Desde el lunes 7 de marzo, la capital de Oaxaca se encuentra bajo bloqueos de distintas organizaciones exigiendo resolución a diferentes demandas. Las autoridades al mando de Alejandro Murat Hinojosa, gobernador de Oaxaca, han aplazado diálogo y el descontento continúa.
Viernes 11 de marzo de 2022
El pasado lunes habitantes de la Unión de Ayuntamientos de la Sierra Sur, tomaron distintos cruceros de la capital Oaxaqueña para denunciar la negativa que dio el gobierno de Alejandro Murat Hinojosa hacia sus demandas: realización de obras públicas y rehabilitación de caminos, mejoramiento del sistema de salud, atención médica en el Hospital de la Paz y el de San Jacinto Tlacotepec número 35. Además, exigen el mejoramiento del sector educativo y un regreso a clases presenciales seguro.
El mismo lunes, poco después de los primeros bloqueos hechos por la Unión de Ayuntamientos de la Sierra Sur, se unieron trabajadores de telebachilleratos, denunciando la falta de pagos. A su vez, integrantes del Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Colegio Superior para la Educación Integral Intercultural de Oaxaca (SUTCSEIIO), se unieron al bloqueo del crucero del aeropuerto para exigir a Emilia García Guzmán, directora del sindicato, el pago inmediato del 1.8% del subsidio por cuota sindical a todos los trabajadores del periodo 2017–2022. Además del aumento salarial a trabajadores que ganan menos del salario mínimo y remuneración a docentes que no tienen plaza.
Por su parte, normalistas también se unieron a los bloqueos en las inmediaciones del SAT de la capital Oaxaqueña para demandar al gobierno las plazas que les corresponden. Comunicaron que, de no resolverse dichas exigencias, se movilizarían a la CDMX.
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A estas movilizaciones, ya para el 10 de marzo, se sumó el Consejo Indígena Popular de Oaxaca “Ricardo Flores Magón” para impulsar 4 bloqueos en Istmo de Tehuantepec, pues desde el lunes no ha habido resolución de demandas ni ninguna mesa de diálogo con autoridades. Estos bloqueos impiden el paso a la capital oaxaqueña, así como los caminos que llevan a la costa.
Por otro lado, el tramo de “María Lombardo–Tuxtepec”, se encuentra bloqueado desde el lunes, pues los propios habitantes de María Lombardo protestan por la invasión de sus tierras, pues hay una disputa que, aunque hay mesa de diálogo, las autoridades no han resuelto.
Como se ve, el panorama oaxaqueño es de agitación y lucha, pues el gobierno, desde hace mucho tiempo, mantiene a los pueblos de Oaxaca en una precariedad y profundo abandono. Estas movilizaciones y manifestaciones en la capital solo expresan el descontento generalizado de distintos sectores: magisterio, campesinado, pueblos indígenas. Todos ellos apuntan a lo mismo: mejoramiento del sistema de salud y sector educativo, aumento del salario de lxs trabajadorxs de la educación, inversión a obras públicas, atención a las demandas campesinas.
Todas las demandas hechas por distintas organizaciones son legítimas y esta no es la primera vez que distintos frentes de Oaxaca se reúnen para coordinar las exigencias y derrumbar a un gobernador. En su momento, la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) demostró que la unión de distintos sectores, en un movimiento organizado y articulado, puede tomar una ciudad como la de Oaxaca, no sólo para poner en jaque al gobierno del momento, sino para realizar el ejercicio organizativo que incentiva la autodeterminación: para que el proletariado trace su propio destino.
Es fundamental coordinar estas luchas y entender que todas tienen un mismo enemigo: el sistema capitalista y el Estado que defiende el interés de los poderosos.
