REAJUSTE SUELDO MÍNIMO. Mísero reajuste salario mínimo de 6 mil pesos es aprobado en comisión del senado con votos de la oposición: “Es realista para las opciones del país”

De $320.500 se pasará a 326.500 pesos bruto, con el reajuste del sueldo mínimo que fue aprobado por la comisión del Senado, que debe pasar a la cámara alta. Un reajuste totalmente irrisorio y miserable, para más del 40% de la población del país que cobra por el sueldo mínimo, esto sin contar los cientos de miles de puestos de trabajo que se han perdido durante la pandemia, lo cual el gobierno utiliza como argumento para subsidiar a los empresarios en vez de responder a las necesidades de cientos de miles.

Esta burla contó con nada más y nada menos que votos de la “oposición” quienes estuvieron de acuerdo, argumentando que “se ajustaba a las necesidades del país”, un argumento parecido al de Juan Sutil (Presidente del gremio empresarial CPC), quien hace unas semanas, aprobaba la propuesta del gobierno de ajustar en cero pesos el salario mínimo, debido que por la pandemia era irresponsable ajustarlo más que eso, es decir, absolutamente nada.

La comisión de hacienda, en el Senado, no sólo aprobó este miserable reajuste sino que también los Senadores, llamados de “oposición” comprometieron su voto para respaldar la iniciativa de este gobierno, que busca cargar la crisis sobre las espaldas de las y los trabajadores, en la cámara de Diputados.

Senadores que ganan más de 16 millones al mes, que se encuentran a años luz de siquiera poder comprender, lo que vivimos millones cada día, con la angustia de pagar los servicios básicos, deudas, colegios y poder alimentarnos a nosotros y nuestras familias, se encuentran decidiendo con cuanto dinero debemos vivir, y con esto, que cosas debemos comer, vestir e ingerir. Ni por si acaso entienden las necesidades del pueblo trabajador y por supuesto que no les importan, mientras ellos mantengan sus privilegios y negocios e intereses comprometidos con grandes empresarios, como Ponce Leoru, acusado de financiar ilegalmente política, en donde a él se le da un “perdonazo” para que no pague millones de dólares, mientras al pueblo trabajador se le castiga con desempleo y mayor carestía de la vida.

Es necesario repartir las horas de trabajo, para que todos y todas podamos trabajar, pero con un sueldo digno, que parta por la canasta básica familiar sobre 550.000 mil pesos, sin rebaja de sueldo a quienes trabajan por un monto mayor a ese, junto con un ingreso familiar de emergencia para todo trabajador y trabajadora con licencia, suspendido o cesante. A esto se debe agregar la prohibición de los despidos y la necesidad de un plan contra el desempleo y la desocupación.