×
×
Red Internacional
lid bot

Precariedad Laboral. Millones sin salario digno ni prestaciones

Ante el aumento del trabajo precario, se requiere luchar por plenos derechos laborales y la sindicalización.

Miércoles 25 de mayo de 2022

Desde el reaganismo-thatcherismo, con el neoliberalismo y el avance de restauración capitalista en China las patronales atacaron cada una de las conquistas laborales en países centrales y en la periferia, lo cual incluyó rebajas salariales, la aplicación del toyotismo, reformas del Estado, privatizaciones, etc.

El trabajo precario también es consecuencia de ello, es decir, aquel mediante el cual se niegan derechos como un salario digno -que alcance a cubrir las necesidades de la canasta básica, sin que se tenga carencias-, con jornadas excesivas y sin prestaciones laborales ha aumentado un 31.25% en nuestro país, esto equivale a 18 millones de personas en el primer trimestre del año, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

El trabajo precario puede implicar jornadas cortas -con un salario mínimo o menos-, o más amplias de las 48 horas reglamentarias, pero que no rebasan los dos salarios mínimos. La realidad es que seis de cada 10 trabajadores mexicanos ganan un salario mínimo, es decir, 12.4 millones, cifra que representa el incremento de 57.08% en un año.

Sin embargo, no solo crece el trabajo precario, sino también el informal que es ultra precario, esto es, que además de la negativa de derechos, las condiciones laborales son aún más abusivas, por ejemplo, con jornadas mayores a las legales. El INEGI reporta que 58.14% de los empleos “recuperados” desde hace un año son informales -un millón 805 mil -; como en puestos ambulantes, negocios y trabajo del hogar.

Aunado al trabajo precario, el desempleo persiste, pues del primer trimestre de 2022 se registraron 2 millones seis mil 191 personas sin trabajo; y las diferencias entre las zonas urbanas y rurales son del 4.2% contra 1.9%. Mientras que el 46.1% de las personas desocupadas tienen 25 a 44 años; el 30.4 % de las y los jóvenes de entre 15 y 24 años también se encuentran ante el desempleo. Finalmente, las entidades federativas con más desempleo son Ciudad de México, Estado de México, Coahuila, Tabasco y Tlaxcala.

Trabajo precario para las mujeres

En cuanto a la situación de las mujeres, la precariedad tuvo un aumento trimestral de 33.12%, lo que significa que al menos 6.3 millones de trabajadoras, según cifras oficiales, viven condiciones que constituyen violencia económica.

Para los hombres, la precariedad subió a 30.40% durante el primer trimestre del año -11.4 millones-, que no perciben más de dos salarios mínimos. En la informalidad laboran un total de 1.2 millones de mujeres y 601 mil hombres.

Un ejemplo de esta precariedad laboral, que afecta de manera más cruenta a las mujeres, son las trabajadoras de la industria textil, automotriz, acerera y fabricante de cables y conectores de instrumentación, en Hermosillo, Sonora, quienes son de las más explotadas y perciben los salarios más bajos del sector, según el Centro de Investigación y Desarrollo. También se enfrentan a un incremento en el riesgo psicosocial -por problemas económicos y enfermedad de familiares-, que puede detonar enfermedades por el trabajo, como ansiedad, depresión, trastornos del sueño, várices, fatiga crónica, padecimientos dorso-lumbares, disfonía, hipertensión arterial y diabetes, entre otras.

Te puede interesar: Fatiga laboral y precarización: consecuencias del capitalismo

Por la prohibición del trabajo precario

Además de las condiciones ya descritas, el trabajo precario impide el ejercicio de derechos colectivos como la sindicalización, que es uno de los más importantes para la exigencia de mejores condiciones laborales. Por ello es necesario que en donde se encuentren sindicatos, éstos integren a quienes se ha desconocido como trabajadores por la propia patronal y se les nieguen derechos, para ir por la prohibición del trabajo precario. En cuanto a los sectores donde no existen, será necesario crear sindicatos democráticos, independientes de la patronal y del Estado, como herramientas de defensa.

Te puede interesar: Sindicalización, no permitamos su extinción ante la precarización laboral

El avance de la precarización laboral es una de las formas en que los empresarios y sus gobiernos pretenden cargar sobre la espalda de las y los trabajadores la crisis económica acentuada por la pandemia. Lo hacen sobre la base de la degradación de las condiciones de vida de la clase obrera, ya sea ofreciendo empleos con salarios miserables o empujándolos al desempleo y la informalidad para crear una competencia que obligue a los trabajadores activos a aceptar condiciones de explotación cada vez más brutales.

Por ello, consideramos necesario que las y los trabajadores tengamos una salida independiente (de los patrones, el Estado y la burocracia sindical) para luchar por nuestras reivindicaciones.

Asimismo, se tendría que exigir el reparto de las horas de trabajo (sin perder ningún derecho laboral, incluido el salario remunerativo), para que los trabajadores que fueron expulsados a la informalidad o quienes no tienen trabajo regresen a los centros productivos, con un pleno reconocimiento de sus derechos, y que todas y todos los trabajadores cobren un salario que como mínimo cubra el costo de la canasta básica y se ajuste según la inflación. Ya que el reparto de horas de trabajo permitiría un enorme aumento de la productividad del trabajo, pero en lugar que sea acaparada por los capitalistas se podría repartir entre los trabajadores, si a eso se suma el apoyo a pequeños negocios con créditos baratos, se terminaría con el desempleo que es el principal detonante para la existencia de los trabajos informales.

De ahí la necesidad de la unidad entre los trabajadores de todos los gremios, sindicalizados y no sindicalizados, para enfrentar juntos el ataque, porque los de arriba dirán que este tipo de medidas acabaría con las empresas, pero eso mismo alegaban en el siglo XIX con la jornada de 8 horas, lo cual no muestra que estos cambios no vendrán de la buena voluntad de los empresarios y el Estado, sino de la lucha obrera que logre fortalecerse sumando a sus distintos sectores.

Te puede interesar: Por la jornada laboral de 6 horas y trabajo para todxs