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Red Internacional
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Vaticano. Murió Benedicto XVI: el papa que renunció por los casos de pedofilia y corrupción

El papa emérito murió este sábado en el monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano, donde residía desde su renuncia en 2013. Con pasado en la juventud hitleriana, fue uno de los representantes del sector más conservador de la Iglesia Católica. Los inmumerables casos de pedofilia alrededor del mundo y los inagotables escándalos de corrupción marcaron su papado y su histórica salida. Un fundamentalista del dogma que buscó hasta sus últimos días seguir escondiendo la mugre bajo la alfombra.

Valeria Jasper

Valeria Jasper @ValeriaMachluk

Sábado 31 de diciembre de 2022 11:19

AFP Archivo

“Con pesar doy a conocer que el Papa emérito Benedicto XVI ha fallecido hoy a las 9:34 horas en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano. Apenas sea posible se proporcionará mayor información”, dice el comunicado que emitió el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, en la mañana del sábado. Tenía 95 años.

Joseph Ratzinger fue elegido sucesor de Juan Pablo II, de quien era un estrecho colaborador, el 19 de abril de 2005. Hasta ese momento era el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, la heredera directa de la tristemente célebre Santa Inquisición creada a principios del Siglo XVI que se encarga de las cuestiones referidas a la moral católica, apostólica y romana.

Los ataques de Ratzinger, el gran inquisidor, fue contra cualquier avance y conquista en derechos sociales que cuestione las conservadoras y reaccionarias creencias de la Iglesia católica. Una de sus primeras declaraciones fue afirmar que la homosexualidad era "mal moral". Llegó a considerar al matrimonio igualitario como "una fuerza maléfica que busca reemplazar a Jesucristo". hizo vínculos estrechos con el Opus Dei y Los Legionarios de Cristo, congregación fundada por Marcial Maciel, involucrada en más de 100 casos de pedofilia y mencionada en los Pandora Papers.

Durante los ocho años de duró su autoridad en el Vaticano, los casos de abusos sexuales por parte de integrantes de la iglesia, a los cuales Ratzinger encubrió, y los escándalos de corrupción financiera que se conocieron como Vatileaks derrumbaron sus aspiraciones y llevaron a su alejamiento de la silla dorada del Vaticano, el 28 de febrero de 2013.

Fue acusado en un informe que se dio a conocer en enero de este año, por no haber actuado en múltiples casos de abuso sexual y pedofilia, cometidos en la Iglesia alemana, mientras ocupaba el obispado de Munich, entre los años 1978 y 1982.

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Encubimiento y silencio; una política que, aunque la intenten transformar con signos progresistas, forma parte intríseca de la maquinaria criminal de la jerarquía eclesiástica, de la cual Bergoglio tampoco escapa.