A pesar de que en Agosto del presente año el asesor jurídico de la Municipalidad de Antofagasta afirmó que el contrato con la empresa Santa Marta, por el proyecto del relleno sanitario Chaqueta Blanca, había vencido. Sin embargo este viernes el municipio aclaró que el contrato sigue vigente.

Francisco Sepúlveda Romero Médico y parte de la Agrupación de Trabajadores de la Salud "Abran Paso"
Domingo 13 de octubre de 2019
Luego de que el contralor general, Jorge Bermúdez, afirmó no haber sido informado de un término anticipado del contrato del relleno sanitario Chaqueta Blanca, la Municipalidad de Antofagasta este viernes salió a responder con una declaración contradictoria a lo conocido en Agosto de este mismo año.
Y es que en ese mes durante la sesión en la ciudad de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados, el director de Asesoría Jurídica del municipio, Christian Flores, quien mencionó que “el contrato que mantenga el municipio con la empresa constructora del proyecto debe estar vigente y ahí es donde nosotros tenemos un gran problema, porque ese contrato hoy día no está listo, los contratos de obra tienen plazo de ejecución con la empresa Santa Marta y hoy ese contrato tiene plazo vencido”.
Declaraciones con las que se dio a entender un nuevo retraso del proyecto con el vencimiento del contrato desde hace más de un año, y una grave omisión de la información por parte de la entidad con Karen Rojo. Pero finalmente, desde el municipio revirtió de las palabras del asesor jurídico, asegurando que el contrato para las operaciones de Chaqueta Blanca sigue en vigencia. Desde la Municipalidad de Antofagasta no hubo mayores aclaraciones a esta incongruencia en la información, por lo que finalmente el proyecto sanitario seguirá su curso.
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El proyecto del Relleno Sanitario no ha estado exento de polémicas, con un costo de $3.000 millones en diseño y construcción, y una concesión de 20 años en donde el municipio pagará $8.600 millones por tonelada de basura. Una auditoria realizada el 2018, evidenció 25 observaciones al contrato, y en inclusive, que las obras comenzaron casi 4 meses antes de aprobarse el proyecto definitivo.
Los dueños de este proyecto, son los empresarios del Consorcio Santa Marta, encabezados por el empresario cercano a la UDI (partido político de la alcaldesa de Antofagasta), Guillermo Ruiz Pérez, quien logró el ascenso de su empresa durante la privatización de los servicios sanitarios durante el gobierno de Frei, pero con el antecedente del daño medioambiental provocado en el incendio del vertedero Santa Marta, al sur de Santiago, en 2016. Y es que Ruiz Pérez, amigo de Pablo Longueira (quien también ocupó sus influencias para acelerar el proyecto de Chaqueta Blanca), junto al Consorcio Santa Marta es un fiel reflejo del privilegio de los grandes empresarios al momento de realizar sus proyectos en complicidad con políticos (y los municipios o gobiernos que encabezan) de su sector, a pesar de que no se cumplan condiciones mínimas para la realización de estos proyectos.
Acá queda en evidencia los privilegios de esta casta empresarial que esta aliada a las municipalidades y el gobierno, donde prima la privatización y las ganancias de privados ante las condiciones sanitarias del vertedero y las comunidades aledañas.