisionado general de UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, ha criticado anteriormente a Hamás e Israel por ocupar y utilizar sus instalaciones durante el conflicto.
Las esperanzas entre los residentes de Gaza de una pausa en los combates reavivaron después de que Hamas aceptara una parte clave de una propuesta de alto el fuego de Estados Unidos, lo que llevó a un funcionario del equipo negociador israelí a decir que había una posibilidad real de llegar a un acuerdo.
Sin embargo, el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, que encabeza un partido pro colonos que forma parte de la coalición gobernante de Benjamin Netanyahu, dijo que detener la guerra ahora sería un gran error.
“Hamás se está derrumbando y está pidiendo un alto el fuego”, escribió Smotrich en X. “Es el momento de apretar el cuello hasta aplastar y quebrar al enemigo. Detenerse ahora, justo antes del final, y dejar que se recupere y vuelva a luchar contra nosotros es una locura sin sentido”.
En Israel crecen las preocupaciones por la importante influencia que ejercen en la coalición los opositores de extrema derecha a un acuerdo de alto el fuego.
Netanyahu enfrenta críticas de los partidos de oposición, los medios de comunicación y las familias de los rehenes israelíes, quienes lo acusan de socavar los esfuerzos para alcanzar un alto el fuego y asegurar la liberación de los rehenes para su propia supervivencia política.
El lunes, un alto funcionario de Hamás acusó a Netanyahu de intensificar los combates y los bombardeos en Gaza para hacer descarrilar el último intento de tregua. “Cada vez que comienza una ronda de negociaciones y se ve un avance, lo interrumpe todo y aumenta la agresión y las masacres contra los civiles”, declaró el alto funcionario de Hamás a la Agence France-Presse.
La popularidad de Netanyahu se desplomó tras el ataque del 7 de octubre perpetrado por Hamas, que puso de manifiesto graves fallos en la seguridad israelí. La mayoría de los observadores políticos afirman que perdería las elecciones si se celebraran ahora.
No es la primera vez que los partidos de extrema derecha dentro de la coalición interfieren en las negociaciones.
Dahlia Scheindlin, analista política y autora de The Crooked Timber of Democracy in Israel, dijo: “Es natural que los partidos de extrema derecha tengan influencia sobre las decisiones de Netanyahu. Son sus socios de coalición y fueron elegidos para ese puesto. Sería extraño que no tuvieran influencia sobre Netanyahu. Además, el gabinete de guerra ha desaparecido y Netanyahu tiene una mala relación con su ministro de Defensa y desconfía del estamento militar. Cualquier influencia que tengan es ciertamente igualada por los socios que Netanyahu eligió para su gobierno.
“El contexto inusual es que Netanyahu no tenía realmente la posibilidad de elegir socios de coalición en 2022 porque había sido acusado… Por lo tanto, ningún otro partido se uniría a su gobierno. Cuando la gente eligió a este gobierno en 2022, no esperaba una guerra de esta magnitud… no sabían que estaban eligiendo líderes para este propósito”.
El domingo, la oficina de Netanyahu emitió un documento diciendo que cualquier acuerdo debe permitir a Israel reanudar su ofensiva "hasta que alcance sus objetivos de guerra".
El documento fue duramente criticado por el líder de la oposición, Yair Lapid, quien dijo: “¿De qué sirve esto? Estamos en un momento crucial de las negociaciones, la vida de los rehenes depende de ello. ¿Por qué hacer anuncios tan provocativos? ¿Cómo ayuda esto al proceso?”.
El genocidio que lleva adelante Israel ya se cobró la vida de más de 37.000 palestinos en Gaza. De ellos más de 15.800 son niños, mientras que otros 3.500 están en grave riesgo de desnutrición, según el Ministerio de Salud de Gaza. Además, unos 17.000 niños están actualmente solos, separados de sus familias debido a los permanentes desplazamientos forzosos como parte de la política de limpieza étnica a la que Israel somete a la poblacion gazatí.
Las órdenes de evacuación compulsivas de parte del Ejército israelí a la población gazatí desde el 7 de octubre del año pasado tienen el objetivo de infundir miedo y terror a la población palestina y forzar una limpieza étnica, como la que vienen practicando desde 1947. Es parte del genocidio que vienen llevando adelante, y que implica el desplazamiento de millones de personas bajo la amenza de que no tienen lugar seguro adonde ir, constituyendo verdaderos crímenes de guerra.
