×
×
Red Internacional
lid bot

DE URUGUAY A ARGENTINA. Milongas Extremas: cuarteto uruguayo de guitarras y rock

Nacieron en el año 2008 reversionando canciones de la banda española Extremoduro. Con aire bohemio, la milonga y el rock se encuentran en una interesante fusión que propone el cuarteto de guitarras.

Domingo 24 de julio de 2016 14:14

1 / 4

La Izquierda Diario conversó con la banda uruguaya, compuesta por los músicos Francisco Stareczek, Pablo “Paio” Piñeyro, Matías Rodríguez y Santiago Martínez. Este fin de semana se encuentran realizando su quinta presentación en Buenos Aires y cierran hoy domingo en El Emergente BAR junto a la murga Preparate el 7 a las 21 h.

¿Cómo comenzaron en el año 2008?

Arrancamos a juntarnos como amigos queriendo investigar un poco la guitarra criolla y el género tango, y después en un momento tango y milonga. Todos veníamos de escuchar y tocar en bandas de rock como 4 pesos de propina y Los Roques. En otro momento nos empezamos a meter con Extremoduro, con las letras de Robe Iniesta (cantante), con su obra entera y nos fuimos apasionando hasta llegar a armar un repertorio de temas. Empezamos a tocar, a mostrarnos y nos copamos. La gente la pasaba bien y eso fue empezando a crecer.

A partir de tener el primer disco en proceso empezaron a pasar cosas fuertes. Empezaron a haber más toques y pegó bien el formato de milongas con las canciones de Extremoduro. Le gustaba a la gente que escuchaba Extremoduro y a los que no, también. Le gustaba a la gente que no escuchaba milonga y a los que no se convencían escuchando una distorsión y una batería. Esa es una de las particularidades de Milongas Extremas. En la misma mesa puede haber sentado un señor de 60 años y una piba de 18 y los dos la pueden estar gozando.

¿Es una manera de acercar el género de la milonga a nuevas generaciones?

Hay veces que lográs disfrutar cuando ves a un veterano que mira a jóvenes gozando con un cuarteto de guitarra y cantando un tango. El tipo ve algo que está vivo y que el género todavía seduce. Que esto también es joven, que es fresco. Eso alimenta la alegría, por fuera de lo que es lo musical.

Es parte de un fenómeno que está pasando en todos lados. Acá en buenos Aires también. Hay una ola de tango nuevo y de cuartetos de guitarras. Incluso los viejos guitarristas están tocando con nuevas formaciones, con gente más joven. Desde principios del 2000 para acá empezó el resurgir, por lo menos allá en Montevideo. Pero no sólo de escuchar sino también de poner en práctica. Porque capaz que todo el mundo escuchaba a Alfredo Zitarrosa cuando era chico en su casa y sonaba el folklore, pero no veíamos gente de nuestra edad que tocara eso, cosa que hoy sí pasa.

Sin embargo ustedes no son una milonga tradicional.

Nosotros no somos la milonga que se puede bailar, como una orquesta de milonga. Podemos tocar sentados, tenemos un formato que está bueno y se disfruta, pero sale de lo típico de una milonga. La parte típica es que usamos 4 guitarras. Agarramos el formato de la milonga, del cuarteto de guitarra, las bases, y después le ponemos adentro canciones de rock. Ese choque genera eso que hacemos nosotros. No tenemos problema en llamarnos Milongas Extremas y de repente hacer 2 canciones donde no paramos de saltar.

Las voces nuestras tampoco son voces de tangueros o milongueros. Son nuestras voces, cantamos así y nos cagamos un poco en esa parte. Haber empezado tocando canciones de Extremoduro, moldea la forma del canto de alguna manera. Porque para cantar las cosas que canta Iniesta no podés ser Gardel, o por lo menos no podés llevarlo para ese lado. Lo importante no está tanto en la claridad de la nota sino en que quizá una palabra te rompe la mente. Y nuestras gargantas y la forma de cantar se fueron moldeando en función de eso.

Mucha gente quizá descubrió a Extremoduro o a Zitarrosa después de escucharlos a ustedes…

A nosotros nos pasó algo parecido también con Extremoduro. Ninguno era fanático. Cuando arrancamos ninguno sabía más de 15 temas y hoy es una de nuestras bandas de cabecera. Fue una investigación, desde Extremoduro hasta el cuarteto de guitarras.

También nos pasa de gente que te agradece por haber conocido a Extremoduro, o a Zitarrosa. Es una forma de seducir a la gente joven para demostrarle que hay una manera de sentir las melodías, que capaz escuchar a Alfredo después de haber escuchado a las Milongas le resulta mucho más digerible que si no hubiese tenido ese puente.

Incluso ahora que nosotros empezamos a estudiar un poco más los arreglos de guitarra nos damos cuenta lo que tocaban los tipos que estaban con Zitarrosa y es una cosa infernal, además de las cosas que decía Alfredo que quizá antes pasaban de largo y ahora nos ponemos a llorar. Las escribió hace 45 años y tienen vigencia hoy, porque tienen demasiada verdad.

¿Cómo cae la propuesta de ustedes en el ambiente milonguero más tradicional?

Matías: Yo ahora estoy estudiando con Eduardo Méndez, un músico que tocaba con Alfredo, y lo primero que hice fue llevarle nuestro y me dijo: ’Esto está re interesante, porque no tiene nada que ver a lo que se toca’. Y él es de decir: ’Necesito que las generaciones nuevas toquen cosas que pasan ahora porque yo ya toqué. Yo quiero que ustedes vengan con información nueva y si quieren les ayudo a traducirla en lo que yo se mas o menos’. El tipo está sorprendido con que cada vez se acerca más gente con ideas nuevas e insiste siempre con que tu idea es lo más importante. Vos tenés que tener algo nuevo que mostrar. Imitar, a nadie.

Hace un tiempo conocieron a Extremoduro cuando fue a Montevideo y ellos hablaron muy bien de ustedes. El año pasado fueron ustedes a España. ¿Cómo fue esa experiencia?

Con nosotros Robe Iniesta sintió que, por más que eran sus temas, los llevábamos a un lugar donde creábamos algo. Igualmente los minutos que estuvimos con el nos dijo ‘yo quiero el disco de ustedes, con canciones de ustedes’. Nos peleó un poco y de hecho cuando tocamos con ellos la única manera en que podíamos hacerlo era si tocábamos temas nuestros. Fue el único toque en la historia que hicimos sólo temas nuestros. El primero y el último. ¡Por ahora! (risas).

Ellos se interesaron de cierta manera en conocernos. La primera vez que vino Iñaki, guitarrista y productor de Extremoduro, dijo ‘yo antes de irme quiero juntarme con ustedes y verlos tocar’. Cuando fuimos para allá también estuvimos tocando con él.

¿Cómo fue la reacción de la gente que los vio en España haciendo los temas de Extremoduro?

Tuvimos esa suerte de que Iniesta en una entrevista nos tiró buena onda y eso ayudó a que la gente diga ‘¿a ver quienes son estos pibes’? Lo que estuvo bueno es que nosotros íbamos, tocábamos y la gente quedaba muy copada. Y siempre había un público, gente grande, gente joven. Algunos que se arrimaban a ver qué pasaba y otros que hacía un año y medio se habían visto todos nuestros videos y nos hacían el seguimiento por Youtube. ¡Una pareja por ejemplo hizo 200 kilómetros para vernos, no lo podíamos creer!

¿Cómo sigue el camino de Milongas Extremas?

El viernes estuvimos en Quilmes en La Usina de Cantores. Sábado y domingo tocamos en El Emergente Bar y luego volvemos para Uruguay.

Allá vamos a estar tocando el 6 de agosto en la Sala Zitarrosa con un grupo que se llama Pocas Nueces, que son un grupo de humoristas, monologuistas. Vamos a hacer una cosa mezclada entre los 2 y vamos a tener que actuar un poco. Y el 20 de agosto vamos a estar tocando con La Tabaré en la Sala del Museo que es una sala grande. Eso es lo que se permite Milongas Extremas: tocamos en un teatro con gente y un grupo que hace monólogos de humor y después podemos tocar en un escenario grande con La Tabaré, saltando y haciendo pogo.

Para finales de año vamos a estar sacando el primer disco de temas nuestros, el segundo disco de la banda. Hace como 3 años que empezamos a tener temas propios y a trabajarlos con más intensidad. Ya está la mayor parte del disco grabado y ahora estamos como quien dice, dominando la emoción.