El uso de computadoras y sistemas digitales lo llevó a un reacomodo de las actividades, acompañado de la organización de los trabajadores, se desprendieron conquistas, como los uniformes, la actualización en base a la capacitación y la retabulación del puesto.
Miércoles 27 de febrero de 2019
El denominado movimiento bibliotecario en la UNAM tiene ya larga data. En un primer momento las funciones que realizaban los bibliotecarios eran esencialmente manuales. El uso de computadoras y sistemas digitales lo llevó a un reacomodo de las actividades, acompañado de la organización de los trabajadores, se desprendieron conquistas, como los uniformes, la actualización en base a la capacitación y la retabulación del puesto.
Han pasado alrededor de 12 años desde aquel primer momento y los trabajadores vimos como la política neoliberal permeó nuestros trabajos: proyectos de bibliotecas inconclusas, mal administradas, abandono de departamentos, privatización de procesos bibliotecarios como la digitalización de documentos, etc.
Las funciones del bibliotecario, con el pretexto del avance tecnológico, han sido cada vez más restringidas, acotadas y marginadas. Ante esta situación comenzó a gestarse la necesidad del intercambio entre los trabajadores de distintas dependencias, confluyendo así en un espacio que ha decidido poner sobre la mesa las malas condiciones de las bibliotecas y el desprecio que tienen las distintas administraciones por nuestro trabajo.
Por ello hay que decir basta de escuchar las posiciones de las autoridades que se han expresado en las reuniones realizadas en la mesa de relaciones laborales, donde funcionarios de la UNAM han sugerido que el puesto de bibliotecario quede en desuso, ya que para las autoridades, en la universidad los bibliotecarios somos “obsoletos”. Así, han pugnado porque el puesto tienda la desaparición, demostrando así la visión miope que tienen sobre el uso de las tecnologías en el ámbito laboral, pero más grave aún el oportunismo para golpear sobre nuestro contrato colectivo de trabajo.
¿Por qué lucha el movimiento?
De esto se desprende la urgencia de impulsar la discusión de cómo defender nuestro puesto de trabajo en asambleas de cada dependencia por el conjunto de los trabajadores, con una visión crítica de lo que hemos dejado de hacer respecto a nuestro puesto de trabajo, enfrentando la pasividad que impera en el sindicato, pero dando debates profundos que sirvan para vislumbrar el gran reto que tienen las nuevas generaciones de jóvenes trabajadores del STUNAM que enfrentamos el deterioro de nuestras condiciones de trabajo.
Las demandas son claras. Recuperación de la materia de trabajo. Tenemos una gran diversidad de funciones que son clave para el buen funcionamiento de las bibliotecas, problemas como la falta de inventarios, la actualización de los catálogos bibliográficos, la saturación de estanterías, entre otros se pueden superar con nuestra plantilla.
Capacitación que sea acorde al desarrollo de las tecnologías de información y comunicación. Es necesario adquirir nuevos conocimientos y habilidades para las exigencias actuales de los usuarios, contrario a los que opinan que las bibliotecas van a desaparecer, la ciencia de la bibliotecología apunta a proyectos interesantes como las “bibliotecas híbridas” donde coinciden documentos tradicionales y documentos digitalizados y que por ende siguen existiendo los servicios bibliotecarios.
Desde la agrupación Desde las Bases el énfasis recae en la exigencia del respeto a nuestro Contrato Colectivo de Trabajo, a la defensa de nuestros puestos de trabajo, al debate serio y el alto al ninguneo de los trabajadores.
Por ello, hacemos un llamado a los bibliotecarios de la universidad a asistir el próximo jueves 28 de Febrero a las 11:00 a.m. al edificio de relaciones laborales, porque los derechos se conquistan discutiendo y luchando desde las bases.
