Más de 55 mil trabajadores de dos sindicatos, con huelga y manifestaciones, hicieron retroceder al gobernador de Ontario en sus pretensiones de establecer una ley “anti huelga”
Martes 8 de noviembre de 2022 21:58
El jueves 3 de noviembre, el primer ministro (gobernador) de la provincia de Ontario, Doug Ford, firmó el proyecto de ley 28 (la "Ley para mantener a los estudiantes en clase"), que ilegalizaba la huelga de los trabajadores de la educación representados por dos sindicatos, Canadian Union of Public Employees (CUPE) y Ontario School Board Council of Unions (OSBCU).
Al día siguiente, 55.000 trabajadores de la educación fueron a la huelga en un claro desafío a la ley, arriesgándose a una multa de 4.000 dólares canadienses (casi 3000 dólares estadounidenses) y obligaron a Ford a dar marcha atrás ante las amenazas de una huelga general.
Los y las trabajadoras, principalmente personal de apoyo de maestranza, auxiliares de sala primera infancia, bibliotecarios, administrativos, etc. exigen un aumento salarial de 3,25 dólares canadienses por hora, el pago de horas extras, la ampliación de las prestaciones de salud y 30 minutos de tiempo de preparación diario.
Los miembros del CUPE están sin convenio colectivo desde el 31 de agosto y la cuestión salarial sigue siendo el centro de las negociaciones. Reclamaban un aumento salarial anual del 11,7% en cuatro años. El sindicato dijo la semana pasada que su última oferta era aproximadamente la mitad de lo propuesto originalmente.
La “ley 28” habría impuesto al sindicato un contrato de cuatro años que incluye subidas salariales anuales del 2,5% para los trabajadores que ganan menos de 43.000 dólares anuales o menos 25.95 la hora, y del 1,5% para los que ganan más. El sindicato había pedido inicialmente un aumento del 11,3% para los trabajadores, alegando el estancamiento del crecimiento salarial y la elevada inflación, que ronda el 7% anual.
La imposición era casi un insulto si tenemos en cuenta que la organización “Ontario Living Wage” calculaba que en noviembre del año pasado se necesitaba un promedio de 18 dólares por hora para cubrir el costo de vida en la provincia y ascendía a 22 en la ciudad de Toronto. Más de la mitad de los trabajadores de la educación necesitan otro trabajo para llegar a fin de mes.
Las marchas y concentraciones del viernes en toda la provincia demostraron mucha disposición a la lucha y una capacidad de respuesta muy rápida. Tras una década de salarios casi estancados y una inflación del doble del promedio histórico del país, los trabajadores de la educación dieron una señal clara al gobierno
El presidente nacional de CUPE, Mark Hancock, dijo en declaraciones a los medios que los afiliados “salieron a protestar políticamente. Llevaron su mensaje y su rabia a más de 100 sitios en toda la provincia. Se enfrentaron al gobierno de Ford y éste retrocedió".
La lucha de los trabajadores de la educación se ganó la solidaridad de toda la provincia, con innumerables sindicatos -del sector público y privado- que se sumaron a las marchas y concentraciones. Según una encuesta del sitio CTV News, 62% de los habitantes de la provincia dicen que el gobierno de Ford es el culpable del estancamiento de las negociaciones.
Solo la insinuación de una huelga general hizo dar marcha atrás al gobierno, lo que es una clara victoria para los y las trabajadoras de la educación y un ejemplo para el resto de la provincia y el país. Pero esta victoria puede ser pasajera ya que las negociaciones deberán continuar.