El aumento del sueldo mínimo viene siendo anunciado con bombos y platillos por parte del gobierno, pero este anuncio va a desaparecer rápidamente ante la enorme allza del coste de la vida.
Domingo 30 de junio
El salario mínimo actual se sitúa en $460.000 pesos, tras su última actualización en septiembre de 2023 y se espera un aumento del salario mínimo para el 1 de julio, cuando está programado un incremento en este monto.
En particular, el sueldo mínimo llegará a los $500.000 pesos, luego del acuerdo alcanzado por el Ministerio del Trabajo y Previsión Social, el Ministerio de Hacienda, y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).
Si bien el Gobierno de Gabriel Boric se jacta de esta alza, con la cual supuestamente se busca avanzar en reconocimiento al trabajo y mejor calidad de vida, este aumento se desvanece rápidamente ante el alto costo de la vida.
Incluso el mismo lunes 1 de julio comenzará también el descongelamiento de tarifas del suministro eléctrico, medida que no se había implementado desde las movilizaciones de la revuelta del 2019. Esto implica que el precio de la luz subirá hasta un 43%. Lo anterior se suma al alza de precios en los alimentos, transportes y servicios básicos, los cuales, siguen siendo factores en aumento y carga para los bolsillos de las familias trabajadoras y de los sectores populares.
Los sueldos no alcanzan para vivir en este país, tal como lo presenta el estudio “Salario al Límite” de Fundación SOL, el 50% de las y los trabajadores gana $500.000 o menos, mientras la línea de la pobreza, para una familia de tres personas es por lo bajo de $690.000.
Desde el Gobierno buscan dejar este alza del salario mínimo como un hito e incluso mencionan que el alza tiene perspectiva de género, ya que la mayoría de las personas que reciben el sueldo mínimo en Chile son mujeres.
El aumento de jefaturas femeninas de hogares chilenos se duplicó entre 2006 y el 2022, donde prácticamente la mitad de los hogares en Chile en la actualidad tiene una jefa de hogar mujer, pero las migajas del Gobierno no alcanzan para enfrentar la precariedad que viven diariamente. Y las condiciones de vida se han encarecido, siendo las mujeres las mas golpeadas.
¿Otro gobierno ajustador?
Lejos de las promesas de cambios profundos, hechas en un inicio de campaña, el gobierno de Gabriel Boric no solo ha puesto la agenda securitaria al centro y dejando en segundo plano su programa, sino que también es un gobierno que desde un comienzo ha buscado estabilizar el régimen político, y en este sentido, la línea de los ajustes económicos a los bolsillos de las familias, sigue la misma línea que ha llevado la derecha y la ex concertación durante 30 años. El perfil “antiempresarial” y “anti poderosos” quedó sepultado en el pasado, para subordinarse a empresas tan abusadoras como las que hacen negocio de nuestras necesidades básicas.
Para responder ante estas necesidades urgentes, tanto los malos índices económicos como el costo de la vida, es necesario que nos organicemos y movilicemos contra la miseria que nos buscan imponer y conquistar demandas mínimas como el fin al alza de precios o el aumento del sueldo mínimo al valor de la canasta básica familiar. Al mismo tiempo, la necesidad de estatizar las empresas que hoy lucran con las necesidades básicas como el agua, la luz, el gas, etc y asi acabar con el negocio empresarial donde los únicos que vienen perdiendo son las familias trabajadoras.