Este jueves se realizó una movilización, en distintas partes del país, en contra del Estatuto Laboral Juvenil, impulsado por el gobierno de Piñera, y que ha sido fuertemente cuestionado por el mundo sindical y estudiantil.
Jueves 23 de agosto de 2018
Con el objetivo de que el Estatuto Laboral Juvenil, impulsado por el gobierno de Piñera, sea retirado, se realizó una movilización en distintas ciudades del país, convocada por la Confech, Cones, Aces, Colegio de Profesores, y organizaciones políticas, que en el caso de Santiago culminó con una fuerte represión policial.
Fueron cientos de personas las que se reunieron en Plaza de Armas y marcharon en dirección a la Casa Central de la Universidad de Chile, en repudio a un proyecto que precarizará las condiciones laborales de los estudiantes trabajadores, y que ha sido fuertemente cuestionado por el mundo sindical y estudiantil.
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En palabras de Catalina Parra, integrante de la Mesa Interina del ex Pedagógico, y militante de la agrupación estudiantil Vencer, "el estatuto laboral juvenil busca precarizar aún más a la juventud trabajadora, ya que barre de un plumazo el derecho histórico a indemnización por término de trabajo, los plazos fijos ya no pasarían a plazo indefinido después de la segunda renovación de contrato. Por otro lado, quita el derecho básico a la sindicalización, y establece el fin del fuero maternal automáticamente una vez que se vence el plazo del contrato. Es un estatuto hecho a la medida de los empresarios y a costa de derechos laborales básicos", denuncia la joven.
Para la delegada sindical de la planta CTP de Correos Chile, e integrante de la agrupación de mujeres Pan y Rosas, Beatriz Bravo, "el próximo 28 de agosto está convocada una movilización por el Colegio de Profesores en rechazo a la enorme inestabilidad laboral que reina en la educación escolar, y es sumamente necesario que ese día lo transformemos en una jornada de movilización de todos los sectores de trabajadores que vienen soportando los despidos y cierres y que empecemos a discutir un plan de lucha en los sindicatos; al igual que es fundamental que organismos estudiantil como la Confech adhieran. La unidad en las calles es crucial para enfrentar los distintos ataques del gobierno", comenta la trabajadora.
"Creemos que nuestra pelea debe ser por una jornada de seis horas al día y cinco días a la semana, pero cobrando como mínimo un salario de $450.000, con contrato indefinido, derecho a sindicalización, a la salud y a asegurar nuestra vejez; y también luchamos por el financiamiento integral a las universidades del Estado, con educación gratuita y becas integrales y universales", señala Bravo.
La movilización realizada en Santiago terminó con represión policial y jóvenes detenidos.