Esta semana se realizó el Foro de Inversión y Negocios con la participación de más de 1600 empresarios y CEO. El Gobierno con poco éxito estuvo a la caza del capital extranjero.
Jueves 15 de septiembre de 2016 00:00
En el Centro Cultural Kirchner se reunieron más de 1600 empresarios locales y extranjeros en el evento organizado por el gobierno “Argentina Business & Investment Forum” o llamado la “Mini-Davos”, por imitar al evento realizado en Europa donde participan funcionarios y empresarios.
El Centro Cultural Kirchner, lugar donde se despidieron a más de 600 trabajadores, se transformó en un salón de inversores extranjeros y locales dispuestos a saquear lo que puedan del país.
Con un fuerte operativo de seguridad, múltiples complicaciones para el tránsito y fuertes restricciones a los periodistas que participaron del evento, miles de empresarios escucharon y debatieron con el presidente y los funcionarios del gabinete las ventajas de invertir en Argentina.
Participaron del evento los ministros del gobierno, desde Prat Gay hasta el cuestionado ministro Aranguren, que casualmente en el día de su discurso vendió “voluntariamente” sus acciones de Shell luego de los consejos de la Oficina Anticorrupción.
Por el lado empresarial asistieron CEO y directivos de The Dow Chemical Company, IBM, Louis Dreyfus, Techint, JP Morgan, Goldman Sachs, Citigroup, Coca Cola, Pepsico, Mondelez, Paolo Rocca, presidente de Techint, y la lista de empresarios que asistieron en busca de negocios sigue.
Muchos elogios y poca inversión
Macri tuvo reuniones con varios de los CEO que asistieron al evento en busca de anuncios concretos de inversión.
El titular de la minera Pan American Silver, Ross Beaty, prometió una inversión de U$S 1.000 millones para el desarrollo de un proyecto en Chubut llamado Navidad, que tiene la reserva de plata más grande del mundo.
El proyecto de Pan American Silver está suspendido desde fines del 2013 por una ley provincial que prohíbe la minería a cielo abierto y el uso de cianuro para la extracción, algo que imposibilita el funcionamiento de la mina. Sin embargo, el gobierno está haciendo todo lo posible para revertir las diversas prohibiciones y alentar el saqueo de los empresarios del sector.
Dow Chemical confirmó su intención de continuar con las inversiones en el polo petroquímico de Bahía Blanca e invertir en el Cerro Policía para explotar energía eólica, en Río Negro. No hubo montos concretos.
Empresarios extranjeros se mostraron contentos con las medidas económicas que aplico el gobierno de Macri pero esto no alcanzó para anunciar proyectos concretos que provoquen la lluvia de inversiones que espera el macrismo.
Plan de guerra contra los trabajadores y el salario
El gobierno desde que asumió puso en marcha medidas que beneficiaron a los empresarios como la devaluación, el pago millonario a los fondos buitres, despidos, la quita de retenciones al campo y a la industria (eliminación de impuestos para que vendan al exterior), aumento de tarifas del gas, luz, agua, transporte. Sin embargo, todo este combo que provocó que los salarios tengan menor poder de compra, que aumentó la pobreza y la desocupación no fue suficiente para los empresarios.
La pregunta es ¿Qué quieren los empresarios para invertir? Por un lado, los empresarios aún no confían en la capacidad de gobernar del macrismo, a pesar de todos los beneficios que han recibido. Están aguardando los resultados de las elecciones de octubre de 2017. Si el macrismo vence en las elecciones próximas se podrá esperar un ciclo de ocho años, pero si es derrotado su mandato será considerado por cuatro años.
Además los empresarios reclaman que el Estado recorte sus gastos (menor déficit fiscal), reducción que se logra recortando subsidios (más tarifazos), despidiendo empleados públicos, menores partidas a salud, educación y salud; y porque siempre quieren más necesitan un mayor ataque sobre los trabajadores para aumentar sus ganancias y que esto sea un “incentivo” para invertir.
Este avance sobre los trabajadores significa para ellos, salarios más baratos, avanzar sobre las leyes laborales -como el proyecto de ley que busca reformular el régimen de riesgos del trabajo, lo que llaman despectivamente “la industria del juicio”-, evitar las ausencias, los juicios laborales y aumentar la edad jubilatoria mediante una reforma privatizadora del sistema previsional.
Los empresarios exigen “asistencia perfecta” cuando los trabajadores ven deteriorarse su salud como consecuencia de las duras condiciones laborales, que en las fábricas son llamados los “rotos”.
La posibilidad de avanzar en ese camino viene costándole al Gobierno, las conquistas que supieron lograr los trabajadores con luchas en estos años no serán arrebatadas tan fácilmente. Hoy por hoy, existe una relación de fuerzas que le impide al Gobierno concretar sus planes.
El Mini Davos cierra su jornada con miles de empresarios que elogiaron las medidas económicas anti obreras de Macri pero aún sin mucha inversión concreta.
En el foro inversor los empresarios le recordaron al gobierno que lo que verdaderamente les preocupa son sus ganancias, y por eso sus intereses son antagónicos a los de los trabajadores. A mayor explotación de sus empleados, mayor es su rentabilidad. Por este motivo la foto del Mini Davos se resume en la unión empresarial para atacar el salario y avanzar en distintas formas de precarización laboral.