Los días 4 y 5 de septiembre se realizó una nueva reunión de los ministros de economía de los países miembros del G-20, en la ciudad de Ankara, Turquía. Allí se comprometieron a través de un comunicado, a evitar una guerra de divisas.
Martes 8 de septiembre de 2015
La reunión de ministros de finanzas y presidentes de los bancos centrales del G-20, grupo de las 20 economías más importantes del mundo, se realizó el pasado viernes y sábado en Turquía. Antesala de la próxima cumbre del G-20 que se desarrollará en Antalya (sur de Turquía) durante los días 15 y 16 de noviembre; y contará con la participación de la Argentina.
Dentro de la agenda discutida, los temas principales giraron en relación a la desaceleración de China combinada con crisis bursátiles y devaluación, situación que preocupa a las principales economías y que afecta directamente al crecimiento económico global. Por otro lado, se encuentra la recuperación de la economía de EEUU, que tras la crisis financiera de 2008 intenta mejorar sus perspectivas, pero lo hace aún de manera intermitente. El viernes se hizo público un informe sobre los datos de empleo, que no parecen haber sido lo suficientemente “buenos” para satisfacer las exigencias de la FED en esta materia. Este resultado, sumado al débil crecimiento mundial mantiene alejada laposibilidad de subir las tasas de interés de EEUU.
El comunicado oficial señala como máxima prioridad “aumentar las inversiones”. Con este fin desde el G-20 han preparado “una estrategia específica para cada país, con acciones concretas para mejorar su ecosistema de inversiones, fomentar unas estructura de inversión más eficiente y apoyar oportunidades de financiación para las pymes”. Los planes concretos sobre inversión serán discutidos en la próxima cumbre del grupo de los 20, en noviembre.
En el mismo documento, se hace un llamamiento expreso para restringir las “devaluaciones competitivas de divisas”. La región asiática es epicentro de estas medidas de política monetarias orientadas a obtener ventajas competitivas abaratando los productos que se exportan. China realizó una mini devaluación de un 2,9 por ciento (acumulado) en agosto, que en parte se debió a esta situación dentro de la región.
En el comunicado del grupo formado por los principales países “desarrollados y emergentes” se comprometieron a “calibrar cuidadosamente y comunicar con claridad” cualquier nueva decisión de política monetaria para evitar efectos como los producidos por la inesperada devaluación de la divisa china. Y continúa: “Reiteramos nuestro compromiso de avanzar hacia sistemas de tipo de cambio más determinados por el mercado y una flexibilidad cambiaria… y evitar desajustes permanentes de los tipos de cambio. Nos abstendremos de devaluaciones competitivas y de cualquier forma de proteccionismo”.
El gobernador del Banco Central de China (PBOC), Zhou Xiaochuan, defendió que el “proceso de corrección” en las Bolsas chinas ya casi ha terminado y auguró “estabilidad” en el mercado financiero a partir de ahora. “La cotización del mercado ha caído notablemente, pero esto no ha provocado ningún impacto considerable en la economía real”, dijo, y manifestó que el Gobierno sigue decidido a continuar con las reformas a pesar de las “fluctuaciones”.
Finalmente, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, manifestó que hacen falta más esfuerzos para lograr el objetivo fijado en la reunión de Brisbane (Australia) de impulsar el crecimiento dos puntos por encima de lo previsto mediante reformas.