Después de recorrer mas de 30 km en 30 horas, la movilización convocada por el Movimiento de Aspirantes Excluidos de la Educación Superior (MAES) arribó a las oficinas de la Secretaria de Educación Pública (SEP).
Sábado 8 de agosto de 2015
Más de 200 jóvenes partieron de la rectoría de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) a la rectoría de la UNAM, para acampar en el parque hundido y al día siguiente se concentraron en la rectoría de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) donde una comisión de trabajadores y consejeros universitarios los recibieron con algunas palabras de apoyo.
A esta jornada (de la UACM a la SEP) asistieron aspirantes excluidos de las escuelas normales, mostrando la solidaridad a sus compañeros quienes todavía no han conseguido un lugar en las universidades.
Mientras tanto el Movimiento de Estudiantes No Aceptados (MENA) realizó una movilización del Ángel de la independencia a las oficinas de la Secretaría de Gobernación (SEGOB) para exigir la apertura de una mesa de diálogo. Ambas movilizaciones contaron con una robusta presencia policiaca, lo cual obstaculizó el avance de la movilización, puesto que los jóvenes se negaron a tener cerca tantos policías, tomando en cuenta su papel en las movilizaciones.
Con el pretexto de la “seguridad”, el gobierno de Distrito Federal implementó fuertes operativos para “acompañar” a los manifestantes, sin embargo la presencia de contingentes de granaderos apostados en algunos puntos, carros y camiones, siendo muestra una vez más de la dureza del gobierno de Distrito Federal hacia los jóvenes y otros sectores en lucha, como los abusos policiacos contra los profesores y el resto de trabajadores a nivel nacional.
Unidad en las filas contra la evaluación punitiva
En los últimos meses se ha visto un cierre de filas entre los empresarios, organizados en “asociaciones civiles” como Mexicanos Primero, el gobierno federal y el ejército para implantar a toda costa todo un sistema de evaluaciones estandarizadas no solo contra los derechos laborales del magisterio; la principal razón por la cual los jóvenes se quedan sin lugar en una universidad o en una escuela Normal está relacionado con un examen que deja sin derecho a la educación superior a cerca del 86% de los sustentantes.
Contra este embate es necesaria la unidad del movimiento estudiantil (que ha luchado contra una evaluación punitiva que los deja sin posibilidad de seguir estudiando) con el magisterio que lucha exactamente contra lo mismo: un “examen” que los deja indefensos ante la liquidación de sus derechos laborales.
La conformación de un Frente Único por la educación pública y contra la evaluación punitiva, que levante un programa común en defensa de la educación, donde se discuta democráticamente un Plan de acción unificado que invite tanto a los jóvenes matriculados en las escuelas, profesores, trabajadores y aspirantes excluidos para luchar juntos contra la Reforma Educativa.