AMLO justifica la nueva función militar de la Marina en los puertos y aduanas para combatir la corrupción y el tráfico de drogas. Lo cual no es más que una medida política para continuar con la militarización del país.
Viernes 24 de julio de 2020
A raíz de la decisión de Andrés Manuel de militarizar los puertos, renunció Javier Jiménez Espriú, Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT). En conferencia de prensa con el Ex Secretario, AMLO aceptó la renuncia y presentó a Arganis Díaz Leal como nuevo titular.
Javier Jiménez Espriú, presentó su renuncia al no tener acuerdo en trasladar las funciones civiles de los puertos a la Marina, señalando su diferendo político en su carta de renuncia, el pasado 17 de julio.
En la misma conferencia AMLO señaló que busca detener “toda la droga que entra de Asia, no sólo de extinguir los plantíos de mariguana y amapola, si no todas estas dosis que destruyen a los jóvenes. Necesitamos evitar la entrada de drogas y vamos a iniciar ese proceso con la Secretaría de Marina”.
AMLO anunció las nuevas funciones del Ejército y la Marina en el puerto de Manzanillo, extendiendo la militarización a nuevas áreas de la Administración Pública Federal; 49 aduanas y 17 puertos del país. Justificó esta medida aduciendo preocupación, por drogas como el fentalino provenientes de China, que afectan principalmente a los jóvenes.
Seguridad nacional, T-MEC y crisis
Una vez más, la cuestión de las drogas se sigue tratando, como lo hicieran los gobiernos anteriores del PRI y el PAN, en términos de un problema de seguridad nacional y no como un problema de salud. En cuanto a la medida, sólo países con herencias dictatoriales mantienen la militarización de los puertos.
La propuesta de reforma para usar a la fuerzas armadas en los centros portuarios fue presentada en 2019 por una parte de la bancada de Morena, la idea era modificar la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, así como a la Ley de Navegación y Comercio Marítimo y a la Ley de Puertos.
Sin embargo, en una decisión exprés, AMLO dió luz verde a estas funciones, en un nuevo contexto de crisis económica mundial cuyas consecuencias en la medida en que se extienda la pandemia no están definidas, pero amenaza con ser la más intensa de la historia. Hasta ahora la OCDE pronostica un decrecimiento para México del 9%.
Hay dos elementos importantes sobre las cuales se de la decisión. Por un lado, el ascenso de la actividad de los cárteles, principalmente por el Cartel de Jalisco Nueva Generación, aumentando las disputas en los estados de Guanajuato, Michoacán, Colima y Jalisco.
El segundo elemento es la reciente visita de AMLO a la Casa Blanca para reunirse con Trump y profundizar los lazos de subordinación a Estados Unidos. En este marco, entra en vigor el T-MEC.
Con la subordinación del país a EEUU y la reciente firma del T-MEC, México debe garantizar los suministros de las cadenas de valor y la Inversión Extranjera Directa (IED). Así mismo, en el capítulo 27 del T-MEC está contenido el combate a la corrupción y en ese sentido, también está en línea con las nuevas disposiciones del tratado económico regional. Y es también una medida para el control migratorio.
Las consecuencias de la militarización en el país son devastadoras, ha causado de 250 mil muertos, 61 mil desaparecidos, 1 millón de desplazados, aumento de los feminicidios y, militares involucrados en las redes de trata y violación de derechos.
Es claro que esta escalada de la militarización es parte de una política de seguridad nacional en subordinación a EEUU, en medio de un crisis que golpea principalmente a los sectores más precarios. Contrariamente, el gobierno de AMLO no ha escatimado en aumentar recursos para las fuerzas armadas y garantizar su legitimidad.
Mariana Morales
Socióloga UNAM - Profesora la Facultad de Economía UNAM
