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Red Internacional
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Bolivia

“RENTA O MUERTE”. Movilización de personas con discapacidad es reprimida por el gobierno

Personas con discapacidad fueron brutalmente reprimidas, sin ninguna consideración por el esfuerzo que hicieron al venir a La Paz y sin contar la presencia de niños y adultos mayores.

Viernes 29 de abril de 2016

FOTO: EFE

Al grito de “Renta o muerte”, las personas con discapacidad, que marcharon 35 días desde la ciudad de Cochabamba a La Paz, se acercaron este 27 de abril, a las inmediaciones de la Plaza Murillo, donde fueron reprimidos con gases lacrimógenos y agentes químicos, a pesar de que se había instalado una reja de dos metros de altura para impedir su entrada.

La excusa del sector policial y del gobierno fue que se encontraban infiltrados en la marcha. Aun así varias personas de la marcha resultaron gravemente heridas y el Colegio Médico de La Paz tuvo que auxiliarlos con oxígeno. El dirigente de la marcha, David Cayo, declaró que “Las personas con discapacidad vamos a denunciar a la Corte Interamericana de Derechos Humanos que el Gobierno discrimina porque levantó rejas de más de dos metros de altura alrededor de la Plaza Murillo y después nos gasificaron para impedir el ingreso. Pedimos la renuncia de quienes ordenaron que nos repriman”.

Mientras estos sucesos pasaban al mediodía de ayer, Evo Morales se encontraba en Ecuador, indiferente a las peticiones de los marchistas, indiferente a su lucha y a su esfuerzo. Sin embargo, los marchistas anunciaron que sólo establecerían diálogo con el primer mandatario, un diálogo en que no se les imponga condiciones de por medio, un diálogo del que no se irán hasta lograr lo que piden.

Gran parte de los bolivianos condenamos y repudiamos este acto que viola flagrantemente los derechos humanos. Ya no se puede seguir en la indiferencia, compete apoyar activamente las demandas de los sectores oprimidos, cuya bandera hoy por hoy la alzan las personas con discapacidad, con su valentía y lucha admirable, reclamando un bono legítimo que les ayude a vivir en condiciones humanas. Un bono que debería ser el principio de políticas laborales y de inclusión en todos los sectores de la sociedad. El gobierno hace oído sordo a las peticiones de la población más vulnerable, que no pide que seamos anfitriones del Dakar (cuya membresía nos cuesta 4 millones de dólares) y menos que se gaste ingentes cantidades de dinero en publicidades gubernamentales. Lo que se pide son salarios dignos, fuentes de trabajo y bonos que permitan condiciones adecuadas para la sobrevivencia de personas que sufren algún tipo de limitación.

El gobierno ataca al sector de personas con discapacidad alegando que cerrados ante la demanda del bono estarían negándose a dialogar sobre otros temas que son prioritarios para ellos, como salud, educación y trabajo cuando es evidente que no es que las personas con discapacidad no quieran que su salud mejore, ni tener posibilidades de generar ingresos propios o que no quieran recibir educación. El hecho es que hasta ahora por más que el gobierno difunda por todos los medios “las mejoras e inversiones para este sector” las personas con discapacidad día a día siguen sufriendo discriminación y no ven que sus vidas puedan mejorar. El bono es algo tangible que llegaría a los más vulnerables de los vulnerables; esto es lo que quieren asegurarse.