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Red Internacional
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LA HERENCIA DE LOS 90 QUE NADIE TOCÓ. Morir trabajando en las vías

Diego Villalba trabaja en el ferrocarril hace 11 años. Siempre tercerizado. El 8 de agosto del 2019 estaba trabajando en el paso nivel de la estación Santa Sofía de la línea Roca cuando vio morir aplastado a su compañero de trabajo, Daniel Rodríguez. A la semana la empresa lo despidió a él y a sus compañeros por teléfono.

Viernes 17 de enero de 2020 21:01

Esta es una historia (más) sobre morir trabajando. Pero con un testigo de primera mano; en palabras de un trabajador que no olvidará jamás y “aún tiene pesadillas", se bloquea y se le caen las lágrimas al pensar en aquel accidente totalmente evitable que le arrancó la vida a Daniel hace poco más de medio año. “Es algo que te pone mal y que lo llevas a tu casa.Es el peso de que la empresa nos culpe a nosotros de asesinos y de que si decís que no lo sos te dejen en la calle”.

Pero esto ya le había ocurrido a Diego, que trabajó también tercerizado en el subte, donde vio accidentarse y morir a otro compañero que, mientras yacía en el lugar, tenía a sus compañeros trabajando a la orden de “que no se queden ahí mirando”. Una muestra de que la vida de los trabajadores para las empresas tercerizadas que hacen negocios con la explotación de millones no vale nada.

“En EDIMAT SRL, que es la empresa que nos echó y no se hizo cargo de la muerte de Daniel, estábamos tercerizados. Eso significaba que no teníamos recibo de sueldo, nos pagaban como querían; trabajábamos 18 o 19 horas y nos pasaban plata por 8. No teníamos cascos, fajas, ni guantes mientras ellos la levantaban en pala. No eran capaces de brindarnos los elementos mínimos de seguridad”. Además los trabajadores eran amenazados con que sí reclamaban algunos de estos elementos iba a haber represalias.

Cuando fueron despedidos sin causa luego de la muerte de Daniel -a modo de “echarle la culpa” a los trabajadores- la empresa los despidió por teléfono y les envió la carta documento a los 3 días; a los 60 algunos cobraron la indemnización y aún muchos siguen esperándola.

La falta de seguridad, el estar trabajando entre trenes sin luces, sin el equipo correspondiente, a la noche, sin cobrar lo correspondiente por horas nocturnas es otra muestra de que este accidente era evitable. “Que semejante empresa tenga así a la gente está mal. Lo digo por Trenes Argentinos porque en definitiva somos tercerizados pero trabajamos en el ferrocarril”, denuncia Diego y agrega: “Cualquiera pudo haber sido una víctima fatal porque veníamos de zafar de varios incidentes”.

De la furia y la tristeza a la organización y la lucha

“Yo hace años que estoy acá y las noticias vuelan rápido. Nos enteramos por unos compañeros que se estaban organizando los cientos de despedidos que quedaron afuera este último tiempo y nos sumamos a la lucha”.

Tanto Daniel como despedido y sus compañeros que siguen trabajando -pero están hace tres meses sin cobrar- se sumaron a la lucha que están dando cientos de trabajadores despedidos de varias líneas del ferrocarril. “Tanto yo que estoy sin laburo, como ellos que sí lo están pero sin cobrar estamos acorralados y pasándola mal. En el ferrocarril está todo mal. Es hora de que se termine esto del trabajo en negro y la tercerización”.

Para que ninguna familia trabajadora vuelva a sufrir la ausencia de ninguno de los suyos es preciso pelear por organizaciones obreras independientes de los negocios de las empresas y de todos los gobiernos, que desde los ‘90 sostienen la precarización laboral, y que lanzan a millones a la incertidumbre de ir a trabajar y no saber si vuelven a sus casas. Es preciso levantar el pase a planta permanente en todos los lugares de trabajo y luchar codo a codo entre trabajadores de planta, contratados y tercerizados para que así suceda.

¡Justicia por Daniel Rodríguez!