Pese a ganar millones todos los días, los empresarios aprovechan la cuarentena para no pagar los salarios. La precariedad laboral es el telón de fondo para exprimir a la juventud que empieza a mostrar el camino de la organización. El Estado y sindicatos como principales cómplices fundamentales
Domingo 12 de abril de 2020 18:28
Mostaza tiene más de 140 franquicias en el país, extendiéndose en los últimos años a otros países de Latinoamérica. Como fiel representante del modelo McDonald’s y Burger King, paga salarios bajos, precariza y disponen del tiempo de vida de los laburantes a su gusto. Incluso en la llamada #McEstafa, las empresas recortaron salarios a todo los empleados.
Solo para tener una idea, en dos sucursales de la zona oeste de GBA, Mostaza factura como promedio un millón y medio de pesos por día. La contracara son los jovenes trabajajadores que les pagan $110 pesos la hora, lo que equivale a 660 pesos en una jornada de 6 horas. Menos de dos combos. Otra verdadera estafa.
Cada pibe que trabaja en esas cadenas ve pasar los billetes de los empresarios. Los objetivos diarios de recaudación “siempre son superados y ahora dicen que no pueden pagarnos”, nos cuenta Jesy con indignación, que trabajaba en una de las sucursales del oeste. Mostrando que las ganancias son millonarias, el director de Expansión de Desarrollo de Mostaza cuenta al diario Ámbito Financiero: “Por local se factura 60 millones de pesos al año”. La bronca se potencia al hacer una veloz cuenta, confirmando que la firma factura $8400 millones de pesos por año. Con esas ganancias, ¿acaso no les pueden pagar a sus empleados?
Disponibilidad full time, salario part time
“De las horas trabajadas, que a veces llegaban a las doscientas, siempre se olvidaban de pagarnos entre diez y quince y si pasaba, pasaba. Varias veces nos quejamos”. "Todos los días estaba pendiente de lo que me decían ellos. No tenía el control real de mi tiempo y mi vida. Es horrible, siempre hay que estar disponible porque te pueden mensajear en cualquier momento”. “En el horario de la noche fichamos a las dos de la mañana pero nos hacen trabajar hasta las cuatro a veces.”
A partir de los testimonios de los trabajadoras y trabajadores se evidencia el control permanente y manipulación de la vida cotidiana que deben soportar. Se aprovechan de que “la mayoría estamos estudiando o es nuestro primer empleo. Que para continuar tenemos que trabajar aunque nos paguen poco. Ahora sin el sueldo, ¿como vamos a hacer?”
La falta de oportunidades del mercado laboral obliga a soportar estas condiciones. La organización entre los trabajadores es de supervivencia para que la falta de condiciones de seguridad e higiene elementales, sumado al no pago de los salarios por la cuarentena enfrente a estas empresas que solo piensan en exprimir y los consideran material descartable.
La eterna cuarentena de la CGT
Los sindicatos están jugando abiertamente a favor de las patronales y las empresas solo muestran que les importan sus ganancias. En Techint se avalaron los 1450 despidos pese a las vacías amenazas de Alberto Fernández, y esta semana quedó claro cómo al gobierno no les va a temblar la mano momento de reprimir cómo a los trabajadores en Penta.
En este nuevo atropello, el rol del Sindicato de Pasteleros es de complicidad abierta. Solo sacan comunicados exigiendo a las empresas que cumplan con el decreto presidencial, pero no llaman a ninguna medida de fuerza, mucho menos convocar a que los trabajadores se organicen para enfrentar los ataques de los empresarios. Incluso no reconocen a los delegados ya elegidos por los trabajadores. Hay que obligarlos a que se pongan a la cabeza de la lucha en la defensa de los laburantes. Estas empresas ganan millonadas en el mundo y acá no son la excepción. Tienen que pagar ya el 100% de su salario sin ningún descuento. Incluso el Ministerio de Trabajo, organismo que que debería obligar a garantizar el pago, es parte de los que garantiza las extraordinarias fortunas de estas empresas dándoles mano de obra barata a través de diversos programa donde se legitima la precarización.
La única forma de enfrentar las condiciones que estas empresas les hacen padecer a miles de pibes día a día es mediante la organización aprovechando las plataformas virtuales para realizar asambleas, tal como vienen haciendo los aeronáuticos del Aeropuerto de Ezeiza, mostrando el uso de la tecnología a su favor. Las redes sociales están cumpliendo un rol central en este proceso y el instagram de Nicolás del Caño se está convirtiendo en un canal amplificar la voz contra la precarización laboral y el atropellos de estas empresas.
Hay que ser claros. Estas empresas temen a la organización más a qué a la pandemia. Por eso obligan a firmar un pacto de confiabilidad donde censura el derecho de los trabajadores a organizarse y a no decir nada contra la empresa.
Te invitamos a seguir tomando este diario en tus manos haciéndonos llegar tu denuncia y difundir las notas para dar a conocer la realidad de la juventud trabajadora en nuestro país.
Los jóvenes se ponen de pie en muchos países, así lo demuestranlos pibes del Mc Donalds de Marsella Francia que tomaron el establecimiento y le dieron de comer a la gente que lo necesita.
Porque estamos viendo que la crisis la quieren descargar sobre nuestras espaldas en todo el al mundo.
En Argentina arrancó esta lucha que se convierte en un ejemplo para otros trabajadores.
Que se corra la voz y salga a la luz lo que muchos medios quieren ocultar, la juventud precarizada se revela y se organiza.
