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Red Internacional
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MONITORES DE COMEDOR. Monitoras de comedor cobramos 350 por mes, diputados y diputadas hasta 7.000

Con contratos de dos horas y media o tres, nuestros salarios no superan los 350 euros o 400 en el mejor de los casos. Esto nos lleva al pluriempleo precario para llegar a final de mes. ¿Por qué los salarios de los funcionarios políticos están tan alejados de los de una maestra, un trabajador de metro, una enfermera o una trabajadora de la limpieza? ¡Que un diputado o diputada gane igual que una trabajadora de la sanidad pública!

Itziar Batet Educadora | Barcelona

Miércoles 8 de abril de 2020

Hace unos días leí un comunicado de la izquierda independentista, la CUP, que hacía una muy buena propuesta: que parte del sueldos de diputados y diputadas se destinen a la sanidad pública.

Esta propuesta me hizo pensar en la gigantesca diferencia que existe entre nuestros salarios como monitoras y monitores de comedor y tiempo libre, con la de los diputados y diputadas del Estado. La causa de estos salarios de pobreza, claramente está en que nuestras jornadas no superan las 3 horas. Esto nos lanza inevitablemente al pluriempleo, también en condiciones precarias: clases particulares, trabajos con contratos temporales y servicio los fines de semana, cuidado de niños y niñas y una larguísima lista de trabajos posibles.

Pero igualmente no hace falta ir a una escala de salarios tan baja para comparar. Solo en la comparación del salario bruto anual medio en Cataluña, el de los trabajadores y trabajadoras es de 25.180,45 euros mientras que el salario bruto anual medio de los altos cargos y directivos de entidades del sector público es de 70.000€, tal como denunciaba la CUP. Y el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) es actualmente de 950.

¿Por qué los salarios de los funcionarios políticos están tan alejados del de una maestra, un trabajador de metro, una enfermera o una trabajadora de la limpieza?

Explicaciones hay millones: salarios de pobreza a causa de las reformas laborales que flexibilizaron los convenios, contratos y salarios para que las empresas paguen lo que quieran, la maldita precariedad laboral que hizo crecer como setas las ETTs y las externalizaciones, la feminización de la precariedad, el racismo institucional con las trabajadoras del hogar “sin papeles y sin contratos”, los pactos de los dirigentes de CCOO y UGT a favor de las patronales, entre muchas otras.

En el caso nuestro, el de las monitoras de comedor, extraescolares, etc, seguramente, si las personas precarias de la educación fuéramos consideradas como lo que somos, “educadoras” y, por lo tanto, contratadas por el Estado como cualquier maestro, tendríamos mejores jornadas y salarios. Pero no, estamos contratadas por empresas de catering, con convenios de hostelería u otros. Y hoy, la mayoría estamos despedidas o con un ERTE cobrando menos de 200 euros.

Ahora bien, la otra explicación está en el hecho que, como no podría ser de otro modo, la mayoría de los partidos capitalistas pondrían el grito en el cielo si se los rebajara, no solo las dietas y desplazamientos, sino también los salarios. La propuesta de la CUP ya fue rechazada antes de la crisis del coronavirus.

¡Que un diputado o diputada gane igual que una trabajadora de la sanidad pública!

Después de las propuestas de la CUP y Bildu para que los ingresos por gastos y dietas por desplazamientos sean destinados a recursos públicos para hacer frente a la crisis sanitaria, la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, respondió que el Congreso como tal no puede hacer donaciones. Y propuso hacer un cálculo del dinero que se ha ahorrado la Cámara en marzo por la reducción de las actividades presenciales y estudiar una fórmula jurídica porque estas cantidades puedan destinarse en la lucha contra la Covid-19.

Cada partido tiene diferentes maneras de hacerlo y desde el PSOE, PP, Vox o Ciudadanos han declarado hacer donaciones de sus dietas o suplementos por desplazamientos, pero nada de rebajar, ni ahora ni nunca, sus salarios. Y aunque Unidas Podemos lo esté proponiendo, es parte de un gobierno con el PSOE que se llama “de izquierda”, pero sus medidas sociales no solo son insuficientes, sino que queden bajo la sombra otras medidas que apunten más a salvar a las empresas, a los fondos buitres inmobiliarios, que en el pueblo trabajador. También a reforzar a las fuerzas represivas.

La cuenta que hace la CUP es interesante: si la parte de dietas y extras por desplazamiento de todos los diputados y diputadas del Parlament de Catalunya y del Congreso de los Diputados, que en Estado de emergencia no tienen que utilizar, se podrían inyectar más de 800.000€ directos a la sanidad pública, calculándolo en base a un mes. Una medida importante en el contexto de crisis sanitaria.

Y cuando la crisis de coronavirus acabe, esta cantidad de dinero se podría utilizar para otras medidas sociales, para la educación y la sanidad pública tan recortada durante los gobiernos del PP y del PSOE. E incluso podría ser más dinero si se rebajaran los salarios de todos los altos cargos públicos: diputados, consejeros, secretarios, directores, ministros.

“Que la crisis la paguen los ricos” se está haciendo muy popular. Y quienes administran los negocios de los ricos, los funcionarios de sus partidos como el PP o el PSOE, tienen salarios alejadísimos de los de la clase trabajadora. Y bajo una crisis como la actual, en la que miles ni siquiera tienen un salario bajo el despido o el ERTE, es una verdadera vergüenza.