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Red Internacional
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Valparaíso. Rodrigo Mundaca se suma a campaña securitaria y propone reponer pena de muerte

El gobernador de la quinta región, rodrigo Mundaca, generó un rechazo generalizado tras sus dichos sobre la posibilidad de reinstalar la pena de muerte en el país. Claramente lo de Mundaca está fuera de lugar, pero no es tan diferente a los dichos de correr bala que toman cada vez más peso en el debate nacional.

Miércoles 24 de abril

Rodrigo Mundaca se suma al coro securitario del gobierno instalando la Pena de muerte frente a la problematica de la seguridad. No es aislado, el gobierno y el frente amplio no le han hecho el quite para entregar facultades a las policías para disparar y luego preguntar o que gracias a la ley naim retamal, las penas que deban enfrentar en caso de causar lesiones, incluso la muerte a civiles, sin importar el contexto, sean bajas

Mundaca con sus dichos no hace más que caer presa y hacer eco de los discursos reaccionarios y punitivos que busca instalar la derecha.

Cuestionamientos salieron desde su propia agrupación, MODATIMA salió a rechazar los dichos de su figura más importante.

En un cliché, y bajo el juego de quien da la cuña mas dura contra “la delincuencia”, él discurso de la pena de muerte va de la mano con el de “correr bala” no, Crear campos de concentracion para inmigrantes mientras se les expulsa de pais, prohibir el ingreso a ciudadanos venezolanos.

Hay que rechazar el clima reaccionario y punitivista que intentan instalar desde el gobierno, la oposición y ahora el gobernador supuestamente “ecologista” Rodrigo Mundaca.

Para atacar el problema de la seguridad y el crimen organizado hay que tomar medidas de fondo contra el negocio capitalista, terminando con el secreto bancario, expropiando las empresas portuarias que conviven pacíficamente con la internación de droga, investigar a fondo las grandes operaciones de lavado de dinero que se hace con empresas truchas donde hay cientos de millones de pesos involucrados. La solución no es aumentar la represión o fortalecer las policías que actúan, muchas veces en complicidad con las propias bandas criminales.