Luego de las masacres en los complejos penintenciarios Anísio Jobim y Agrícola de Monte Cristo el ministro de Seguridad de Temer, Alexandre Moraes, presentó un plan de Seguridad nacional.
Sábado 7 de enero de 2017
Luego de la masacre de 60 presos en el complejo penitenciario Anísio Jobim, en Amazonas, otra masacre ocurrió en Roraima con un saldo de 33 presos muertos, en la penitenciaria Agrícola de Monte Cristo, en la ciudad de Boa Vista. El ministro de Seguridad Alexandre Moraes presentó el plan de seguridad nacional del gobierno.
El plan esta basado en tres ejes. El primero tiene el objetivo de disminuir los homicidios dolosos y la violencia contra la mujer; el segundo combatir la criminalidad interligando las fuerzas policiales a la fuerza nacional además del ministerio público y judicial. El último eje trata sobre la modernización del sistema penitenciario.
Las acciones pautadas por el ministro son: nuevo plan curricular de formación policial, aumento gradual de los efectivos de la fuerza nacional, operaciones conjuntas de la policía y la fuerza nacional, implementación de un sistema de video-monitoreo, la implementación de radios de comunicación digital, la identificación de armas de fuego por medios digitales y la integración de los datos de los presos, prisiones, penas, procesos, etc.
El ministro golpista Alexandre de Moraes quiere reducir en un 7,5% los homicidios dolosos en las principales capitales en 2017 y, en 2018 llevar esa cifra a 200 ciudades cercanas a las capitales. Además el ministro señaló que busca reducir los números de la violencia doméstica y elevar los registros de captura de armas y drogas (un aumento del 10% en la incautación de estos dos ítems y llegar a 2018 a un 15%), aumentar la finalización de los casos de violencia doméstica, reducir en un 15% la ocupación de las cárceles y reducir el tiempo de duración de los procesos en un 20%.
Veamos algunos detalles del plan propuesto. El gasto en cámaras se calcula en 38 millones de reales. ¿Quiénes ganan con esto? Las fábricas de armas, las empresas que administran las cárceles, las empresas que ofrecen servicios varios a los presidios. ¿Quiénes se verán afectados? La población más pobre del país, en particular la juventud negra y de las periferias, que sufrirán la dura represión del Estado, el mismo que descarga sobre sus espaldas las secuelas de la crisis económica y social que atraviesa el país.
Ni una palabra en la política pública sobre la prevención del crimen destinando mayores recursos a áreas como educación, salud, vivienda, transporte, asistencia social, incluso educación sexual. Solo condenas y castigo. Ni hablar de la legalización de las drogas que terminaría con la criminalización de los usuarios y de la juventud. Detalle: esta política de guerra a las drogas solo alcanza a los pequeños traficantes y no a los grandes empresarios del tráfico o la misma policía que lucra con el comercio ilegal de drogas.
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Las medidas anunciadas buscan enmascarar la política punitiva de Moraes, pues el aumento de las vacantes carcelarias se traducirá en la construcción de nuevas prisiones, cuestión que beneficia en primer lugar a las empresas constructoras; la celeridad de los procesos llevará a prisión a un mayor número de personas a un ritmo mayor beneficiando a quienes ganan dinero con las condenas y a aquellos que son adeptos a una justicia cruel contra los prisioneros. Estas medidas del gobierno de Temer amplían el encarcelamiento en masa y seguir privatizando las administraciones de las cárceles, preparando potenciales nuevas masacres y dejando en evidencia la complicidad del Estado con este sistema carcelario capitalista.