El presidente de la Cámara de Empresarios Mineros, prometió inversiones en el sector por $ 20.000 millones hasta 2021. Dijo que las mismas generarán 40 mil nuevos puestos de trabajo.
La Izquierda Diario @izquierdadiario
Miércoles 11 de mayo de 2016
Fotografía:Web DAR
En medio del debate por la Ley Antidespidos y el anunció del “compromiso” de los empresarios realizado el lunes por la noche, llegan nuevas promesas de inversión.
Luego de haber sido beneficiado el sector con ganancias millonarias debido a la quita de retenciones, el presidente de la Cámara de Empresarios Mineros (CAEM), Marcelo Álvarez declaró que "El sector invertirá u$s 20.000 millones en las economías regionales, de aquí a 2021 gracias a la mejora de competitividad por los cambios a nivel impositivo y expectativa de que generemos las certezas necesarias para que la actividad minera tenga las condiciones para hacerlo".
A su vez, señalo que "los nuevos proyectos generarán 40.000 nuevas vacantes laborales que se suman a los 90.000 empleos de esta industria, directos e indirectos" y que el crecimiento de la actividad acarrearía "el surgimiento de unas 8.000 pymes para atender necesidades de mineras".
Álvarez proyectó para el período 2016-2021 unos u$s 25.000 millones en exportaciones y u$s 6.500 millones de aportes fiscales acumulados al país.
Afirmó que hay "15.000 millones de dólares de compras previstas" y destacó que "70% de los recursos que genera la minería quedan en el país". Finalizó señalando que se creará un organismo multidisciplinario "para guiar el crecimiento de una industria sustentable y responsable con controles periódicos de expertos". "La minería es una industria que hace todo lo necesario para cumplir con las leyes de la nación argentina", agregó.
San Juan, una de las provincias mineras por excelencia, hace mucho conoce las consecuencias de este tipo de producción sin ningún control en el medio ambiente. En Jachal e Iglesias, los niños son víctimas del desastre ambiental que producen las empresas, haciendo que la contaminación llegue hasta su propio cuerpo.
El ministro de Energía, Juan José Aranguren, se sumó a las declaraciones y dijo se trabajará para avanzar en una minería sustentable, y que este sector debe convertirse en un pilar de la economía y contribuir al objetivo de pobreza cero.
"La minería debe pasar a ser la otra mitad del desarrollo nacional", y
"Vamos a trabajar por el desarrollo responsable de la industria minera argentina, en muchas regiones del país es la única alternativa para el desarrollo sustentable", afirmó el ex CEO de Shell.
Aranguren agrego que “para las provincias cordilleranas, las provincias del NOA, Cuyo y la Patagonia, la industria minera debe convertirse en una fuente inagotable de riqueza y justicia social, con el protagonismo productivo equivalente al de la agricultura en la Pampa Húmeda”. Sostuvo que la minería es central en países que tienen el "mayor control ambiental" y anunció que en el país se creará una agencia para el control de la actividad.
En relación a la eliminación de retenciones aseguró que "la quita es menor a 10% de las exportaciones que el sector suma al país", y que la medida permitió a las mineras mantener operaciones y puestos de trabajo.
"En adelante, aumentarán sustancialmente las reservas de las operaciones, y proyectos que por las condiciones económicas quedaron en categoría de marginales, ahora podrán factibilizarse", aseguró.
Recordó que "el presidente (Mauricio) Macri eliminó un impuesto regresivo que no tiene ningún país en el mundo, las retenciones mineras". El gobierno entiende por regresividad, aquel impuesto que le saque (aunque sea mínimo) algo de ganancia a las empresas. Mientras tanto “pelea” en el congreso una norma para hacer una rebaja simbólica y de escaso alcance, del verdadero impuesto regresivo que es el IVA, que recae sobre el consumo de los trabajadores y sectores populares.
El marco regulatorio que goza la minería en Argentina tiene origen en el auge del neoliberalismo de los años noventa. Ofrece enormes beneficios a las empresas imperialistas que dominan a nivel mundial los negocios de la gran minería: incentivos fiscales, libre disponibilidad de la propiedad de los recursos minerales y liberalización en el movimiento de capitales. A la vez, las exigencias ambientales son muy escasas, menores a lo requerido en los países centrales.
Lejos de traer desarrollo, como promete el macrismo, la gran minería trae saqueo de los recursos naturales, dejando tierra arrasada en las poblaciones cuando sea agota el recurso.
Con un panorama económico que vislumbra que el 2016 será un año recesivo, y la inflación que no para de crecer y según estimaciones modestas se ubica en un 40 % anual, el anuncio de las inversiones en el sector minero son sólo una nueva declaración de "buenas" intenciones. Mientras la lluvia de inversiones todavía no llega, se espera que el ajuste traiga un frio invierno.