Este viernes 5 de febrero, miles de maestras y maestros acudimos a la convocatoria de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) para marchar de Los Pinos a Gobernación en defensa del empleo y la educación.
Sábado 6 de febrero de 2016
Procedentes de Guanajuato, Nuevo León, Jalisco, Veracruz, Chiapas, Sinaloa, Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Morelos, Chihuahua, Hidalgo, el Estado de México y Yucatán, junto a maestros capitalinos, los trabajadores de la educación nos dimos cita en la Ciudad de México para expresar nuestro descontento y resistencia frente a la ofensiva del gobierno de Peña Nieto, los partidos del Pacto por México y los empresarios contra el magisterio y la educación pública.
Durante la marcha
Coreando consignas, con mantas y carteles, marchamos sobre Paseo de la Reforma en defensa del empleo y la educación pública, en rechazo a la reforma educativa y su ofensiva privatizadora, contra la evaluación, los despidos y la desaparición del normalismo, así como exigiendo el alto a la represión y la libertad de los cuatro maestros oaxaqueños presos.
En la marcha se hicieron presentes las aguerridas trabajadoras de intendencia despedidas del IEMS, cuya lucha por la reinstalación en sus planteles y la basificación está a punto de cumplir un mes. En el mitin a las afueras de Gobernación, las compañeras denunciaron los despidos injustificados -por organizarse y luchar contra el trabajo precario- y llamaron a la CNTE a solidarizarse con su lucha.
En el contexto de continuidad del ataque contra los maestros y la educación pública, caracterizado por un nuevo impulso a la privatización, la precarización laboral y el control charril sobre los maestros a través del programa “La Escuela al Centro”, anunciado recientemente por el secretario de educación Aurelio Nuño, las y los trabajadores de la educación de la agrupación Nuestra Clase consideramos de vital importancia el impulso independiente de la lucha magisterial.
Por ello, nos parece que en lugar de insistir en buscar el diálogo con el gobierno, que una y otra vez se muestra dispuesto a aplastarnos, es necesario profundizar el camino emprendido hacia el Diálogo Nacional por la Educación, vinculando lo pedagógico con lo político, para volver de masas la lucha contra la represión y por echar abajo la reforma educativa.
