La empresa Abyss Creations, que fabrica muñecas sexuales "Real Doll", creó un nuevo tipo de inteligencia robótica, donde los objetos sexuales no sólo se mueven, sino que también hablan.
Martes 5 de septiembre de 2017
Matt McMullen, el director ejecutivo de la multitudinaria empresa, en una entrevista a la BBC describe que la muñeca sexual "Adquiere una presencia en la casa y ellos le infunden una personalidad. La inteligencia artificial dota a la gente de las herramientas para crear esa personalidad"
La personalidad de las muñecas, es dado por una aplicación, donde se puede utilizar con la muñeca o independientemente, y existe una especie de persona virtual en un teléfono inteligente u otro dispositivo similar donde se seleccionan las personalidades. Iracunda, celosa, malgenio, son unas de las distintas personalidades de las muñecas, las cuales también puede aprender de los usuarios clientes.
La muñeca Harmony, el primer dispositivo de una personalidad, la dotaron de características de “celosa”, junto con otras características. Este tipo de Real Doll ya está a la venta por el sitio web Realbotix, pero estará durante el presente año en otros sitios de compra mundial. Las que tienen visión robotizada (permite reconocer caras) costará cerca de 6.000.000 de pesos chilenos, y otras sin visión costarán la mitad.
Los clientes las prefieren estilos Barbies y algunos como en Japón toman a estas muñecas como sus esposas. Como si fuera poco, otros optan por las Real Doll con caras de niñas infantiles, donde los consumidores son centralmente clientes pedófilos.
¿Que se encubre detrás de esto?
Con la excusa de estar aislados o solitarios, “clientes empresarios” consumen un objeto sexual en imagen de mujer, reproduciendo un aspecto cultural del capitalismo discriminador y destructor frente a un sector de la población; las mujeres.
El aspecto misógino fomentado por la industria sexual, utiliza la creatividad, que el ejecutivo de la empresa la define “de dotes artísticos” para cosificar a las mujeres al punto de reproducir en el deseo sexual de los hombres, los aspectos más perversos de dominación, definiendo así " la personalidad y lo que hablan”, llegando no sólo a mantener un acto sexual, sino que a vivir experiencias afectivas como es el caso de personas Japón, que llegaron a casarse, o mantener relaciones de "amor" con los robots.
La imagen de la mujer en función de ellos y por ellos. En entrevistas han manifestado incluso su preferencia en mantener relaciones sexuales con Real Doll en vez de mujeres reales.
Las y los empresarios son los consumidores de este “avance tecnológico”, pagando altas sumas para mantener sus deseos sexuales de dominación. Los pedófilos, que consumen muñecas con cara de infantes argumentan que les ha servido para reemplazar el daño que le podrían hacer a niñas reales.
Es necesario un rechazo profundo a las “ Reall Doll” y a sus empresas, ya que a las mujeres nos instrumentaliza vendiendo objetos sexuales con imagen de " ideales de mujeres", naturalizando costumbres y tradiciones a nivel mundial de opresión y dominación.
