Se cuantifican en $1800 millones las millonarias pérdidas desde el 2010 por vencimientos de medicamentos almacenados en bodegas que jamás se distribuyeron a los centros de Salud desde la Central Nacional de Abastecimiento.
Viernes 14 de septiembre de 2018
Se cuantifican en $1800 millones las millonarias pérdidas desde el 2010 por vencimientos de medicamentos almacenados en bodegas que jamás se distribuyeron a los centros de Salud desde la Central Nacional de Abastecimiento.
Dentro de los fármacos que se desecharon se encontraban vacunas para la Hepatitis A ($302 millones) y tratamientos para el cáncer como el de vejiga y leucemia ($700 millones). Es más, pese a un tremendo aumento en la incidencia de infecciones de transmisión sexual, entre ellas la de más impacto: el VIH, que se ha triplicado, se perdieron 25.000 unidades del tratamiento de esta última.
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La derecha propone, las farmacéuticas disponen
Ante la difusión de las millonarias pérdidas el oficialismo no demoró en apuntar a una mala gestión del organismo a cargo (CENABAST), a través de las palabras del ministro Santelices: “Un peso que se pierde por mal uso, por mala gestión, es un peso que no se usa en pacientes y eso no lo podemos tolerar ningún solo minuto” declaró fuertemente, aunque los datos abarcan el anterior gobierno de Piñera.
Reflejo de la mala gestión -que es consecuencia de un modelo de Salud Pública que debe competir y depender del Privado- es que se hayan develado problemas de inventario y destrucción de productos por fuera del protocolo, lo que ha llevado a sumarios administrativos dentro de la institución.
Es por eso que, y como ya es costumbre, el gobierno de la derecha ha ideado la solución a la medida de los empresarios para este problema. Es así que Santelices anunció una reestructuración de la CENABAST en donde los centros de salud deberán comprar directamente a los privados.
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Mala gestión y el problema de fondo para la Salud Pública
La propuesta de gobierno fuerza a los Hospitales, Consultorios, Postas, etc. a negociar con el Mercado Farmacéutico, dejándolos expuestos a que los insumos necesarios para el funcionamiento de dichos centros sean vendidos a altos costos.
Por lo tanto va en dirección contraria a las funciones de la CENABAST como organismo público, entre las que destaca “el fortalecimiento de la gestión financiera y el aumento de la eficacia, con una clara orientación a los usuarios” (Definiciones Estratégicas CENABAST: Gestión Interna, Sept. 2017).
Más allá de que la mala gestión de los recursos es una realidad con la que hay que acabar, los datos hablan más profundamente de un modelo de Salud en crisis, que favorece a las farmacéuticas privadas que venden a la Central de Abastecimiento al por mayor sin control y de forma desconsiderada con la realidad de los problemas de Salud Pública, lo que claramente empeorará la crisis económica en la que ya se encuentra sumida.
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